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Aser Falagán
Santander
Sábado, 17 de octubre 2020
Qué cruel es el fútbol. En el minuto 94, cuando saboreaba el punto, Aimar marcaba para el Amorebieta para dejar al Laredo sin premio en su regreso a Segunda B. Un 2-1 de lo más doloroso para los pejinos. El Laredo ya se veía con un valioso punto de Amorebieta ante un rival directo por la permanencia, después de dar una imagen de equipo trabajado y valiente, pese a sus limitaciones.
Salió bien el Charles. Atrevido y valiente. Buscando el balón. Sin complejos en su regreso a Segunda B después de tanto tiempo. Y hasta se ilusionó, pero el empuje no duró demasiado, porque la primera ocasión, lo que se dice ocasión, fue vasca. De Jon Irazabal, para más señas, con un disparo que cambió el rumbo del partido.
Amorebieta
ebieta-Laredo
2
-
1
Laredo
Rafa, Rasines, Alex Pérez, Toboso, Goñi, Faouzi (Manu Ortiz m.76), David Sanz (Felipe m.65), Juancar (Riky m.65), Iván Argos (Siafa m.76), Saúl García (Álvaro m.65), Vinatea
Goles. 1-0 m.38 Obieta, (1-1) m.67 Felipe, 2-1 m.94 Aimar
Árbitro. Calvo Martínez (Comité Riojano). Amonestó al local Aldalur y a Riky, Goñi y Vinatea y a Manu Calleja por el Laredo
Quizá sorprendido por la buena salida pejina o quizá animado por esa primera acometida, el caso es que el Amorebieta se desperezó para convertirse en dueño del partido y poner un cerco cada vez más estrecho al área laredana. Así fue como ya en el minuto 38 Obieta marcaba para los vizcaínos en su momento de mayor dominio. Dio de sí la jugada incluso para protestar, porque el asistente llegó a tener por un momento la bandera levantada, pero el tanto fue válido para frustración de los pejinos, que se llevaron de paso una tarjeta amarilla a VInatea y el disgusto de Manu Calleja.
En el segundo tiempo el Laredo cambió de táctica, buscando conjugar una buena disposición en el campo que nunca perdió con jugadas peligrosas a la contra. La estrategia funcionó a medias, porque dejó de sufrir tanto en su área, pero sin crear demasiado peligro en la ajena. Solo alguna acometida por banda de Saúl y los esfuerzos de un Juancar incisivo, pero con poca puntería.
En medio de las imprecisiones de los equipos llamados a luchar por la permanencia, los vizcaínos se apañaban para no sufrir ante los cántabros, valientes y bien plantados. Ordenados, como le gusta decir a los entrenadores, pero sin llegada.
En lo que no cayó nunca fue en la cobardía. A los 66 minutos Calleja se sacaba de la manga un triple cambio; sí, un triple cambio, para tratar de dar la vuelta al partido con la entrada, entre otros, del veterano Ricky Y vaya si tuvo premio el atrevimiento, porque recién salido al campo, cuando no llevaba ni un minuto sobre el césped y en el primer balón que tocaba, Felipe Peredo armaba la derecha para marcar el empate. En medio de un error del portero, pero eso era lo de menos. Lo importante, que el balón había entrado, aunque se quedó muerto en el borde de la línea tras el mal blocaje y el Charles estaba de nuevo en el partido. Y de nuevo sin complejos.
Pidió penalti Orozco en una buena internada en la que sin embargo no pudo deshacerse de Álex, siempre atento aunque en desventaja en la marca, y de Rafa, bien en la salida para que el balón terminara en córner. Y lo volvió a pedir pocos minutos después, pero la jugada ya estaba anulada por una jugada falta anterior.
Más cambios y más tensión caracterizaron una recta final de un Amorebieta enrabietado y un Laredo que no renunciaba a la victoria. Pero fue el Amorebieta, ya al final lanzado, quien marcó el segundo en la última jugada. La ultimísima. Aimar remataba en el área el enésimo balón colgado para batir a Rafa en la última ocasión. Apenas hubo tiempo de sacar en el centro del campo. El Laredo se va derrotado, pero no vencido. Dio la cara y mereció más. O al menos perder de otro modo.
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