El Rayo encaja una derrota sin excusas

El equipo verdiblanco tenía un partido propicio para volver a la senda de la victoria tras los dos empates consecutivos ante Laredo y Gimnástica, pero la mañana empezó de la peor manera. En el minuto 19 de partido los visitantes aprovecharon una jugada a balón parado para abrir la lata. Fue a través de una prolongación de Pedro Luz en un centro lateral que dejó solo a Fer Díaz en el área pequeña, que no perdonó con un remate cruzado que se coló en la portería de Atanes. Cinco minutos antes, Mario Rivas también pudo anotar para el cuadro abulense, pero su lanzamiento de falta lo repelió el larguero.

Le costó arrancar al equipo de Ezequiel Loza tras ese golpe inicial, pero poco a poco empezaron a aparecer sus jugadores más talentosos para hacerse con el control del partido. Y a partir del minuto 30 el filial racinguista fue capaz de encadenar varias llegadas consecutivas pero sin aparente peligro ante Álvaro. Tan solo un lanzamiento de falta desde el borde del área de Ángel que atrapó con seguridad el meta visitante.

En la recta final del primer tiempo, el partido se rompió y ambos equipos tuvieron alternativas, pero no estuvieron precisos en los últimos metros.

En la segunda parte el partido se cerró y ninguno de los dos conjuntos logró imponerse sobre el verde. Las continuas interrupciones tampoco ayudaron a que el dominio se tradujera en ocasiones. Aunque los de Loza a punto estuvieron de igualar el encuentro ya que Doumbia a punto estuvo de introducir el balón en su propia portería al despejar con la cabeza.

Pudo ampliar la ventaja en el marcador el Ávila a los 80 minutos por medio de Larrucea, que se plantó solo ante el meta del Rayo, pero el remate del delantero lo atrapó Atanes. Fue el anticipo del segundo gol visitante. El propio Larrucea, a falta de cinco minutos para la conclusión soltaba un zurdazo desde la frontal que tras tocar en Salinas se coló en la meta verdiblanca.

Poco más había que añadir ya a este encuentro. Derrota en casa, pero que no deja de contar lo mismo que cualquier otra. En una semana, en Valladolid, hay una oportunidad para borrar de un plumazo la imagen ofrecida en La Planchada.