La Gimnástica confía en El Malecón

Eso sí, nadie da por perdida la eliminatoria contra el Zaragoza. Aunque sea un rival de Primera que milita eventualmente en Segunda y que llega a El Malecón inmerso en un decepcionante vigésimo primer puesto en la Liga y sin terminar de convencer en cuanto a su juego. Los maños están en horas bajas y la Gimnástica quiere aprovechar sus opciones. Cuchillo entre los dientes.

Y es que son muchas las ilusiones que ha puesto el conjunto de Mateo García en esta Copa del Rey. «Es una ilusión enorme para los jugadores, y también para aliviar un poco la economía del club. Una pequeña inyección que viene muy bien», explicaba el presidente de la entidad, Tomás Bustamante. Y es que tradicionalmente los partidos de Copa, y más si son ante un histórico como el Zaragoza, tienen tirón en taquilla. Un empuje que en esta ocasión se ve limitado por las restricciones de público a causa de la pandemia. «Con un partido así, en condiciones normales creo que podríamos llenar más, pero tal y como está la cosa menos da una piedra», se resignaba Bustamante. Aún así la vuelta de fieles a El Malecón es una buena noticia. El estadio volverá a recibir a unos 1.200 espectadores en un partido oficial más de dos meses después. Además, los socios de esta temporada entrarán gratis y además podrán retirar una entrada más cada uno con un precio de 25 euros. Deberán presentar su carné de abonado, personal e intransferible, y cada uno podrá obtener esa entrada adicional hasta completar el aforo. Para ello, debían personarse en las oficinas del club desde ayer en horario de 16.00 a 20.00 horas y hoy mismo de 10.00 a 14.00 horas con su carné. El resto de entradas que no salgan en la venta anticipada se podrán obtener en taquillas hoy desde las 16.00 hasta las 19.00 horas y al precio de 30 euros.

Eliminar al Zaragoza es la meta de la Gimnástica y Mateo García dispone de una plantilla con calidad como para dar la sorpresa ante cualquier rival. Además, el técnico madrileño podrá contar con todos sus jugadores y aunque se puede adivinar el once inicial siempre hay lugar para lo inesperado. Lo que es seguro es que el técnico no reservará ningún futbolista para el próximo partido de Liga ante el Torina, por lo que jugará con su equipo de gala y con el sistema que mejor le ha resultado en las últimas jornadas.

Razón no le falta al técnico gimnástico cuando señala que su equipo «se ha ganado a pulso esta participación en la Copa del Rey» y que «es el momento de disfrutar». Pero también de competir. Porque una cosa es que sobre el papel existan dos categorías de diferencia y otra que eso signifique una derrota segura por muchos ceros que separen sus respectivos presupuestos. El fútbol es un deporte caprichoso y si hay una competición en la que las sorpresas están a la orden del día, esa es la Copa del Rey. El conjunto aragonés, que dirigirá por primera vez esta temporada Juan Ignacio Martínez, sudará para pasar de ronda ante un equipo que ya ha cumplido ciento trece años.

A un partido todo puede pasar. y a ese mantra se agarra Mateo García, entrenador blanquiazul. «Puede suceder cualquier cosa, como ya se ha visto en numerosas ocasiones», dijo ayer. El técnico espera «a un Zaragoza competitivo, que se va a tomar el partido con mucha seriedad y lo va a demostrar sobre el terreno de juego».

La Gimnástica no está para distracciones. Su trayectoria en Liga es más negativa que positiva y el play off sigue estando a solo tres puntos. Sin embargo, en El Malecón ven la Copa del Rey como otra ocasión ideal para seguir haciendo ingresos extra que ayuden a ir salvando la temporada y en el siguiente bombo a quedar emparejado con un equipo de Primera División.

Por su parte, el Zaragoza llega en plena crisis de resultados. Los maños, ahora entrenados por Juan Ignacio Martínez tras la destitución de Iván Martínez, se desplazan hoy mismo a Cantabria. La plantilla volará a Parayas, donde se espera su llegada a las 11.30 horas y desde allí pondrá rumbo al hotel Balneario de Puente Viesgo, donde descansará antes de acudir a las instalaciones de El Malecón.