Una segunda vuelta para cerrar objetivos

Es una cuestión de números y de tirar de hemeroteca. La salvación de los últimos años ha quedado fijado en los 42 puntos, por lo que la Gimnástica está obligada a cosechar 28 puntos en los diecisiete partidos de la segunda vuelta. El conjunto de la capital del Besaya, que es décimo sexto en el grupo I de Segunda Federación, solo ha sido capaz de sumar 14 puntos, la octava peor marca de los noventa equipos de la categoría. El reto es mayúsculo. Supone el doble de la puntuación que han logrado hasta la fecha, con lo que Siro del Barrio, el presidente del club, tiene que olvidar la idea de vender a algún jugador este mercado de invierno. Además, debe reforzar la plantilla renunciando a traspasos, pero a su vez el club no puede fichar si no hay salidas.

El Escobedo es uno de los tres equipos cántabros que están en puesto de descenso, pero de ese trío es, el que más puntos ha sumado en la primera vuelta, dieciséis. Dos más que la Gimnástica y el doble que el Laredo. Su último triunfo en Liga fue ante el Llanera (0-2) y dejó claro que el equipo había dado con la tecla. Las sensaciones son positivas y ahora toca afrontar una segunda vuelta plagada de rivales peligrosos, el primero el Salamanca.

El equipo debe mejorar tanto en la faceta defensiva como en la ofensiva, y parece que esto último lo ha encarrilado con tres tantos en sus últimos dos encuentros. Pero los de Camargo todavía tienen una dura misión por delante: salir de la zona de descenso. La salvación la marca el Compostela, que se encuentra a seis puntos del Escobedo.

Todo apunta a que el Laredo está abocado al descenso. Sus pobres guarismos -ocho puntos- en las 17 jornadas disputadas, con relevo en el banquillo incluido, le dejan marcado. El propósito de enmienda del Charles, con Juanma Fernández a los mandos, obliga a un reseteo completo. El conjunto pejino es colista. Solo ha ganado un partido, ha perdido once, empatado cinco y es el más goleado con 31 tantos, lo que supone casi dos goles por partido. También tiene carencias ofensivas. En ataque no genera ocasiones de gol y solo suma nueve dianas -solo supera al Mallorca B, con ocho-. Pero todavía queda un clavo ardiendo al que agarrarse. En la temporada 22-23, el Langreo también se encontraba en puestos de descenso a Tercera RFEF y logró salvarse cuando finalizó la temporada.

El Rayo es el mejor clasificado de los cuatro equipos cántabros - sexto del grupo I-. Los de Loza aspiran a meterse en el play off de ascenso a Primera RFEF y están a un punto del Fabril, que marca tan privilegiada posición. El arranque liguero de los verdiblancos fue muy bueno, con dos victorias y dos empates en las primeras cuatro jornadas. El Rayo continuó con los buenos resultados, aunque las lesiones en el Racing propiciaron que José Alberto echase mano de algunos jugadores del filial en Liga y Copa. Carrascal, Salinas, Aitor Crespo, Diego Díaz, Izan y Solórzano han sido habituales en las convocatorias del Racing y algunos han llegado a debutar en Segunda. Ahora, se espera Loza pueda contar con la mayoría de sus efectivos y para consolidarse en la zona alta de la clasificación.