«El entrenador debe ser un buen patrón para llegar a buen puerto»

Por delante mucho trabajo por hacer: confeccionar el cuerpo técnico y la plantilla para Tercera División y buscar ese «equilibrio y homogeneidad» que quiere en su vestuario. Del Barrio se encuentra una Gimnástica renovada, donde «todo es diferente, empezando ya por las instalaciones», pero no lo dudó. «En Torrelavega me siento muy bien porque es una ciudad muy futbolera y muy arraigada con el equipo».

–¿Cómo se fraguó su fichaje por la Gimnástica?

–Recibí una llamada hace unos diez o doce días para ver si podíamos charlas y me presentaron este nuevo proyecto. Hablamos de jugadores, de ideas y de recuperar la categoría –en referencia a Segunda B– poco después del descenso. Acabamos llegando a un acuerdo después de varias conversaciones por teléfono y en persona, ya que la directiva y la dirección deportiva querían conocerme personalmente, aunque el presidente ya me conocía de mi anterior etapa en Torrelavega.

–¿Qué le llevó a aceptar la oferta?

–Es un lugar que ya conozco. También está la cercanía de mi hogar y que es un proyecto que tiene ambición y un objetivo seguro que motiva a cualquiera.

–¿Cuál es el sello Del Barrio, que da identidad a sus equipos?

–Sobre todo respetar las características individuales de cada jugador y que éstas se pongan al servicio del equipo. También quiero honradez y trabajo, tanto entrenando como luego compitiendo. Un equipo homogéneo y competitivo y que, dentro de que lo importante que es el grupo, cada uno aporte lo suyo.

–¿Y dónde queda la cantera?

–El fútbol es la vida. Hay quien a los 17 años ya tiene recorrido vital por las circunstancias con las que se ha encontrado mientras que hay otros que a esa misma edad están sobreprotegidos. Cada uno es un mundo y madura de forma diferente. En mi anterior etapa debutaron varios chavales –Sergio Lavín, Alberto González y Chema Torrontegui– que luego han tenido continuidad, pero yo sólo les abrí la puerta. Fueron ellos quienes demostraron que servían.

–Después de tanto tiempo alejado de los banquillos (Barakaldo 2010/11) ¿Cómo está trabajado para su regreso?

–Siempre acudes a ver entrenamientos de equipos. El fútbol evoluciona, como todo en la vida. Por ejemplo, cada vez se juega más rápido. Cuando dicen que antes se jugaba de otra manera e incluso mejor que ahora, eso no es así. En estos momentos los jugadores tienen más calidad, todo se hace a mayor velocidad. Además, las nuevas tecnologías se implantan en el juego y eso requiere que el futbolista sea inteligente y no cometa infracciones que, por ejemplo, se pueden ver reflejadas en imágenes. Eso hace que piensen más rápido y ejecuten más rápido y que controlen sus emociones.

–¿Qué recuerda de su anterior etapa en el club?

–Muy bonita. Ese año –temporada 2002/03– hubo que hacer un equipo con bastantes novedades y con gente joven que venía empujando con muchas ganas y calidad. Es cierto que durante la temporada tuvimos una época delicada en la que fallamos tres penaltis y condicionó nuestra posición final –terminaron sextos–, pero eso son circunstancias del juego. En Torrelavega me sentí muy bien, ya que es una ciudad futbolera, con la Gimnástica muy arraigada en la ciudad y eso hace que haya cariño y también exigencia.

–¿Es muy diferente esta Gimnástica de como la recuerda?

–Lógicamente la vida va cambiando y todo es diferente, empezando, sin ir más lejos, por las instalaciones. Antes era El Malecón viejo y ahora las dependencias son modernas, con oficinas en el campo. Hay más recursos y campo de entrenamiento... Lo mismo que la tecnología no es la misma que hace quince años, la Gimnástica tampoco.

–¿Quién formará parte de su cuerpo técnico? ¿Llega alguien con usted?

–Hay que ser realistas. Estamos en Tercera División y estoy en contacto con Manu Vacas –secretario técnico de la Gimnástica tras la salida de Chalana– para ir tomando las decisiones sobre la configuración del cuerpo técnico, pero es verdad que cuanto más cerca estén de Torrelavega, mejor.

–¿Cómo será la plantilla?

–Un poco donde nos lleven los condicionantes. A veces intentas fichajes que no se pueden conseguir. Hay que ir hablando con los jugadores. Habrá que ver quién quiere seguir y, sobre todo, tener una idea clara de lo que queremos.

–¿Cuál es esa idea?

–Mezclar la ilusión de los jóvenes con el poso de los veteranos y, luego, trabajar especialmente con los puestos que requieren futbolistas con características determinadas para ceñirnos lo más posible al perfil óptimo para el equipo.

–El objetivo principal es conseguir el ascenso ¿Y el título de liga?

–De momento no hay ningún equipo que en junio pueda vaticinar que va a suceder a un año vista. Las temporadas son largas, con lesiones y contratiempos que no se pueden prever. El entrenador lo que tiene que ser es un buen patrón que lleve el barco a buen puerto y eso se logra superando las marejadas o el viento y manejando el timonel para que no se hunda. El único objetivo es el ascenso y si se consigue siendo campeón mejor, pero se si consigue en tres fases la alegría será la misma.

–¿Cuál es su método de trabajo?

–Hay que delegar, uno no puede abarcar todo lo que conlleva un equipo de fútbol. Sobre todo hay que observar y estar atento a quien entrena bien, las decisiones que toma un jugador...

–Llega en un momento de inestabilidad institucional y con posibilidad de elecciones ¿Su vinculo con la entidad es independiente de quién lo dirija?

–Yo firme por la Gimnástica y sé que existen esas circunstancias, pero soy ajeno a ellas.

–Gran parte de su trayectoria fue en equipos de Segunda B ¿Cómo afronta dirigir en Tercera?

–Lo que se trata es de entrenar y de llevar bien al grupo. En Segunda B todo es mucho más rápido y contundente. Las categorías existen por algo y en el entrenamiento hay que adaptarse para mejorar cada día en la categoría que sea..