«La ilusión de hacer algo grande»

Lo de jugar fases de ascenso en el Eusebio Arce ha sido algo prácticamente rutinario. Van quince. En la Federación Española el nombre del conjunto blanquinegro suena a conocido. Como el Tropezón, el Cayón, el Utebo, el San Roque de Lepe o el Portugalete. Historia viva del fútbol modesto. Y el presidente de la Unión Montañesa, Luis Merino, las ha visto de todos los colores desde que en 1987 se instauró la actual Segunda División B. «Lo afrontamos con mucha ilusión. Ha sido una temporada fantástica por el rendimiento del equipo, pero hemos tenido al final dos malas noticias con las lesiones de Héctor y Laro. Perdemos para el play off a dos jugadores importantes».

A pesar de todo, el mandatario blanquinegro cree en esta primera eliminatoria tienen «un 50% de subir». «Llegamos con una satisfacción enorme, porque hemos sido líderes prácticamente toda la Liga. Hay que valorar mucho eso. Quizá más que las eliminatorias», comenta. Y tira de experiencia para evitar errores del pasado. Recuerda el emparejamiento del curso anterior contra el Villarrobledo: «Pagamos un cuarto de hora malo. En estas citas no puedes tener descuidos».

Otros años, le producía alergia hablar de números ante un hipotético ascenso a Segunda División B. Ahora ya no tiene ningún miedo. «Sé que estaríamos como la Gimnástica. Sin gastar dinero a lo loco, pero salvo que suceda un cataclismo, saldríamos a competir». Para rememorar aquella temporada 1967-68 en la que el Escobedo, tras quedar campeón regional, subió a la antigua Tercera División, donde el conjunto camargués se midió, junto al extinto Rayo Cantabria, a los equipos vizcaínos. Y el deseo de Merino es seguir contando con Pablo Casar como entrenador si el equipo sube a Segunda B: «Ojalá lo consiga. Hay que valorar que han sido dos años magníficos los que hemos hecho con él».

El míster, Pablo Casar, afronta su segunda fase de ascenso consecutiva al frente del Escobedo. «Un reto», tal y como dice el cabezonense. Y este año lo vivirá con la ventaja de haberse proclamado campeones. «Tenemos todos la ilusión de conseguir algo grande». Porque sí, sería un hito para la pequeña pero siempre fiel afición del Eusebio Arce.

El técnico valora la temporada como «buenísima. Hemos competido muy bien en prácticamente todos los partidos y eso nos refuerza de cara a la lucha por el ascenso». Aunque las lesiones más recientes han restado alegría estas semanas en el vestuario: «No nos han permitido celebrar el título como se merece. Serán bajas muy importantes, pero lo bueno de esta plantilla es que está llena de buenos jugadores que lo pueden hacer igual de bien».

Llega el sorteo y Casar es consciente de que «a priori», el Escobedo parte como uno de los rivales más débiles por su modestia. «Seguro que todos los campeones elegirían al Escobedo para enfrentarse en esta primera eliminatoria, pero creemos muchísimo en nosotros mismos». Vamos, que no hay miedo.

El entrenador blanquinegro no quiere revivir lo sucedido en el pasado play off. Ha aprendido la lección. «Está claro que un mal día te condena. El rival nos va a exigir al máximo y tendremos que ser nosotros los que propiciemos que ellos cometan errores, para aprovecharlos», comenta. Y en cuanto a preferencias, es de los que ve más positivo «jugar la vuelta en casa», pero tampoco le da mayor importancia. «Lo determinante es cómo se encuentre el equipo». «Hay jugadores que han salido hace poco de lesiones y a lo mejor les falta algo de continuidad, pero creo que estamos en un momento óptimo. Este equipo ha hecho méritos para ser campeón y ahora merece ganarse el ascenso», valora.

¿Se ve entrenando al Escobedo en Segunda División B? «Sí, me veo», responde. En corto y al pie. «Sería un sueño. Hay que hacerlo posible, porque es la ilusión que nos mueve a todos. Si lo logramos, estaría muy agradecido a este grupo de futbolistas, por haberlo hecho posible», añade, seguro de que el presi, Luis Merino, hará malabarismos para cuadrar las cuentas y disfrutar el salto a la categoría superior si el conjunto camargués logra el ascenso.

Al Escobedo le falta conocer a su rival. Ojalá primero y último, porque eso significará que habrá ascendido -si pierde tendrá otra oportunidad en la repesca-. De momento, sabe quiénes son algunos de los candidatos. Pablo Casar lo tiene un poco más difícil que Iván Ania en el Racing para espiar a los posibles enemigos, porque la lista es enorme. Racing de Ferrol, Portugalete, Orihuela, Jaén, Cádiz B, Peña Deportiva, Tamaraceite, Mérida, Haro, Socuéllamos, Tarazona, Lealtad, Llagostera, Getafe B, Zamora, Yeclano, Osasuna B y Haro esperan en el bombo de los campeones.