La falta de acierto penaliza al Tropezón

El partido, como estaba previsto por la condición de los taniegos de equipo aguerrido y físico, se desarrolló en la primera parte en un mar de contactos, de choques, de balones divididos. Fue un juego feo, áspero, de los que no gusta ver al espectador. Los locales empezaron mejor que los navarros, a los que los nervios y la responsabilidad tenían agarrotados durante un buen rato. El primer cuarto de hora fue un constante acoso sobre el área visitante. Adrián, Javi Gutiérrez y Javi Delgado generaron tres llegadas peligrosas en los minutos 2, 7 y 15, que acabaron cerca del gol, pero sin tino en la resolución final. La primera acabó fuera del marco; la segunda la sacó bajo palos Pablo y en la tercera el balón se marchó rozando el larguero tras una perfecta vaselina del delantero amarillo ante la salida del meta navarro. En esa fase, el Ardoi apenas atravesó el centro del campo con el balón controlado. Un disparo lejano de Omar y un cabezazo de Julen a centro de Álvaro en el 8, que paró bien Mario, fueron los únicos desahogos del bloque navarro.

Pero como dicta la ley no escrita del fútbol, quien perdona termina pagando. Y eso le ocurrió al cuadro de José Gómez. En su enésimo despiste en defensa, recibió el gol en el minuto 30. Un lanzamiento de Omar desde el interior del área lo desvió Mario. El rechace cayó a los pies de Joel, que solo tuvo que empujar el balón al fondo de las mallas.

A partir del tanto, el juego del cuadro amarillo volvió a subir de intensidad, que no de calidad. Se volvió aún más embarullado, pero los taniegos fueron los que intentaron poner algo de criterio y Entrecanales pudo llevar las tablas al marcador. Sin embargo, su remate de cabeza lo atrapó Itaxo.

Desde ahí hasta el descanso, no pasó nada en las áreas. El Tropezón mandó en el juego, pero sin ideas claras. Su gran mal en estos casos de posesión mayoritaria. El Ardoi pareció dejar los deberes para la segunda mitad. Fútbol pesado, de pocos quilates. Partido de baja estofa. Una imagen aceptable, como otros días en los arranques de partido, pero nula resolución ofensiva por parte del cuadro de Tanos.

El segundo tiempo empezó sin cambios. El gol del empate lo tuvo Pepín, en el minuto 51, al recoger un balón suelto, solo en la frontal del área. Remató con la zurda, mal, alto. Una pena, porque el Tropezón monopolizaba el dominio tras el descanso y de nuevo repitió ocasión Javi Gutiérrez, dos minutos después, aún más clara, tras un pase de Higuera, pero su remate lo desvió un defensa.

Entrecanales tuvo otra gran oportunidad tras un saque de esquina. El taniego envió su remate de cabeza rozando el larguero. El Trope insistía por la banda izquierda e Higuera era un peligro constante. Suya fue una nueva ocasión, pero su lanzamiento desde el vértice del área lo desvió a córner Itaxo en una buena intervención.

Se estaba masticando el gol local, por insistencia. El Ardoi estaba atrás sin enganchar la onda del partido. Y llegó. Esta vez, el fútbol discurrió por el camino de la lógica. Apareció Merino. En el 87, el torrelaveguense se sacó de la chistera un disparo desde fuera del área que superó por alto al portero. El 1-1 estaba ya en el marcador, oro molido. En los compases finales del encuentro el conjunto de José Gómez siguió buscando la victoria, pero las buenas intervenciones del meta navarro evitaron que el marcador se moviese.