El Escobedo asalta el liderato

Tras su buen inicio de curso el Escobedo reclamó un paso adelante de la afición, que respondió con la mejor afluencia del curso, con más de 700, y se fue a casa con una gran sonrisa. El partido no defraudó. Incluso superó las elevadas expectativas generadas en la última semana. Quizás no estuvieran sobre el césped los más finos estilistas de la competición, pero muy pocos equipos en toda la categoría pueden competir contra blanquinegros y blanquiazules en ritmo e intensidad.

El conjunto de Mies de Vega se presentó en el Eusebio Arce con las bajas de dos de sus pilares, Prada y Salas. Además, a los 25 minutos Moroso Medialdea le dejó con un jugador menos tras la justa expulsión de Prendes. A todos esos contratiempos se sobrepuso la Gimnástica porque es un equipo con mayúsculas. Un equipo que maneja todas las facetas, lo que hasta ayer le ha servido para ganar partidos muy diferentes. Y ayer, ante un rival directo y en plena forma, cayó derrotado tras un extenuante duelo psicológico.

Cada balón se disputó como que fuera el último. Fueron los anfitriones quienes consiguieron reivindicarse como tales en los primeros minutos de una contienda con aroma a partido para el recuerdo. Sobre todo volcando el juego por el costado derecho, donde Dani ganaba con relativa facilidad la línea de fondo. Un centro suyo se tradujo en un remate fallidos de Vitali -en posición forzada-. La réplica blanquiazul llegó de la mano de Fermín en una diagonal partiendo desde la derecha que finalizó con un remate de cabeza de Ito que detuvo Rafa. Los de Pablo Casar fueron capaces de superar la asfixiante presión de su oponente para hacerse con la manija del duelo en la zona ancha, con Héctor Tirado filtrando balones peligrosos sobre los puntas y los extremos.

Fue el preludio de los mejores minutos del Escobedo. Acción de toques rápidos y de vértigo, de precisión en el pase y de llegadas continúas. Pero ninguna oportunidad clara. La Gimnástica también exhibía músculo y solidez defensiva. Por algo lo había ganado todo. Ninguno quiso arriesgar el sudor vertido en la primera media hora y se llegó al descanso sin ninguna ocasión más.

Tras el descanso ninguno de los dos equipos bajó la intensidad ni perdió de vista la portería contraria. El pulso era tremendamente competitivo e intenso y seguían goteando las aproximaciones, y en una de ellas, Nando, recogió el balón dentro del área visitante y de un fuerte disparo batió a Peón, en el minuto 72. El líder estaba en la lona y no conseguía superar el mazazo. Necesitó más de diez minutos para reponerse y merodear el área camarguesa. Con más coraje que fútbol la Gimnástica dio un paso adelante y cambio momentáneamente el rumbo del encuentro.

Una gran acción de Vitienes con un disparo que se marchó alto en los últimos minutos fue la jugada más peligrosa. Pero el Escobedo no es presa fácil. Ya había noqueado a la Gimnástica y no iba a permitir que se levantara.