La asamblea de la Gimnástica, el 12 de diciembre

En principio, los blanquiazules siempre -en circunstancias habituales- convocan a sus socios dos veces al año. Por un lado está la Asamblea Ordinaria, que se celebra durante el verano -este año el 13 de junio- en el que se presenta la campaña de socios de la siguiente temporada y una valoración por parte de la directiva. Después, a finales del otoño -la última estaba prevista para el 28 de noviembre de 2017, pero se celebró el 4 de diciembre- llega el tiempo de hacer números. La tardanza en completar la auditoria de la temporada 2017-18 es el motivo que ha dilatado en el tiempo que los de Mies de Vega convocasen a los abonados para presentar las cuentas de la pasada temporada y los presupuestos de la actual.

Además, se presentará la Fundación y se hablará de la Sociedad Anónima Deportiva como ha solicitado un grupo de socios a través de varias misivas dirigidas directamente al máximo mandatario gimnástico. Con una convocatoria previa que exige los estatutos del club, el próximo 12 de diciembre la directiva encabezada por Tomás Bustamante presentará la auditoría de cuentas a fecha 30 de junio de 2018 y el presupuesto desglosado de la actual temporada, del que sólo se conocen unas pinceladas, ya que el aumento del presupuesto global ascenderá a unos 600.000 euros de los que se destinarán a rebajar la deuda que tiene el club entre 200.000 o 250.000 euros.

El gasto esta campaña de regreso a Segunda B será mayor debido a los desplazamientos o a la inversión en jugadores, pero de la misma forma también subirán los ingresos gracias a las subvenciones que recibirá el equipo de la Consejería o de los ingresos televisivos.

A falta de que salgan a la luz los datos oficiales de la auditoria externa, la campaña 2017-18 se cerró con un gasto de 110.000 euros para la primera plantilla, muy por debajo del cuarto de millón presupuestado para esta, que con gastos salariales podría irse a los 300.000. Entre los 190.000 o 195.000 euros (más los costes salariales) para los futbolistas y el resto del montante del área deportiva -algo más de 40.000 euros- para al cuerpo técnico. El vestuario torrelaveguense cuenta con diez jugadores con fichas de profesionales -el mínimo exigido para Segunda B-, a los que se debe pagar por cada uno de ellos al menos el salario mínimo interprofesional: 707 euros mensuales.

La taquilla es otro de los puntos en el que confían en el club que aumente significativamente y repercuta positivamente en la economía de los blanquiazules y en la reducción de la deuda. Después de casi cuatro años al frente, la directiva ha reducido la deuda entre 650.000 y 700.000 euros, a la espera de una cifra más concreta cuando se conozcan los resultados de la auditoria.