Tomé llama a Athenea y otras 14 campeonas, pero la mayor parte rechaza la convocatoria

La respuesta llegó horas después. Tras una reunión telemática, las jugadoras hicieron público que no atenderán a la llamada de hoy en la Ciudad del Fútbol de Las Rozas, poniendo en un buen aprieto a la RFEF de cara al partido de la Liga de Naciones ante Suecia el viernes. «La Federación no se encuentra en condiciones de exigirnos acudir», señala el texto de las futbolistas. «Lo expresado en nuestro comunicado del 15 de septiembre de 2023 deja claro y sin ninguna opción a otra interpretación nuestra firme voluntad de no ser convocadas por motivos justificados. Estas afirmaciones siguen plenamente vigentes», comienza la nota hecha pública por las internacionales en sus diferentes perfiles de redes sociales (no en el caso de Athenea).

«Nosotras, como jugadoras profesionales de élite y tras todo lo acontecido en el día hoy, estudiaremos las posibles consecuencias legales a las que nos expone la RFEF al ponernos en una lista de la que habíamos pedido no ser convocadas», continúan, dejando claro que afrontarán las resposabilidades que puedan recaer en ellas.

«Nos parece relevante señalar, en este sentido, que la convocatoria no se ha realizado en tiempo y forma, por lo que entendemos que la RFEF no se encuentra en disposición de exigirnos acudir a la misma», concluyen.

La nueva seleccionadora había convocado a quince campeonas del mundo, incluida la cántabra Athenea del Castillo, y cuatro de las también quince futbolistas que habían renunciado mucho antes a la selección: Mapi León, Patri Guijarro, Amaiur Sarriegui y Lucía García. La de Solares es una excepción y puede que acuda a la cita, puesto que no firmó aquel manifiesto en el que 39 jugadoras anunciaban su renuncia temporal. Esa que ahora parece confirmarse pese al relevo en el banquillo.

La situación, de no solucionarse, es compleja para todas las partes. Las futbolistas se arriesgan a una grave sanción y la selección española, a una hipotética incomparecencia en su duelo ante Suecia en Gotemburgo, previsto para el viernes.

«Confío en que las jugadoras son profesionales. Vienen de ser campeonas del mundo. Sé que van a estar aquí con nosotros mañana –por hoy–», señalaba por la tarde una esperanzada Tomé, que desveló sus contactos con las futbolistas en las últimas horas, pero no el contenido. No podía garantizar la presencia de las internacionales en la concentración. A tenor de lo sucedido después, Tomé se equivocaba en sus palabras.

Este capítulo supone un nuevo conflicto tras varias semanas de convulsión. Las 39 futbolistas que firmaron un comunicado el pasado viernes declarándose no seleccionables si no se producían más cambios en la Federación Española de Fútbol mantenían a primera hora del día su postura inicial pese a los contactos con el organismo durante el fin de semana. Y a última hora confirmaron su plante.

La RFEF no cierra las puertas a algunos de esos cambios que demandan las futbolistas, con su secretario general, Andreu Camps, como línea roja. Había instado a las futbolistas a regresar y aseguraba ser «consciente de la necesidad de realizar cambios estructurales, como ya ha anunciado el presidente de la Comisión Gestora, Pedro Rocha, y ha comenzado a materializar en las últimas fechas».

«Este convencimiento ha llevado a tomar decisiones difíciles en los últimos días que seguirán adoptándose dado que existe la convicción propia de que es necesaria una renovación», añadía la Federación intentando que esta postura pública acercara un acuerdo. No parece probable. E imposible a corto plazo.

Porque al mismo tiempo solicitaba razones prácticas y objetivas antes de acometer cualquier salida. Así lo hizo público a través de una nota en la que considera «absolutamente imprescindible, para llevar a cabo estos cambios, esclarecer cada uno de los comportamientos y conductas que hayan podido producirse y actuar, por tanto, con profesionalidad y justicia, dirimiendo las responsabilidades pertinentes en cada caso».

Una vez convocadas por Montse Tomé, las internacionales se enfrentan a posibles consecuencias disciplinarias si no acuden a la llamada de la selección. El artículo 23 de la nueva Ley del Deporte establece que uno de los deberes de las personas deportistas es «acudir a las convocatorias de las selecciones deportivas cuando sean debidamente citadas, en los términos y condiciones que se establezcan reglamentariamente».