El Pontevedra recupera el liderato y pone fin a la racha del Escobedo

El Escobedo no pudo prolongar su magnífica racha de ocho partidos invicto y, consecuentemente, vio también dilapidada su sorprendente dinámica de siete partidos sin encajar, con 698 minutos sin recibir gol. Los hombres de Samuel San José no rindieron al nivel de los dos últimos meses y se vieron superados en todo momento por el Pontevedra, que demostró de principio los galones de líder del grupo.

El partido comenzó con los locales volcados sobre la portería de Rumenov. Primero Pelayo, con un disparo desviado tras un barullo dentro del área; y después Garay, con un remate al palo, dispusieron de las primeras ocasiones claras de la contienda. El Escobedo buscó desquitarse de la presión inicial de los locales por medio del juego directo, pero el recurso no tuvo resultado. Pelayo y Mario mostraron su poderío aéreo y Somaza y Jay Romero no tuvieron opciones de llevarse las disputas.

El asedio continuó siendo una constante, pero Rumenov se vistió de héroe para un incómodo Escobedo. El arquero, con una felina intervención, evitó el tanto de Carlos en el uno contra uno. Sin embargo, en el minuto 32, Garay fue quién logró abrir la lata. En uno de los pocos despistes del conjunto cántabro en la retaguardia, el Pontevedra armó una jugada rápida culminada por Garay con un remate cruzado en el segundo palo. Tras el gol, el guion del partido siguió siendo el mismo. El Pontevedra atacó sin cesar y el Escobedo resistió hasta el descanso gracias a un inspirado Rumenov, que negó nuevamente el tanto a Carlos con una parada sobre la línea de gol. Se llegó al final del primer tiempo con mínima ventaja anfitriona, pero con la sensación de que el Escobedo se había librado de un serio correctivo.

Tras el paso por vestuarios, Samuel San José movió ficha y realizó un doble cambio. Mario Bastante y Aarón, que posteriormente fue protagonista, sustituyeron a Somaza e Izam. Los visitantes dieron un paso adelante e intentaron dificultar la salida de balón del Pontevedra, pero la calidad de los pupilos de Yago Iglesias provocó algún que otro desajuste en el entramado camargués. Sin embargo, esto no se tradujo en ocasiones de gol, por lo que los minutos pasaban y el Escobedo seguía con vida. Tanto fue así que, recién sobrepasada la hora de partido, Aarón estuvo a punto de poner las tablas en el marcador. El delantero cogió el balón en su propio campo y se midió en el duelo ante un Pelayo que, tras una preciosa disputa de más de 30 metros, acabó arrebatando el cuero en el último instante. Solo un minuto después, y de nuevo Aarón, tuvo la ocasión más clara para el Escobedo. El atacante recibió el balón en carrera, pero no pudo definir cuando se quedó solo ante Edu, que salvó el gol en el mano a mano. En el rechace, Juan Casar, envió el esférico por encima del larguero.

A la jugada siguiente, fue el Pontevedra quien tuvo una oportunidad de oro para ampliar diferencias. Carlos, tras fallar en la primera acción, fue arrollado dentro del área por Rumenov. El colegiado no dudó en señalar la pena máxima, pero el meta salió vencedor en el duelo con idénticos protagonistas. Carlos lanzó fuerte y abajo, pero Rumenov se hizo gigante para desbaratar la opción de gol. Poco después Álex González, nada más ingresar en el partido, colocó un centro preciso a Chiqui, que no pudo ver portería en su remate en boca de gol.

En el 82, y de nuevo con Álex González como protagonista, el Pontevedra sentenció el duelo. El capitán recibió en carrera, se plantó delante de Rumenov y fusiló la red con un potente zurdazo colocando así el 2-0. A partir de ahí el partido no tuvo más sobresaltos. El Pontevedra controló el juego sin la necesidad de buscar otro gol y el Escobedo luchó cada balón como si fuese el último. Con esta derrota el Escobedo se vuelve a colocar en posición de «playout», aunque a un solo punto de la permanencia, que marca el Rayo Cantabria.

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