La falta de pegada condena a la Gimnástica

Los blanquiazules, serios una vez más, dejaron momentos de buen fútbol y crearon ocasiones claras para sumar ante el Langreo el cuarto triunfo de la era Jaime Álvarez, pero su falta de pegada les condenó a arrancar el año con derrota.

En el Malecón, sesión vermú con menos jolgorio del habitual por lo trascendental del choque. Pitido inicial, balón al piso e instantes después Unai en el suelo y banda favorable a los torrelaveguenses. Alberto Gómez abriendo camino con una esperanzadora circulación, Primo mordiendo en la presión y Saúl ganando un uno contra uno como carta de presentación local.

El cuadro asturiano intentaba ralentizar el juego, pero le imprimía una marcha Diego Campo a ritmo de galopada y, tras saque de esquina, lograba Goñi cabecear para probar a Torre. Frenaba en seco Puras a Pablo Ares para evitar la contra visitante. Los de Jaime Álvarez con una defensa adelantada podrían tener esos problemas, pero había que arriesgar.

Los blanquiazules lo intentaban con disparos lejanos bien taponados por la defensa asturiana, aunque en el minuto 19 Diego Campo, con un lanzamiento desde la frontal, volvió a probar al meta Torre, que tuvo que estirarse para desviar el disparo del centrocampista.

A pesar de que el conjunto de la capital del Besaya pisaba con asiduidad el área rival, con Saúl y Primo como grandes agitadores ofensivos, fue el Langreo quien se adelantó en el marcador. Tras una falta lateral botada por David y no acertar en el despeje la defensa blanquiazul, el balón le llegó a Omar, que con un disparo cruzado desde el vértice del área batió a Iván Crespo para hacer el 0-1. Fue el único disparo del cuadro asturiano en los primeros cuarenta y cinco minutos.

Le costó reaccionar a una Gimnástica que, a partir de ahí, no encontró los espacios de los que disfrutó en los primeros treinta minutos de juego para hacer daño al cuadro visitante. Tan solo un remate cruzado de Unai desde el interior del área que desvió Torre con el pie. Mientras, el Langreo se defendía como gato panza arriba. El encuentro llegó al descanso con ese momentáneo 0-1.

A la vuelta de vestuarios la Gimnástica salió mejor y dispuesta a igualar el partido. Diego Campo tuvo la mejor de los blanquiazules en los compases iniciales para hacer el empate en el marcador, pero su remate desde la frontal se marchó por encima del larguero.

Lo siguieron intentando los de Jaime Álvarez con una defensa asturiana con bastante trabajo tapando los espacios por dentro y dejando el carril para un Rasines, que reaparecía tras su larga lesión y que estuvo más activo que nunca en el carril derecho. Precisamente el defensa acabó jugando en la media punta.

Para intentar dar un plus a su equipo, Jaime Álvarez decidió dar entrada al nuevo fichaje en el mercado de invierno, Arredondo por Unai, manteniendo el dibujo. Además, la Gimnástica, a falta de treinta minutos para la conclusión del encuentr, dio un paso más adelante y se fue a por el Langreo en busca del empate. ¿La única forma de contrarrestarlo todo? Con faltas. Pero el colegiado no tenía la intención de amonestar a todos los visitantes que se lo merecían.

Con los cambios en la maduración de la segunda mitad lo intentó hasta el final el conjunto de Jaime Álvarez. Pese a ello, la Gimnástica no encontró portería y se fue de vacío en un duelo que le hunde más clasificatoriamente y le complica más la permanencia.