
Cien años para adornar El Malecón
MI SAQUE DE ESQUINA ·
Aunque ya estaba en uso, este año se cumple un siglo de la inauguración oficial del antiguo campo, sustituido en 2012Secciones
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MI SAQUE DE ESQUINA ·
Aunque ya estaba en uso, este año se cumple un siglo de la inauguración oficial del antiguo campo, sustituido en 2012Aunque en 2012 fue remodelado para convertirse en uno de los más bellos y coquetos gracias a su innovador diseño exterior, el terreno de juego ... de El Malecón ha seguido permaneciendo en su ubicación original y dispuesto a cumplir cien años en 2022. Aunque el equipo no viva sus mejores momentos, supongo que el Ayuntamiento de Torrelavega y la Real Sociedad Gimnástica no perderán la oportunidad de celebrar este año el centenario de esta instalación mágica llena de historia deportiva que no sólo debe enorgullecer a los torrelaveguenses, sino a todos los cántabros.
El primer partido de carácter oficial ya se jugó en 1921, pero el campo tuvo posteriormente tres inauguraciones, las tres en torno a la celebración de las fiestas grandes de Torrelavega. La primera fue el domingo, 13 de agosto de 1922, con la presencia del alcalde de la ciudad, Isidoro Ruiz de Villa, que dio el saque de honor al encuentro entre el Athletic Club de Bilbao y la Real Sociedad de San Sebastián, partido que finalizaría con la victoria vizcaína (3-1); el segundo fue al día siguiente, poniéndose en acción la Gimnástica para enfrentarse al Baracaldo (2-2). Los gimnásticos alinearon aquel día a Sainz, Campuzano, Zubizarreta, Maray, Prieto, Escudero, Peña, Lecube, Orúe, Torre y Mendaro. Y finalmente, la tercera, la más excelsa de todas las que han vivido las instalaciones deportivas de Cantabria, se produjo el martes, 15 de agosto, con la presencia de la reina de España, doña Victoria Eugenia; el príncipe de Asturias, don Alfonso y el infante don Jaime, entre otros miembros de la nobleza y autoridades.
Los antiguos gimnásticos de la Gimnástica, aquellos que salieron expatriados del gimnasio de la calle Joaquín Hoyos hacia un horizonte desconocido, tuvieron buen ojo cuando se fijaron en aquellos terrenos llanos en la Mies de Vega, al lado del Besaya, junto al terraplén defensivo que los protegía del cauce del río, un malecón construido en 1850 que pronto daría nombre al campo. Los directivos Rafael Velarde y Jesús Elizondo se encargarían de diseñar la instalación de la que se haría cargo el arquitecto Deogracias Mariano Lastra. Las obras comenzaron en noviembre de 1920 y su presupuesto se calculó en 75.000 pesetas.
La prensa de la época daría cuenta del proyecto explicando sus características: «El terreno donde se enclavará el campo de la Gimnástica medirá 260 por 95 metros, y en su interior existirá un campo de fútbol de 105 por 65 metros, rodeado de una amplia pista que medirá 375 metros. Próximo a él se construirá otro campo para entrenamientos y partidos infantiles de 65 por 45 metros; otro para la práctica de gimnasia de 30 por 60 metros; dos pistas de tennis; dos hermosas boleras y un skating, más las tribunas, cuartos de vestir, duchas, baños, locales para secretaría, cantina, conserjería. En el centro del edificio donde se instalarán esas dependencias, existirá una amplia sala de gimnasio, y en el frente de la misma una amplia galería, desde la que se divisará todo el campo de juego».
Las nuevas instalaciones contaron con la primera pista de atletismo de Cantabria, una tribuna con capacidad para 800 personas y dos gradas más que daban cabida a 1.200 espectadores. En el día de la inauguración de la reina, se rodeó el campo con una triple hilera de asientos que acomodaron a 1.000 personas más.
En el partido de inauguración, la reina presenció otro intenso partido entre el Athletic Club y la Real Sociedad. En esta ocasión ganaron los vizcaínos (4-3) pero los errores arbitrales estuvieron a punto de provocar la retirada de los jugadores realistas. La parcialidad del árbitro vizcaíno, señor Vallana, provocó que los guipuzcoanos hicieran ademán de retirarse del campo cuando se les anuló un gol legal. Al final, les convencieron para que, por respeto a la reina, no abandonaran el terreno de juego, aunque cuando acabó el partido se marcharon muy dolidos por la derrota. Ni en los amistosos se atenuaba la enorme rivalidad entre los dos grandes equipos vascos, algo que elevó el nivel competitivo y la emoción.
Los actos de agosto de 1922 fueron un punto de inflexión para el devenir gimnástico. Con El Malecón, la Gimnástica (poco tiempo después Real Sociedad Gimnástica) se convirtió en un verdadero epicentro de la actividad deportiva en Cantabria y el club se encaminó hacia la adquisición de grandes jugadores que hicieron crecer el fútbol gimnástico, aunque con un precio demasiado elevado ya que endeudaron a la sociedad hasta su desaparición. Pero El Malecón se mantuvo vivo y rescataría el fútbol torrelaveguense cuya esencia gimnástica nunca abandonaría. La grandeza de este campo de fútbol, donde conviven tradición, historia y modernidad, merece recordarse cien años después de su inauguración y diez años después de su exitosa remodelación que obtendría el Premio Internacional de Arquitectura. El Malecón será este año símbolo centenario de la pasión deportiva de Torrelavega.
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