«El Sámano es el Leicester de Cantabria»

Con Joseba Fernández, que lleva doce años en el cargo de presidente de la entidad y su junta directiva, el club samaniego ha logrado en nueve años pasar de Regional Preferente a Tercera y alcanzar la Segunda Federación. «Es inédito que un equipo como el Sámano gane la Liga de Tercera, somos el Leicester de Cantabria», dice el máximo mandatario. El dato habla de lo especial y del hito que supone el ascenso firmado el pasado sábado, contra pronóstico y de forma inesperada. No se lo habían propuesto. «Pero cuando vimos que era posible, dijimos: 'Vamos a por ello'», cuenta el presidente, que fecha esa meta en las diez últimas jornadas.

Es el primer ascenso del Sámano a la cuarta categoría del fútbol español y lo consigue gracias a una gestión económica y deportiva que está alejada de las prisas y los nervios con los que convive este deporte. Joseba Fernández es un hombre con experiencia en el fútbol, ya que llegó al conjunto naranja en julio de 2006, primero como jugador y una vez terminada su carrera futbolística, cogió las riendas y se convirtió en presidente. «Este año tenemos que celebrar elecciones y nos volveremos a presentar mis compañeros y yo», dice Fernández, que conoce todos los entresijos del club tras casi veinte años en la entidad.

Con un once tipo formado por Gorka en la portería, Abad, Salva, Julen, Luis y Acarregui en defensa; Rodri, Izan y Lacuesta en el eje en el centro del campo y Villasana y Gilete como delanteros, el Sámano ha protagonizado un final de curso espectacular. En los últimos diez partidos de la Liga regular anotó trece goles y encajó seis.

Los naranjas no pudieron hacerlo a la primera, ya que dependían de otros resultados para asegurarse el ascenso. Pero en su segunda ocasión lo hicieron suyo. El Sámano ya está en Segunda RFEF con uno de los presupuestos más bajos de Tercera, 68.000 euros y gracias entre otros factores a los tantos de Abad, máximo goleador del equipo con diez dianas, aunque en general los goles han estado muy repartidos.

Una clave importante, considera el presidente, ha sido la «identificación» del plantel con el club, sin olvidar la calidad del mismo. «Esto funciona como una familia», aclara Fernández. Y habla de un vestuario unido, fuerte, donde esos pocos que llegan se integran a la perfección. «Y una directiva que lo único que hace es ayudar y sumar siempre».

«Nosotros no tenemos un jugador diferencial, la clave ha estado en el grupo, han jugado todos y nos ha salido bien», explica el presidente, quien espera que la próxima temporada en Segunda Federación la pueda disputar en el Grupo II. «Sería importantísimo para nosotros, en primer lugar por los desplazamientos y por supuesto por las taquillas». E insiste en que «hay que tener en cuenta que si nos tocase el grupo gallego tendríamos que hacer siempre 150 kilómetros más en todos los desplazamientos que el Rayo Cantabria».

Pero si hay algo que hace todavía más especial este ascenso es que el Sámano lo ha conseguido prácticamente con gente de casa y, en un porcentaje muy alto, del propio municipio. «Son jugadores que llevan varios años en el club. De 23, diez son de Castro Urdiales, ocho del resto de Cantabria y cinco de Vizcaya», subraya. Es fundamental para el arraigo y la implicación. «Intentaremos la próxima temporada tener más jugadores de la zona cercana a nosotros», sostiene Joseba Fernández.

Este ascenso no entraba en ningún plan y ha sido «un alegrón enorme», dice el mandatario, que pone el foco en toda la gente que lleva años trabajando en el Sámano, tanto plantilla como anteriores juntas directivas. «Hay mucha gente que ha peleado mucho durante años por mantener este club», reivindica.

Pero todo no iban a ser buenas noticias para el club ni para Joseba Fernández, puesto que el entrenador que les ha llevado a Segunda RFEF deja la entidad y ahora tendrán que buscar otro para este próximo curso. Por otro lado, el presidente aún no sabe con qué presupuesto podrán contar esta próxima temporada. «Nosotros dependemos de los socios y de patrocinadores que tenemos, también de la subvención del Ayuntamiento, que esperamos que este año nos la aumente, porque el nombre de Castro se pondrá en el mapa de España por jugar en Segunda RFEF y por la Copa del Rey. También esperamos que el Gobierno regional nos ayude, porque si quitamos al Rayo Cantabria, que es filial de un club profesional, posiblemente tan solo estemos nosotros en esta categoría», afirma.

Después de esta gesta, y una vez que la hayan disfrutado durante unos días, tocará pensar en el futuro. También recuerdan que aquí nadie es profesional y que quien más y quien menos compagina el fútbol con otras actividades.

Joseba Fernández asume que «ahora hay que comenzar a trabajar, hacer números, pero con los pies en la tierra, sin perder la cabeza». Todavía es tiempo de disfrutar de lo conseguido y «descansar cuerpo y mente». La tensión acumulada aún se nota en forma de agujetas. Pero mereció la pena.