«En el terreno corto Paco Gento se expandía, pero fuera le costaba»

Cada vez que José Luis Llorente visita Cantabria regresa un poco a las raíces. Su DNI dice que nació en Valladolid y se crió para la vida y el baloncesto en Madrid. Con estos datos, puede parecer que Cantabria no constituya un hito especialmente significativo de su vida. Pero lo es. Porque allí nació su madre, porque allí conserva familia y porque en Guarnizo nació una larga saga de deportistas que tuvo en la Galerna del Cantábrico a su patriarca.

Este jueves Joe Llorente, que era su nombre de guerra en el baloncesto, presentó 'Gento Real'. Lo hizo en Ámbito Cultural de El Corte Inglés, a pocos metros del viejo campo del Nueva Montaña en el que su tío comenzó a jugar. «No es una biografía al uso; es una visión de una época. Una del sobrino y otra del deportista», explicaba. Para él tiene también algo de viaje afectivo.Antes de la presentación, con varios primos en la sala, había pasado por la casa de Guarnizo. «Estos salen en el libro», bromeaba a la llegada de ciertos rostros literalmente familiares.

José Luis Llorente no solo es miembro de una dinastía, sino un histórico del Real Madrid. En su caso, del de baloncesto. Tanto como para que le arropara en la presentación Chechu Biriukov. Junto al vasco-moscovita recordó una figura, la de su tío Paco, de la que «no quedan tantos testimonios gráficos». El recuerdo de sus carreras se perpetuó por el testimonio entre generaciones, y el sobrino quería llenar de algún modo ese pequeño vacío, si es que se puede hablar de vacío en un futbolista universal: «Me puse a investigar, a recordar y a escribir para que quedara una huella escrita por alguien que tenia noticias, anécdotas y esencia acerca de todo lo que ocurrió».

Lo de 'Gento Real' le va a la perfección a una biografía que recorre el lado público y el íntimo, pero sin excesos, del extremo. Encumbrados como estaban aquellos jugadores del Real Madrid, constantes ganadores en una España que acostumbrada a los lobos solitarios deambulaba por el deporte internacional sin demasiados éxito que celebrar, el Madrid yeyé –y el anterior– rompieron esquemas. Y fueron humildes. «Los futbolistas de ahora no lo son», reflexionaba Biriukov. Al mayor de los Gento nunca le gustó el foco. Evitaba en lo posible entrevistas y saraos mientras su figura inspiraba toda una saga. Sus dos hermanos jugaron también en el Racing y cuatro sobrinos, los Llorente, hicieron carrera en Madrid: dos en el fútbol y otros tantos en el baloncesto. Marcos Llorente encabeza la tercera generación.

'Gento Real', que además del juego de palabras con alusión madridista son los dos apellidos del los hijos del mito, recuerda la figura de quien aún hoy es un hombre récord –nadie ha igualado sus seis copas de Europa– no solo por sus cualidades: «Paco tenía una enorme pasión por el fútbol; desde que era niño a los padres les costaba mucho que hiciera cualquier otra csa que no fuera eso. Ir a la escuela, ayudar en casa, cualquiera».

«El libro es bastante cántabro.Huele a lluvia y tierra mojada, porque de forma inevitable tenía que ser así», rememora Llorente al repasar la figura de un «superdotado del deporte». Lo hace desde la cercanía de la familia y a través de imágenes de una época y anécdotas personales, pero se ha guardado cosas y lo reconoce: «Yo también tengo sangre cántabra y me cuesta abrirme y contar cosas muy íntimas, así que he intentado no adentrarme en algunas que a las generaciones actuales les parecería normal contar, pero que las anteriores podrían pensar que es exponerse demasiado».

Rememora también, era imprescindible, la figura de la Saeta Rubia: «Alfredo di Stéfano y Paco Gento se van apoyando cada vez más uno en otro, sobre todo cuando van pasando los años y Paco va abandonando la banda y ocupando posiciones más centradas. Pero había una clave: lo primero era el equipo, y cuando el Real Madrid ha sido fiel a esta filosofía es cuando ha tenido éxito», reflexionaba enlazando pasado y presente.

Esa lluvia que transpira el relato es especialmente significativa en los primeros capítulos. «Empiezo la historia tomando como referencia a los bisabuelos, y a partir de ahí voy tirando de hilo; siguiendo la historia de Paco y sus hermanos. El libro está dedicado a los tres; a mis tres tíos –todos jugaron en el Racing–, porque los tres influyeron mucho en nuestra vocación por el deporte». La que se trasladó a sus sobrinos, a la tercera generación de Marcos Llorente y a una cuarta que apunta, con un representante incluso entre esa audiencia que acompañaba al autor en el viaje afectivo a la biografía de su tío. Un libro y una vida a disposición en los lineales de cualquiera que desee evocar un tiempo y una época.