Remontada o descenso
El Escobedo busca en Barbastro dar la vuelta al 0-2 de la ida para lograr la permanencia en Segunda RFEF
Es el partido decisivo de la temporada para un Escobedo al filo del abismo. Toda la temporada concentrada hoy (12.00 horas) en noventa minutos, ... en Barbastro y en una situación de gran desventaja. Remontada o descenso. El estadio estará lleno, con un reducto de un centenar de aficionados camargueses que confía en el milagro.
Para conseguir esa deseada salvación habrá que ganar el partido por más de dos goles o en la tanda de penaltis tras el 0-2 con el que finalizó el encuentro de ida disputado el pasado domingo en el Eusebio Arce. En ese caluroso envite, tanto por la tensión como por la meteorología, el Escobedo mereció algo más por su mayor empuje, pero no pudo conseguir llevar a Barbastro al menos un mejor resultado.
Barbastro-Escobedo
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Barbástro Méndez, Íñigo, Sola, Oliveira, Alonso, Javier López, El Haddidi, Santiagosa, Albín, Magno, Barrera.
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Escobedo Laro, Fermín, Javi Morales, Edu Fontán, Mateo Gandarillas, Gon Peña, Tresgallo, Picón, Aarón, Espinosa, Brayan.
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Árbitro Masip Vidal (C. Catalán).
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Lugar y hora Campo Municipal de Barbastro, 12.00 horas.
El técnico blanquinegro, Samuel San José, señala que llegan al encuentro «con ilusión», aunque saben que conseguir el objetivo será muy complicado.
Parece claro que en esta última cita tan decisiva del curso contarán más esas emociones y esas sensaciones que los datos ocurridos en la Liga regular. Esos datos apuntan que el cuadro oscense en su campo ha disputado 17 partidos, con un bagaje de ocho victorias, tres empates y seis derrotas, anotando 21 goles y encajando 14. Por su parte, el Escobedo, a domicilio ganó seis, empató cinco y perdió otros seis, con 17 a favor y 20 en contra. Pero todo eso es pasado. Los únicos números que cuentan son el cero y el dos del partido de ida en Escobedo.
En cualquier caso y recientemente, el Escobedo logró ante el Bergantiños, en la última jornada de la Liga, fuera de su terreno de juego, un triunfo que le permitió jugarse la salvación momentánea en casa y llegar hasta esta situación. Es cierto que los locales no se jugaban nada, pero la presión era máxima para los blanquinegros, y la supieron manejar y seguir así adelante. Una experiencia emocional que puede valer de cara a Barbastro. Porque hará falta eso y mucho más. Pero lo cierto es con los blanquinegros, con tanta desventaja, no tienen nada que perder.
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