El Laredo reacciona tarde y regresa a Segunda Federación con derrota

El Laredo sufrió un retorno agrio a la Segunda Federación tras caer derrotado por 2-1 en el campo de un más experimentado Marino que, a priori, será uno de los rivales del conjunto pejino en la pelea por la salvación. Pese a entrar motivado al partido, pero sin traducirlo en la generación de ocasiones claras de gol, los pupilos de Mario Gutiérrez fueron de más a menos en el aspecto físico y terminaron por sucumbir frente a los tantos de Miguel Cuesta y Guille Pinín que solo se encontraron con la tardía réplica de Héctor Tirado.

Arropado por aproximadamente unos 70 aficionados del conjunto laredano que se desplazaron hasta Luanco el Charles regresaba una temporada después a la Segunda Federación con un once titular en el que se vislumbraron hasta cinco debutantes en la cuarta categoría del fútbol español. Uno de esos jugadores por los que Mario Gutiérrez apostó para estrenarse en esta liga tan competitiva fue el joven mediapunta Laviada. El atacante santanderino de 19 años, que la pasada campaña anotó diez goles en Tercera Federación, demostró su habilidad en todo el frente del área al cazar en dicho perímetro de desequilibrio un rechace y proyectar un disparo sin consecuencias que al menos provocó poner en máxima alerta a la zaga del Marino.

A excepción de la inclusión de Óliver en sustitución de Isuardi en la punta de lanza, Mario Gutiérrez echó mano de la misma fisionomía con la que en la última prueba de la pretemporada el Laredo venció por la mínima al filial del Sporting de Gijón. En dicho sistema 5-2-3 destacó tanto la generación de superioridades numéricas en el centro del campo por parte de David Sanz, Sanmillán y Laviada ante el reconocible doble pivote local, como la profundidad aportada por ambos carrileros. Casta ganó metros por la banda izquierda y envió un centro que Óliver, quien realizaba su debut con el primer equipo pejino, supo bajar a ras de césped, pero ese segundo de más utilizado para controlar el envío dentro del área fue suficiente para que Orfila llegara a bloquear in extremis el disparo.

Pese a que hasta la primera media hora de juego el Laredo desprendió mejores sensaciones sobre el césped de Miramar, en el epílogo de la primera parte el Marino consiguió adelantarse en el marcador por mediación de uno de los futbolistas más destacados de la pasada temporada en el Grupo 1 de la Segunda Federación. Con un envío largo, Dailos habilitó a Miguel Cuesta en un duelo contra Dani Ojeda en el que el atacante luanquín salió vencedor por velocidad y perseverancia. Una vez dejó atrás al central canario, que denotó fragilidad en esa acción que demandaba un despeje contundente, el delantero asturiano marcó el 1-0 en el primer disparo a portería del cuadro local.

El relato del partido no sufrió ninguna alteración reseñable tras el intermedio, con el Marino pisando con más insistencia y convicción el área del Laredo. Dado el panorama adverso, Mario Gutiérrez no tardó mucho tiempo en buscar soluciones desde el banquillo. Ya cumplido el primer cuarto hora de juego de la segunda parte el técnico santanderino había realizado cuatro cambios, entre los que destacaron los ingresos del canterano Peña y el griego Vassilakis. El cuadro luanquín respondió de inmediato fortaleciendo su entramado defensivo y situando un sistema espejo con cinco defensores.

La rueda de sustituciones impregnó de vigor al encuentro y se convirtió en el preámbulo del 2-0. El Laredo perdió el esférico en la salida de balón desde atrás y Guille Pinín, con un disparo cruzado a media altura, dobló la ventaja en el marcador a favor de un cuadro asturiano que en todo momento tuvo las ideas más claras. En la recta final del choque se produjo una tardía reacción por parte del conjunto pejino, que aún no conoce lo que es ganar en el siempre complicado Miramar, gracias al gol de un Héctor Tirado que enganchó una volea de bella factura que resultó imparable para Dennis.

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