Un triunfo puede valer un sueño

El entrenador del Charles, Manu Calleja, aseguró que es normal que «la tensión y la responsabilidad» de la competición vayan apareciendo, pero aún así considera que están todos «tranquilos». Y es que el técnico tiene plena confianza en sus futbolistas. «Saben jugar al fútbol y lo tienen que demostrar, que den ese punto más que en situaciones límite sacan los jugadores. Lo malo es que no van a tener el apoyo de los aficionados», afirmó.

El Laredo, después de prácticamente media temporada en la zona de peligro, llega al último partido de la fase regular -para ellos, ya que descansan en la última jornada- en una situación propicia, pero no todo depende de los rojillos. Las combinaciones posibles entre los cuatro equipos que luchan por no acompañar a Leioa y Barakaldo a la liguilla de descenso a Tercera son muchas. Con todo, el Charles tiene que hacer lo que esté en su mano, que es ganar. Después solo le queda esperar y mirar de reojo lo que pase en el Racing-Arenas y en el Portugalete-Real Unión. Al margen de lo que acontezca en Sarriena, habrá que estar preparado para el vuelco que puede dar todo con cada gol que se produzca en cualquiera de esos dos partidos.

En este tipo de encuentros el miedo a perder suele convertir estos partidos en duelos muy cerrados, con pocas ocasiones y en los que se trata de correr los mínimos riesgos. La estrategia puede convertirse en un factor determinante para desequilibrar el marcador, cambiar el signo del partido y otorgar los tres puntos. Ante este panorama, el técnico rojillo, deberá atinar en la elección de los nombres que mejor puedan soportar la presión y cuyo físico responda lo suficiente. Calleja solo cuenta con las bajas de Diego Marta y Borja Sanz, y todo parece indicar que el de Beranga regresará a la fórmula que mejor resultado le ha dado en esta recta final: Cinco hombres en el medio campo, dos por las bandas y tres por el centro con un Álvaro más adelantado para realizar labores de enganche con Siafa.

En cuanto al Leioa, último en la tabla, llega con tan sólo una victoria -frente al Racing-, y once jornadas consecutivas sin ganar de los dieciocho encuentros que ha disputado. Pero el Charles no se fía. Sarriena es uno de los campos más difíciles del subgrupo.