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La Gimnástica consiguió la victoria en el último suspiro del partido. María Gil Lastra

El Malecón vuelve a creer en la permanencia

La Gimnástica gana al Oviedo B en El Malecón gracias al acierto de Fer ante la meta asturiana en el minuto 91 y cierra una etapa de cuatro meses sin vencer en casa

ADELA SANZ

Domingo, 3 de marzo 2019, 09:19 | Actualizado 21:49h.

En una gran segunda parte, recurriendo al orgullo y a la épica, la Gimnástica doblegó a un Oviedo B que había tomado ventaja en los primeros lances del partido.

Gimnástica

Álex Ruiz; Fer, Fermín, Ramiro, Luis Alberto; Víctor, Vitienes (Primo, m. 74), Palazuelos, Alberto; Nacho Rodríguez (Giovanni, m. 46) y Leandro (Rozas, m. 46).

Oviendo B

Giralt, Mier, Lobato, José Martínez, Ugarte, Jimmy, Ernesto, Edu Cortina, Steven (Lucas, m. 60), Roberto (Isma Fagir, m. 86) y Sandoval.

Goles 0-1 m. 6 Luis Alberto (p.p.). 1-1 m. 79 Alberto (p.). 2-1 m . 91, Fer.
Árbitro Patiño Álvarez, del Comité Madrileño. Amonestó a los locales Nacho Rodríguez, Ramiro,Palazuelos y Fer de la Gimnástica. Por parte visitante, a Giralt, Lucas y Roberto.
incidencias El Malecón. Aproximadamente 2.500 espectadores en partido correspondiente a la 27ª jornada de Liga.
el detalle Gio Navarro provocó el penalti con un disparo que golpeó en la mano de un defensor del Vetusta. Alberto, desde los once metros no falló y empató el partido para llevar la esperanza a los suyos.

Con el propósito de fortalecer el juego ofensivo, Dani Mori introdujo algunos cambios tanto en la alineación como en el esquema táctico. De inicio su equipo adoptó un 4-1-4-1, con Palazuelos de único mediocentro, Víctor y Alberto por delante de él, Leandro en banda izquierda, Hugo Vitienes por la derecha y arriba Nacho Rodríguez.

La jugada del Oviedo B pilló a todos por sorpresa. Es cierto que en los primeros minutos ya había dado muestras de que quería la posesión, pero tal vez ni los propios ovetenses esperaban adquirir ventaja tan pronto. Tampoco parecía una jugada de gol, pero en ocasiones suceden este tipo de cosas. Un tiro desde muy lejos, un mal despeje y un rechace desafortunado que termina con el balón dentro de la portería. Fue Sandoval quien probó fortuna y le salió uno de esos disparos que casi nunca ocasionan peligro, solo que esta vez Álex Ruiz, casi siempre bastante seguro en este tipo de acciones, no logró sacárselo de encima, dejándolo en tan mala situación que Luis Alberto, al tratar de despejarlo de cabeza, marcó en propia meta. Una acción infortunada que iba a resultar una losa para un equipo que debía afrontar el choque cuesta arriba y obligado a rehacerse sobre la marcha.

La Gimnástica, ocupada en digerir el disgusto y en tratar de hallar su sitio en el partido, apenas cruzó la línea del centro del campo en el primer cuarto de hora. Cuando lo hizo, fue en una acción a balón parado, un saque de falta botado por Leandro que detuvo Gorka Giralt. Fue la única ocasión blanquiazul hasta que, pasada la media hora, Víctor lo intentó desde fuera del área, enviando el balón por encima de la portería, en una jugada más cargada de intención que eficaz. El conjunto de Javi Rozada, con un resultado favorable desde los primeros minutos, jugó como quiso durante un primer tiempo en el que los torrelaveguenses apenas lo inquietaron hasta cerca del descanso, cuando Leandro, en un mano a mano con el portero, chutó demasiado cruzado y el balón se le fue rozando el poste izquierdo de la portería.

Descontento tal vez con el juego en ataque de los suyos, Dani Mori decidió cambiar parte de la línea ofensiva, introdujo en el campo a Rozas y Giovanni en lugar de Leandro y Nacho Rodríguez, más voluntariosos que afortunados. Tal y como estaban las cosas, con el marcador adverso y con el cronómetro sumando minutos, no había tiempo que perder. Había que reaccionar, empujar arriba y, para empezar, buscar el empate.

Los cambios le hicieron bien al equipo. Con el paso de los minutos,

Los jugadores blanquiazules lo intentaron con ahínco, pero no atinaron en sus remates. A Diego Rozas se le fue rozando el poste, minutos después Palazuelos cabeceó también fuera, evidenciando que este equipo posee actitud y que es capaz de jugar a un nivel más que aceptable, pero que su mayor defecto, que está siendo además su condena, es su escasa capacidad para marcar. Y sin goles, en el fútbol cualquier tipo de discurso queda vacío.

Restaba menos de un cuarto de hora para el final y la Gimnástica seguía intentándolo con entusiasmo.

