Los errores condenan al Rayo

El Rayo Cantabria ofreció una notable imagen en su segundo partido consecutivo en el Municipal de Bezana frente al Coruxo, salvo en los siete minutos posteriores al descanso, tramo que los visitantes, Antonini y Andriu, aprovecharon para anotar tras dos errores de los verdiblancos y poner tierra de por medio (0-2). Pese a ello, el filial racinguista se volcó hasta el final y gozó de llegadas como para igualar la contienda, pero el balón no entró en la meta de Alberto, que demostró por qué después de seis encuentros disputados tan solo lleva un gol encajado. Todo ello tras una primera mitad condicionada por el penalti que falló Mirapeix.

El comienzo del duelo ante el Coruxo volvió a ser esperanzador. El conjunto de Ezequiel Loza apretaba arriba y mantenía el cuero cerca del arco rival. Jorge Delgado protagonizó la primera ocasión a centro de Jorrín, pero un zaguero desvió su disparo. El delantero de Móstoles volvió a aparecer desde segunda línea para provocar un claro penalti de Aitor a los veinte minutos de encuentro. Mirapeix, fue el encargado de lanzarlo y Alberto de detenerlo.

Yeray dispuso de una nueva ocasión pero su disparo desde el interior del área se marchó rozando el poste. Marco, lo volvió a intentar de cabeza, pero su remate lo detuvo el meta del conjunto vigués

Uno de los pocos errores de los verdiblancos en el primer acto, una pérdida en el centro del campo, propició que el Coruxo armase un contragolpe. Gandoy se quedó solo ante Germán, pero el remate del centrocampista lo desvió el meta verdiblanco.

Tras un igualado final de primera mitad, al Rayo Cantabria se le puso el partido cuesta arriba en el inicio de la segunda. Una falta botada casi desde el centro del campo a cargo de Gandoy la cabeceó Antonini para adelantar a los gallegos en el electrónico en el 47. Poco después, en el 52, el ariete visitante Andriu remató desde el interior del área una buena jugada visitante enviando el esférico al fondo de la red para dejar a los cántabros sobre la lona. Poco a poco, los de Ezequiel Loza fueron recuperándose y empezaron a asomarse con peligro al área contraria.

El dominio del Rayo fue creciendo con el paso de los minutos, con un Dalisson muy incisivo por banda. Jorge Delgado cabeceó y el meta del Coruxo, volvió a demostrar su seguridad. Los de Loza colgaron numerosos balones al área contraria, en la que casi siempre se mostraba tremendamente seguro el guardameta Alberto, que junto a muchos de sus compañeros tiró de oficio en varias ocasiones para arañarle segundos al reloj. Jorge Delgado probó fortuna con un disparo desde el borde del área y de nuevo Alberto desvió el balón con el pie. Solo el pitido final obligó a rendirse a un Rayo Cantabria que la próxima semana visitará al Bergantiños.

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