El Tajonar pone a prueba al Laredo

La ola buena sobre la que cabalga el Charles llega hasta Pamplona, donde no hay mar pero sí acantilados que pueden poner en peligro el surfeo del equipo pejino, ya que no conoce la derrota en los cuatro últimos partidos.

Tanto el equipo filial del Osasuna como el Laredo han dicho, prácticamente, adiós a luchar por los puestos de ascenso a Segunda RFEF, pero pese a todo, ambos mantienen el discurso de que son tres puntos importantes para sus objetivos, aunque el propósito principal del curso era la permanencia. Lo cierto es que llegan en momentos diferentes. El Charles ha iniciado una tendencia al alza en esta segunda fase confirmada por la importante y prestigiosa victoria ante el Tarazona (2-0). Ahora se mide a un Osasuna B que tuvo que descansar el pasado fin de semana por un positivo de covid-19 de dos jugadores del Racing y que además viene de caer derrotado en su terreno de juego por el Real Unión (0-2).

A pesar de ello, Manu Calleja, ha avisado a sus jugadores que de los veinticuatro puntos con los que acabó la primera fase el filial del Osasuna, dieciséis los ha sumado en Tajonar. Un campo difícil en esta Liga y casi imposible históricamente para los rojillos. Tan solo ha jugado un encuentro ante el filial navarro el conjunto de la Costa Esmeralda, fue en la temporada 1989/90 en Segunda B y el encuentro finalizó con empate a cero.

Los pejinos, que cuentan con las bajas de Borja Ares, Diego Marta, Manu Ortiz, Saúl García y David Sanz, por lesión y Toboso por acumulación de amonestaciones, acuden a Tajonar con la confianza por las nubes. Se presume que el técnico de Beranga apostará por un once valiente, con los 'jugones' tomando protagonismo por dentro y dos bandas puras.

Pero ni siquiera el guardameta titular está claro. Puras retomó la titularidad en el último encuentro frente al Tarazona. Rafa no dejó malas sensaciones en sus anteriores actuaciones. El que juegue intentará dejar su portería a cero por tercer encuentro consecutivo. En defensa, la pareja de centrales Goñi-Guipu parece segura tras la baja de Toboso. Donde no habrá dudas será en los laterales. Rasines y Álex Pérez iniciaron la temporada como titulares y tan solo ha faltado el defensa derecho por sanción.

En el eje del juego del Laredo el míster rojillo cuenta con recursos suficientes y variados para plantear una medular de garantías en Navarra. Con Felipe Peredo como único mediocentro indiscutible, Faouzi podría ocupar el sitio de un David Sanz lesionado para que garantice un mayor sostén atrás. El resto se comprobará una hora antes del partido.

No obstante, lo más lógico parece pasar por un esquema con dos extremos puros -Vinatea y Riky parten un punto por delante por su mayor versatilidad y capacidad de asistir desde la línea de cal-. En vanguardia, Álvaro y otro más. Parece que Calleja colocará a Siafa junto al de Colindres.

Además, en esa intención de tener enchufados y darles minutos a los jugadores, Calleja cuenta con más armas arriba. Iván Argos es otra variante con la que puede contar tanto de inicio como si el equipo necesita un punto más en la segunda parte. Un revulsivo a tener en cuenta.

El cuadro pejino deberá hacer «muchas cosas bien» ante un oponente que «tiene un gran número de variantes y genera mucho gol. Será un partido tipo al de Vitoria, pero ante un rival que tiene más recursos. Hay que estar concentrados y con un nivel de acierto en el juego parecido al que tuvimos frente al Tarazona», avisa el técnico de Beranga. Es un filial atípico, que compite de forma excelente sobre todo en casa y que llega a la portería contraria «muchas veces y bien».

El fútbol combinativo será el arma de los pejinos, que seguirán apostando por el mismo estilo de los últimos encuentros. Y es que los hombres de Calleja necesitan su mejor versión para derrotar a un equipo que destaca por su desparpajo y su buen juego. El conjunto navarro, entrenado por Santi Castillejo, será un duro rival para controlar la posesión, ya que el Osasuna B no renuncia a tener la pelota.