Secciones
Servicios
Destacamos
Tan solo fue un instante. Pero estuvo lleno de silencio. La bola con el nombre del Velarde había salido de la copa de los equipos más humildes –diez en total– del sorteo. La copa de los sueños. Y cuando se leyó el nombre de los ... de Muriedas, la cafetería de La Maruca estallaba de júbilo. Faltaba conocer al rival.
'Chissssssssssssst'. Varias voces pedían silencio. La retransmisión vía web que se proyectaba en la tele de la cafetería no tenía un volumen demasiado elevado. A nada que hubiese alguna voz, no se oiría el nombre que todos esperaban. Por eso, apenas hubo ese instante de silencio total. De la copa que contenía los 16 'Primeras' ya había salido la bola. Se desdobla el papel... Eso fue lo que duró el silencio en esa cafetería. 'Sevilla'. Lo que ocurrió después fue la cara más bonita del deporte. Gritos de alegría, saltos, abrazos, caras de felicidad a más no poder de un puñado de chavales vestidos de rojo y negro. Porque el partido más importante de sus vidas será contra un equipo de la realeza del fútbol español. Ahí van los datos. Una Liga, una Supercopa de España, cinco títulos de Copa, una Supercopa de Europa y seis títulos –el rey de esta competición– de la Liga Europa adornan el palmarés del club de la capital andaluza. Sin más, los hispalenses juegan este martes en Liga de Campeones. No hace tanto que los sevillistas visitaron Camargo. El 12 de enero de 2020, se citaban con el Escobedo en el Eusebio Arce. El resultado, un 0-5 de un Sevilla que venía avisado, ya que los cántabros habían apeado antes en la Copa al Málaga.
A eso de las doce, por los aledaños de la cafetería de La Maruca se empezaban a ver chándales rojos y negros. Los colores del Velarde. La sonrisa de quienes los vestían delataba que era una mañana de lo más especial. «El Villarreal me gusta. No sé por qué estoy con eso en la cabeza». Alejandro Manrique es el portero titular del Velarde. Quizá el héroe anónimo, porque una parada suya evitó el empate a uno del Turégano al final del partido. «Si el otro día fue especial –por este lunes–... Estamos muy ilusionados. Nos da igual el rival. Aquí venimos para evadirnos, para jugar y entrenar. Y ahora, mire. Contra todo un Primera».
Los futbolistas del Velarde llegaban conforme se aproximaba la hora del sorteo, las 12.30. «Yo quiero el Atlético. Soy colchonero desde pequeño», afirmaba Güemes. YJaime se salía un poco de la lógica. «Yo soy del Celta. Por ver aquí a Iago Aspas...». La tropa del Cholo Simeone, por nombre y prestigio, era quizá la favorita. «El Atlético», corroboraba como preferencia Sergio. Sin saberlo, Javier Saldaña ejercía de futurólogo. «El Sevilla», esbozaba con una sonrisa. Antes del sorteo, el centrocampista del Velarde no rehuía la pelea ante quien fuese. «A plantear el partido tal y como jugamos. A ver si tenemos alguna ocasión arriba. Nada de salir derrotados al campo. Yo confío en los jugadores. El Solares le dio un buen susto al Espanyol el año pasado».
La cafetería sirve como pequeño templo de un club humilde. Como los miles que hay en España. Trofeos ganados a lo largo de más de medio siglo de trayectoria, banderines recopilados de otros clubes, dibujos de chavales, horarios de entrenamientos... Perdura el cartel del partido contra el Turégano. 'Es tiempo de soñar en La Maruca', rezaba su lema. Manuel Ruiz estaba en una esquina de la pequeña barra de la cafetería haciendo tiempo para el sorteo. Su cara transmitía una inmensa y serena felicidad. «Llevo 22 años en el Velarde», afirmaba el que es un poco el hombre para todo en su buen equipo de veteranos. «Los chavales se lo merecen. Por mí, que venga el Athletic de Bilbao. Que esto sea una fiesta y que venga toda la gente que pueda. Será el día más importante en la historia del club». Al otro lado de la barra, Isabel, «la que manda aquí», decían en la cafetería entre risas, consentía que un cámara de televisión entrase en sus dominios para grabar a los chavales.
Una salva de aplausos anunciaba las 12.30 horas y el comienzo de la emisión. Rubén, el segundo portero del Velarde, se animaba con la primera broma. «Vamos Jorge, que la vas a levantar», señalaba entre las risas de sus compañeros cuando aparecía el trofeo de campeón. El acto en Madrid empezaba con un vídeo del pasado campeonato, centrado en esos equipos modestos que, como el Velarde, iban a recibir a un grande. Javi Saldaña no podía reprimir una cara de emoción al escuchar en el vestuario al entrenador del Utrillas antes de su partido contra el Valencia. 'Quedemos como quedemos, vamos a disfrutar'. A ellos les tocará vivir eso mismo el fin de semana del 12 y 13 de noviembre.
El vídeo se hacía largo y ya los jugadores no prestaban atención. Gonzalo Rodeño, concejal de Deportes de Camargo, también andaba por ahí. Otro que pedía «el Athletic». Y tranquilizaba sobre lo poco que habrá que hacer en La Maruca para recibir a su rival. «En principio, no será complicado. Es un campo moderno. Y de luz, tenemos mucho más que lo que pide la Federación». Cerca de él estaba Ángel Cabeza, padre de dos niños –uno cadete y otro benjamín– que juegan en el Velarde. «Por mí, el Atlético. Que nos toque el gordo. Y a mis hijos también les gustaría».
El sorteo cogía temperatura. E Isabel ponía en marcha la porra –a un euro– para ver quién tocaba. Se anunciaba que en una de las copas estaban los equipos más humildes. Los aficionados. Entre ellos, el Velarde. Dani Incera, el goleador ante el Turégano, sentado ya en la barra cerraba los ojos y una sonrisa delataba que ya soñaba con algún nombre. Y empieza el sorteo. Primero, el L' Alcora. Y el Elche como rival. Ahí llegó el primer gran grito de júbilo. Porque solo unos pocos equipos de los 16 que había tienen el cartel de grandes. Los demás... Como si fuesen ese regalo de cumpleaños o Navidad que no son lo que se quería. Se da las gracias y se aceptan, pero al punto se olvidan. El deseo era otro.
Y llegó ese instante de silencio. Y la explosión de alegría. Y el cantar todos abrazados. Saúl Bolado es el futbolista sevillano del Velarde. Y no podrá jugar, al estar lesionado en el brazo izquierdo. «Aunque soy del Betis», añadía con una sonrisa pícara. «Habrá que meterles uno, aunque sea de rebote», apuntaba Dani Incera, el autor del gol más importante, de momento, en la historia del Velarde. Ese que valió para medirse a todo un Sevilla. «¿Cómo plantear ese partido? Buffff...». Carlos Cruz, el entrenador del Velarde prefería este lunes disfrutar del momento. Aunque tiene claro que estudiará al rival. «A ver si se lo podemos poner difícil. Pero vendrán a pasar como sea». El sueño del Velarde ya tiene nombre. Sevilla. «¡Es que un equipo de Champions va a venir a jugar aquí, contra nosotros!», concluía Javi Saldaña. Para los hispalenses será el primer partido del torneo. Y uno más en su estadística. Para el Velarde, y este ya sí, el más importante de toda su historia.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.