Terminó la aventura del Escobedo en la fase de ascenso a Segunda División B

Empezó mejor el Escobedo. Quería el balón y lo tuvo para acercarse cada vez con más peligro sobre la portería de Fran Mateo. El Villarrobledo también tenía las ideas claras esperando los contragolpes. Después de la fuerte presión inicial y su correspondiente desgaste, los locales empezaron a asomarse sobre las inmediaciones de Rafa, que vio cómo Acevedo, al cuarto de hora de partido, estampó un remate en el travesaño.

Cuando parecía que las tornas en cuanto a sensaciones de juego empezaban a cambiar, el cuadro camargués se adelantó en el marcador. Corría el minuto 19 cuando Héctor Tirado aprovechó un centro al área para, de cabeza, enviar el balón al fondo de las mallas. Un tanto que abría el camino de la esperanza del equipo cántabro.

Sólo faltaban dos goles para conseguir al menos el empate de la eliminatoria. Aún así, El Villarrobledo no se amilanó. Pero en la recta final del primer tiempo quienes cobraron protagonismo fueron las lesiones. José Carlos, por parte troyana, se retiró en camilla. Mientras que por parte de los cántabros Adrián –y su sustituto Germán– también tuvieron que abandonar el terreno de juego, lo que mermó las opciones de Pablo Casar.

La segunda mitad comenzó con el mismo guión que la primera. El Escobedo cercaba la portería de Mateo y al Villarrobledo le costaba llegar con peligro. Héctor Tirado lo intentó desde fuera del área, pero su disparo se marchó rozando el palo de la portería local. Fue la gran oportunidad del Escobedo para meterse de lleno en la eliminatoria, cuya sentencia llegó a poco más de un cuarto de hora de la conclusión. Aitor Asensio aprovechó un rechace dentro del área para batir a Rafa y clasificar a su equipo para la última eliminatoria por el ascenso.

A partir de entonces brilló el espectáculo y el público se divirtió de lo lindo en un toma y daca de ambos contendientes en el que lo extraño fue que no se moviese el marcador. El partido sólo se empañó en su conclusión, cuando se armó una trifulca en la banda en la que los entrenadores de ambos equipos resultaron expulsados y que sirvió de triste colofón a la buenísima temporada del Escobedo.