La Gimnástica contiene al líder y saca un punto

Arenteiro

Diego; Germán Nóvoa, Vitra, Pol Bueso (Jordan Sánchez, min. 66), José Carlos; Rivelott, Álex Fernández; Pibe, Adrián Cruz (Romay, min. 56), Marcos (Rafa Mella, min. 79); y Manin.

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Gimnástica

Mediavilla; Dani Álvarez, Miguel Gándara, Marotías, Montiel; Javi Cobo (Saúl, min. 79), Alberto Gómez; Unai Hernández (Iñaki, min. 84), Altadill, Álex Basurto (Christian, min. 88); y Tobar (Javi Delgado, min. 84).

• Árbitro: Domato Pedreira (Comité balear). Amonestó a los locales Germán Nóvoa, Marcos, Pol Bueso y al entrenador Javi Rey y a los visitantes Montiel, Unai Hernández, Javi Cobo y Alberto Gómez.

Mantuvo en equilibrio el pulso contra el líder la Gimnástica, aplicada en el trabajo defensivo para frenar las virtudes de un Arenteiro que dominó pero sin generar peligro. Apenas una cabalgada de José Carlos a los treinta segundos del comienzo penetró en el entramado del cuadro blanquiazul, que buscó en varias ocasiones presionar en campo contrario antes de recular y acomodarse en sus dominios. Altadill, desde segunda línea, protagonizó las dos primeras aproximaciones del cuadro de la capital del Besaya en sendos servicios laterales desde el costado izquierdo: uno fue taponado por la zaga y otro se perdió sin encontrar rematador. Por esa banda operó Montiel, de regreso al once por la baja de Alberto Delgado, que brindó un interesante duelo con Germán Nóvoa, improvisado recurso en fase ofensiva del equipo de Javi Rey cuando maduraba las jugadas sin encontrar réditos por la poblada parcela central.

Resistió bien a balón parado la Gimnástica, que fue cediendo metros mientras buscaba rebajar las pulsaciones. Ya cerca del descanso Marotías cortó una prometedora carrera de Manin, que perseguía un pase filtrado de Marcos, sin que el colegiado contemplase infracción para enfado de la afición local. También quedó sin castigo un posible penalti por pisotón sobre Miguel Gándara en una falta lateral que puso el broche al primer acto.

El paso por los vestuarios consolidó los planteamientos. La Gimnástica incidió en el esfuerzo colectivo para frenar a un Arenteiro que no encontraba velocidad en la circulación ni desbordaba, como acostumbra, por los flancos. Pol Bueso, al poco del reinicio, segó la progresión de Tobar tras un error en la salida de balón, dejando una falta en posición peligrosa en la que la ejecución de Montiel no sorprendió a Diego, que también resolvió, poco después, un golpeo a la media vuelta de Unai Hernández. El líder acusó la ausencia de su referente Escobar y comprobó que la única opción de acercarse a Mediavilla era colgar balones al área. Los cambios de Javi Rey también invitaron a explorar esa vía en la que el bloque ourensano lució argumentos, tantos o más que la aguerrida defensa gimnástica. Ni Pibe ni Álex Fernández pudieron romper el candado visitante, intacto después de los tímidos cabezazos de Manin. El revulsivo Romay tampoco convirtió de cabeza en una secuencia de tres córners en pleno acoso anfitrión. Sergio Fernández apuntaló los cimientos con las tardías permutas, incluido el debut de Christian, en un tramo final en el que un intento de vaselina del espigado Romay fue la última amenaza para el merecido y trabajado empate de la Gimnástica.