Los test traen esperanzas y algunas dudas a los clubes cántabros de Tercera

«Lo que quiero es que no pase nada, porque aquí estamos hablando de jugadores y también de sus familias», señala Luis Merino, presidente del Escobedo, en relación a los test. «Lo importante es que han decidido que lo pagan entre la Federación y la AFE, que es el sindicato de los futbolistas. Por eso me parece bien, porque es mucho dinero a nivel nacional».

Merino aún tiene dudas de cómo se van a realizar los test. «Estamos a la espera de lo que nos diga la Federación, porque lo que no sé yo es quién se va a encargar de realizarlos, dónde se van a realizar y cómo». El alivio viene porque las cuentas del club no se verán mermadas por este asunto. «El problema vendría si los tuviéramos que pagar nosotros», dice el mandatario del Escobedo. «Porque parece que en el fútbol somos cuatro golfos, que sin fútbol no se puede vivir y que nos pasamos todas las normas por el arco del triunfo», explica. «También se puede vivir sin ir a los bares o al teatro, por ejemplo». El presidente del Escobedo señala que «no hay sitio más seguro que un campo de fútbol, ya que como dicen las autoridades es lo mejor porque se está al aire libre».

El presidente del Cayón, Nisio Humara, está a la espera de las directrices que le marque la Federación. «Me parece muy buena la idea, tanto de la Federación como de AFE, pero de momento no sabemos nada de cómo van a ir los test. Todo es de lo que nos van diciendo, pero lo que tiene que valer es lo que digan desde la Cántabra».

El mandatario del conjunto de Cayón tiene dos equipos a quienes les corresponde realizar los test, el de Tercera División y el juvenil nacional. «Dicen que sólo se lo van a realizar a los jugadores, pero los técnicos también están en contacto con ellos, por eso sería recomendable que se los realizasen también», apunta. Humara piensa que para ahorrar costes sería importante que los médicos de la Federación enseñaran «por ejemplo al fisioterapeuta del club. Los test se harían más rápido, sin necesidad de desplazar jugadores y sería más barato. Y me gustaría saber a qué precio me costarían a mí si quiero realizar test a algún jugador más de otra categoría», concluye.

José Luis López, presidente de la Cultural de Guarnizo, que tiene dos equipos que tendrán que pasar los test, se encuentra a la espera de que la Federación Cántabra le concrete más la forma en la cual se van a desarrollar. «La idea es muy buena», reconoce, pero comenta que si los test se los mandan al campo no sabe «qué hacer con ellos». «Pero quién me los hace, quién dice que es positivo o negativo», se pregunta. Para López, lo normal sería que alguien le dijera «a qué laboratorio tengo que ir». También quiere saber quién vendrá a hacer los test a los jugadores y quién le va a dar los resultados. «Hasta entonces está inexacto. Falta algo en la idea. Es muy buena pero hay que desarrollarla».

El directivo del Tropezón, Carlos Orcajo, reconoce estar a la espera de que la Federación Cántabra les diga los pasos que tienen que seguir para realizar los test. «Cuando nos digan algo pues lo haremos. Lo que pasa es que no sabemos si será en el campo, o en Torrelavega, Mompía o la Mutua de la Federación». Tampoco sabe Orcajo si el club tiene que poner el médico o enfermera para realizar los test y si es así «quién va a pagar esos gastos», se pregunta. Es por eso que el dirigente del conjunto de Tanos está a la espera que el presidente de la Federación Cántabra, José Ángel Peláez, envié un comunicado para ver cómo tienen que realizarlos.

El presidente del Textil Escudo, José Manuel Rivero, cree que es una buena opción la realización de los test. «Pueden ayudar mucho, es una solución práctica, fiable, para todos los jugadores. Cuanto más tengamos controlado el fútbol, mejor para todos», afirma. «Es para estar satisfecho por el ahorro logístico y económico logrado con esta nueva norma». Rivero confía en que «mañana -por hoy- o pasado nos explicarán cómo tenemos que actuar para poder realizar los test».