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Aser Falagán
Santander
Domingo, 23 de enero 2022, 13:35
El fútbol cántabro vivió el sábado un episodio de preocupación y temor sobre el césped que afortunadamente se resolvió sin consecuencias cuando un jugador cadete del Atlético Mineros C se mareó y desmayó sobre el césped, con el consiguiente temor de sus compañeros, técnicos y ... público. La buena y rápida intervención de todos los implicados, a pesar de la tensión del momento, llevó a que el menor fuera atendido de inmediato y trasladado al Hospital Valdecilla, donde se le sometió a diversas pruebas y se ha descartado, de acuerdo con la información de la que se dispone, cualquier dolencia de gravedad.
Si la reacción fue rápida y efectiva en lo práctico, también resultó ejemplar en lo deportivo y lo humano. Comenzando por el árbitro del partido, ÁlvaroGonzález, y siguiendo por los banquillos y las personas allí presentes, entre ellos Cristian Setién, que actuó con gran celeridad para atender al futbolista
Todo ocurrió, según se explica en el acta del partido y ha explicado también la Federación Cántabra de Fútbol, en el minuto 20 de la segunda parte, cuando el Mineros C ganaba 0-1 al Marina Sport C en su partido del grupo B de Tercera cadete. Según explica textualmente el documento arbitral, «el jugador número 11 se desvaneció en el suelo argumentando que se encontraba mareado y no podía respirar bien. El delegado de su equipo –Setién– salió para intervenir al jugador y posteriormente llamó a la ambulancia». Tras ello, fue trasladado al Hospital Valdecilla, donde se le hicieron las pruebas pertinentes y se descartó, según se comunicó también, cualquier dolencia de gravedad, aunque con la recomendación de que el joven permaneciera entre 24 y 48 horas en observación para mayor seguridad. En definitiva, todo apunta a que se trató solo de un susto, aunque de tremendas dimensiones, que congeló los ánimos del campo de Bezana.
En lo deportivo, y en medio de la preocupación por lo sucedido, ambos equipos acordaron prácticamente de inmediato y con un consenso prácticamente completo, que el partido no se siguiera disputando. Tanto por la situación anímica en la que habían quedado los jugadores como por respeto a la situación y al compañero afectado. En concreto, el acta señala que «debido a que ni los jugadores de ambos equipos ni los cuerpos técnicos estaban en condiciones anímicas de continuar el partido».
El joven futbolista, arropado por el cuerpo técnico del Mineros, se encuentra atendido y, en principio, fuera de peligro, siempre en medio del interés de su propio equipo, sus adversarios y de la FederaciónCántabra de Fútbol, que según tuvo conocimiento del suceso estuvo en contacto directo con el entrenador del Mineros.De hecho, su presidente, José Ángel Peláez, transmitía tras interesarse por el estado del jugador su enhorabuena a ambos clubes y al árbitro por su buena y rápida actuación durante la crisis.
«Cuando alguien sufre un problema como el sucedido con este jugador visitante lo primero es pensar en él y en los compañeros de su equipo que estarían viviendo una situación muy tensa. Lo menos importante es el partido; siempre las personas están muy por encima. Gracias de corazón. Especialmente felicitar a Cami –del Marina Sport– por pensar en los demás antes que en el mismo. A pesar de ir perdiendo 0-1, en todo momento valoró más la situación de tensión del equipo rival que en sacar ventaja deportiva por un problema de salud. Esto son los valores que da el fútbol», resumía Peláez.
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