La Gimnástica se estrena en Liga a costa del Laredo

Por fin llegó. Tardó, pero llegó. Se hizo de rogar, pero llegó. La Gimnástica sumó su primera victoria (0-2) de la temporada tras once jornadas y después de más de dos meses de competición. La primera víctima de los de Mies de Vega fue el Laredo, en el tercer derbi tenso e intenso de la temporada, que apenas puso oposición alguna ante una gran versión ofensiva de los de Jaime Álvarez, certeros, esta vez sí, de cara a puerta tanto en la primera como en la segunda parte.

Un triunfo vital para las aspiraciones de un conjunto blanquiazul, que pese a que sigue como colista en el Grupo I de la Segunda Federación, las sensaciones son distintas al inicio de curso. La sangría defensiva ha frenado y se ve a un equipo más equilibrado, aunque le cuesta dominar los partidos, que defiende mejor y ataca con más sentido.

El partido comenzó con el cuadro torrelaveguense llevando el peso del juego, mientras que el conjunto de la Costa Esmeralda estaba replegado en campo propio buscando sus opciones a la contra y a balón parado. La primera aproximación blanquiazul llegó de las botas de Unai, tras disparo desde la frontal que desvió Puras. El rechace del meta lo recogió Chus Ruiz, que resolvió la jugada con un remate que se fue rozando el poste. Minutos después lo intentó Guitián con otro lanzamiento que tuvo el mismo final que el disparo anterior. Seguían los de Jaime Álvarez intentando desnivelar el marcador, y cuando aún no se habían jugado los primeros quince minutos de encuentro, Primo puso el 'uy' en la grada tras un remate de cabeza que se fue rozando el larguero. Respondieron los pejinos por medio de Oliver, pero su disparo tuvo el mismo final que el de los jugadores del cuadro blanquiazul. Con el paso de los minutos, el partido se igualó y ambos equipos lucharon por hacerse con la posesión pero ninguno logró dominar.

Una aparición del visitante Saúl, nuevamente por la banda, acabó con un lanzamiento que se marchó cerca de la escuadra de la meta defendida por Puras. El partido transcurría sin mucho ritmo de juego y con algunas interrupciones a causa de la intensidad que ponían los dos conjuntos en este inicio y a lo largo de todo el desarrollo del mismo.

El encuentro estaba cómodo para los blanquiazules y aunque los pupilos de Mario Gutiérrez fueron ganando metros al campo, lo hacían sin generar ocasiones, con lo que la tranquilidad visitante se mantuvo. De hecho, los de Torrelavega llevaban mucho más peligro que su oponente, principalmente mediante Chus Ruiz y Saúl, que siempre fueron incisivos y verticales aunque sin más fortuna cara al gol. Tuvo que ser un defensa blanquiazul el que desnivelara el marcador. Una falta botada por Diego Campo la cabeceó Gándara en el segundo palo, para enviar el balón al fondo de la red. Era el 0-1 en el minuto 25.

El Charles, por su parte, buscaba sus opciones a través del rigor posicional y de la velocidad por banda, buscando la superioridad en los duelos comandados por Poo y Héctor Tirado. Un remate desde el interior del área del santanderino que desvió a córner Iván Crespo iba a convertirse en la ocasión más clara para los locales. El buen hacer defensivo visitante, y el equilibrio demostrado a lo largo de los primeros cuarenta y cinco minutos, impedían un nuevo cambio en el marcador.

En la segunda parte el partido siguió siendo el mismo, porque aunque el Laredo arriesgó de manera visible, seguía sin encontrar el pase fácil y rápido con el que descolocar a una Gimnástica muy confiada en cómo estaba manejando el partido. Aunque se notaba cierto cansancio en algunos de sus jugadores, fueron los blanquiazules los que dispusieron de la primera ocasión en la segunda parte por medio de Gándara, pero su remate de cabeza se marchó por encima del larguero. De nuevo los de Jaime Álvarez pusieron en aprietos a Puras, que respondió con una sensacional parada a remate de Chus Ruiz. Lo que no pudo detener el meta pejino -por muy poco- fue el lanzamiento de penalti de Alberto Gómez, que supuso el 0-2 en el minuto 68.

El acierto arriba y la solidez defensiva -con Iago Parga despejando balones por tierra, mar y aire- dieron a la Gimnástica tres puntos que valen su peso en oro para intentar salir de los puestos de descenso.

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