Sueños de bronce en San Lorenzo

El Laredo recibe al Alavés B en un partido a cara o cruz; la penúltima bala en la recámara de los pejinos y la antepenúltima de los vitorianos, ya que el Laredo descansa en la última jornada. Ambos equipos se juegan hoy gran parte de su futuro. A los de Calleja la victoria les engancharía a la fase intermedia al menos hasta la última jornada, pero la derrota podría ser casi la sentencia del equipo hacia la liguilla de descenso a Tercera División.

El Charles llega en una situación complicada a nivel moral. El duro varapalo recibido en Lezama frente al Bilbao Athletic, sin duda ha sido la gran piedra en el camino a esquivar. Pero la conjura del mismo sábado y un ánimo tendente al alza durante toda la semana han sido los grandes apoyos para que los de Manu Calleja levanten la cabeza y tengan ganas de que llegue el partido de hoy. El técnico de Beranga y sus jugadores han insistido estos días que se ven con fuerzas para sumar los seis puntos en juego ante el Alavés B y el Leioa, la próxima semana en Sarriena, para evitar esa liguilla de descenso.

En el recuerdo estará el duro correctivo de la primera vuelta en Ibaia (3-0), pero será también un acicate para un Laredo que es diferente al de aquel partido. Volverá a ser un duelo de estilos, con un cuadro pejino más alegre con la pelota, tratando de llevar el peso del partido y un Alavés B que buscará decidir el choque a la contra y a balón parado.

Posesión contra estrategia. Ganar por insistencia frente ganar por precisión. Esas serán las dos vertientes de un partido de alta tensión, en el que lo que está en juego es la supervivencia de ambos equipos en la categoría.

Lo que está asegurado es el lleno en las gradas de San Lorenzo. Las más de 700 gargantas pejinas, que son las que pueden acceder al estadio tras el decreto de la Consejería de Sanidad, buscarán que el recinto del Charles vuelva a ser un fortín. La unidad y el factor ambiental son otras dos premisas que han pedido desde el club para vencer al conjunto albiazul.

Para este partido, Manu Calleja podrá contar con Guipu y Faouzi, que vuelven después de cumplir sus respectivas sanciones. Pero no serán de la partida ni Rasines, expulsado ante el filial del Athletic, ni tampoco Borja Ares y Diego Marta, que siguen recuperándose de sus lesiones. Además, Saúl García será duda para el encuentro con un problema de pubis.

Todo indica que habrá pocos cambios en la escuadra rojilla, tan solo el obligado de Rasines ya que el cuerpo técnico seguirá confiando en el bloque del último encuentro. Por lo tanto, la única variación sería la entrada de Portilla por Rasines, para ocupar el centro de la zaga junto con Toboso. Goñi pasaría al lateral derecho.

El resto de los jugadores a priori será el mismo. Los dos mediocentros, Manu Ortiz y Felipe, parecen inamovibles. La duda en el inicio de la semana era comprobar cómo estaba Ortiz tras el golpe en Lezama, pero el de Colindres ha entrenado con normalidad y está en perfectas condiciones.

Siafa es seguro en punta, mientras que Riky y Vinatea estarán en los carriles. El primero tendrá mayor influencia en la creación, mientras que su compañero cumplirá con un rol más ofensivo.

Mientras, el Alavés B llega al San Lorenzo con solo un punto menos que el Charles después de una temporada de altibajos. En sus filas destaca la calidad de hombres como el exinternacional sub-16 Godoy o el georgiano Gagua. La idea de Calleja es evitar las transiciones rápidas de los vitorianos y vigilar a sus hombres de arriba. «Del centro del campo hacia adelante tienen jugadores rápidos, buenos técnicamente y habilidosos», señala el míster del Charles.

La de hoy es una jornada vital para el Laredo. Ganar da aire, perder estrangula. La soga aprieta en el cuello de los pejinos. Todo está en manos de los hombres de Manu Calleja, que sueñan en bronce.