Pero era solo el gol del empate. Había que ganar y apenas quedaban diez minutos. Y los blanquiazules hicieron lo que debían hacer, volcarse sobre el área ovetense, pero el tiempo pasaba y el anhelado gol de la victoria no terminaba de llegar. Hasta que sucedió. En el tiempo añadido, cuando el Vetusta ya daba por bueno el empate,

La Gimnástica inicia su sucesión de partidos frente a equipos de la parte alta de la clasificación midiéndose esta tarde al Oviedo B en El Malecón (17.00 horas). El conjunto blanquiazul, hundido en la penúltima plaza, necesita la victoria. Como siempre ... en el fútbol, pero cada vez más. Porque la situación es más que apurada. Y no será sencillo batir a un rival que, pese a no atravesar por su mejor momento de forma, marcha sexto con 39 puntos. El Vetusta, que llega a Torrelavega después de ganar al Tudelano (2-1), había sumado un solo punto en las anteriores cinco jornadas, descendiendo desde la cuarta a la novena posición en un comienzo de año aciago.

El triunfo de la pasada jornada ha supuesto un impulso para los asturianos, que llegan con ganas de repetir victoria y sumar los tres puntos a domicilio después de casi dos meses sin hacerlo - vencieron por última vez fuera de su estadio en la jornada 16, cuando se impusieron al Arenas en Gobela (0-3). A los blanquiazules, necesitados de victorias, les aguarda, por tanto, un partido complicado en el que habrán de hacer frente a un oponente que ha recuperado gran parte de la confianza en sí mismo que había perdido a fuerza de malos resultados.

Dani Mori afronta el encuentro con optimismo, pese a todo. Consciente del lugar que su equipo ocupa en la tabla, de que le sigue costando hacer goles y de que no gana en casa desde hace unos cuatro meses, no se resigna a interpretar el papel de víctima. Sus tres semanas de trabajo al frente de la plantilla le han servido para conocer un poco mejor a sus futbolistas, valorar su capacidad, analizar sus puntos flacos y virtudes y ha sacar sus primeras conclusiones. Ve a los suyos con ganas de salir adelante, se siente satisfecho con el trabajo que están realizando e incluso valora de manera positiva los dos empates que ha obtenido desde que está al mando. Aún no ha llegado la primera victoria, pero ya lo hará.

El técnico asturiano, que ha convocado para el partido a todos los disponibles -solo falta Borja Camus por sanción- y deberá descartar antes del partido a uno de los 19 a los que ha citado, podrá contar casi con todo el plantel para este partido, lo que no deja de ser una feliz noticia para un equipo que ahora más que nunca necesita de la participación de todos sus integrantes.

Resulta más que probable que Mori repita el esquema táctico de los dos anteriores encuentros, por lo que la Gimnástica saldrá al césped con un 4-4-2 en el que tampoco se esperan apenas cambios en la alineación respecto a los encuentros anteriores en los que solo varió un futbolista en el once titular. Sancionado Camus, Fer, que jugó de interior diestro contra el Gernika, regresará al lateral derecho, formando línea de cuatro atrás con Fermín, que se situará en la izquierda, y Luis Alberto y Ramiro, que actuarán de centrales.

En la misma línea

En el centro del campo tampoco se esperan cambios, más allá de la entrada en la banda derecha de Alberto, o tal vez de Vitienes. Así, los mediocentros seguirán siendo, como ha sucedido en los dos últimos partidos, Cusi y Palazuelos, mientras que en la banda izquierda se situará de nuevo Leandro, un futbolista que se ha convertido en un fijo de las alineaciones blanquiazules desde que llegó al equipo en el mercado invernal. Y arriba, salvo sorpresas, se situarán Primo y Nacho Rodríguez, en quienes el técnico confía la tarea del gol. Con ellos en la alineación, Salas y Giovanni deberán aguardar su oportunidad saliendo desde el banquillo en la segunda parte.

Mori pretende que su equipo mantenga ante el filial ovetense idéntica solidez defensiva a la mostrada en el partido anterior, donde apenas concedió espacios a su rival, pero sobretodo buscará una mayor presencia ofensiva, sabedor de que urgen los goles. De esta forma es posible que la Gimnástica practique un fútbol más directo y agresivo en ataque, tratando, si no de llevar el peso del partido, al menos incomodar a su rival a fuerza de presión y veloces contraataques.

El Oviedo B no es un rival fácil, y menos aún a domicilio, donde, a pesar del tiempo que lleva sin ganar fuera, es el cuarto mejor equipo jugando de visitante, con cinco victorias y tres empates en doce partidos. El conjunto que dirige Javi Rozada, que ya ganó a los torrelaveguenses en el encuentro de la primera vuelta (2-0), suele marcar fuera de casa con cierta facilidad, y solo en dos ocasiones, en las derrotas frente a Langreo y Calahorra, se ha quedado sin hacerlo. Se trata de un dato que Dani Mori y los suyos no pueden ignorar y que los obliga a defender con ahínco y a buscar el gol casi como única opción de obtener un resultado que no sea perder.

No ha dejado de insistir el nuevo entrenador de la Gimnástica en que cree posible mantener la categoría, pese a que las circunstancias ahora mismo son desfavorables. Ahora le resta demostrar que esa fe puede ser refrendada por los hechos, y estos pasan necesariamente por sumar los puntos de tres en tres. Cualquier otro resultado que no sea la victoria contra el Oviedo B alejará aún más a los blanquiazules de la salvación.