Un empate para despedir el año

Fue un buen partido por la propuesta de ambos y en el que, inevitablemente, apareció la colaboración de algunos fallos defensivos. Empezó de forma trepidante el encuentro y no habían hecho nada más que sentarse los aficionados en sus localidades, cuando se habían visto dos tantos. Una jugada por la derecha de Dani Álvarez la finalizó con un centro al área. Tobar controló el balón y con un disparo a la media vuelta batió a Johan a los dos minutos, para lograr el primer tanto de la Gimnástica.

Tras el gol, el conjunto blanquiazul siguió hacia adelante y tuvo una nueva oportunidad, pero en esta ocasión el disparo de Dani Álvarez se marchó alto cuando se llevaban tan solo cinco minutos disputados. Pero apenas dos después, un mal entendimiento entre la defensa y el portero blanquiazul lo aprovechó Garban, que tras una perfecta vaselina puso el empate en el marcador.

El partido prometía, pero sólo fue un espejismo. A partir de ahí el juego se volvió ramplón y apenas sí se contabilizaron situaciones de riesgo para una u otra portería. La Gimnástica llevaba el peso de la posesión del esférico mientras que el Guijuelo optaba por un juego más directo. Tan sólo se apreció algún disparo a puerta procedente de jugadas a balón parado, y sin que los metas tuvieran que verse en apuros. Sin mayor dominio de una escuadra sobre la otra, así se llegó al descanso.

La segunda mitad comenzó como la primera. Con mucha intensidad por parte de los dos equipos. Cuando aún no se había cumplido el primer minuto tras la reanudación, un pase de Alberto Gómez lo controló Somavilla, que con un lanzamiento desde el borde del área llevó el balón al fondo de las mallas de la meta de Johan. Y como sucedió en la primera parte, apenas cinco minutos más tarde el Guijuelo igualó el partido. Un centro de Álex lo remató Carmona desde el interior del área para poner de nuevo las tablas en el marcador.

Según transcurría el encuentro el conjunto de Mies de Vega recuperó las buenas sensaciones en la faceta defensiva y atacó con inteligencia. Se lanzaba sobre la portería de los salmantinos cada vez que estos perdían el balón. En una de esas ocasiones Unai se marchó en velocidad de su par, pero en última instancia un defensa visitante taponó su disparo desde la frontal del área. De nuevo los de Sesi Fernández llevaron el peligro ante la meta visitante. En esta ocasión por medio de Tirado, aunque su lanzamiento se fue rozando el poste.