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Fue el principal artífice del ascenso a Segunda B, pero los resultados en el fútbol devoran a cualquiera. La mala situación de la Gimnástica ayer tuvo sus consecuencias. Su víctima. Y el club tomó la decisión de destituir a su técnico, Pablo Lago, en ... busca de «un cambio de rumbo». Complicada misión para el que llegue. Alguien que, en la entidad blanquiazul pretenden tener hoy mismo al mando de la plantilla.
Ayer al mediodía, el presidente, Tomás Bustamante, llamó a Pablo Lago. Citó al asturiano para una reunión antes del entrenamiento programado para las 18.45 horas con la plantilla en El Malecón. El entrenador llegó a El Malecón sobre las cinco de la tarde y en ese momento se enteró, a través de Chalana –el secretario técnico blanquiazul– de que la Gimnástica prescindía de sus servicios. El hasta entonces inquilino del banquillo, aseguran, no se lo tomó nada bien.
Después llegó el momento de comunicar la situación al resto del cuerpo técnico. Carlos Setién, segundo entrenador –tanto con Chiri como con Lago– presentó su dimisión tras la salida del técnico, con quien mantenía un estrecho vínculo. «Estaba muy unido a Pablo y trabajábamos siempre codo con codo, así que tras la decisión que ha tomado el club de cesarlo yo me he sentido en la obligación de irme con él, porque estaba muy a gusto y al final éramos un equipo. Si no está Pablo, no tiene sentido que siga en el club», explicó Carlos Setién sobre su marcha de la Gimnástica. La plantilla blanquiazul fue la siguiente en enterarse de la salida de sus dos entrenadores y después asistieron a la primera sesión de la semana, que dirigió Alberto García, el preparador físico, en una labor de urgencia.
Todavía falta solventar los detalles de la destitución de Lago, ya que en la reunión entre directivos y entrenador no se habló de los términos económicos que disolverán el contrato ni de cuál será el montante que deberá desembolsar el club al asturiano. Así todo, desde la junta aseguran que negociarán un acuerdo próximamente para solucionar la situación y que no genere perjuicios a una entidad que hace meses evidencia problemas de solvencia en los pagos.
Si el partido ante el Vitoria ya tuvo un sabor a fin de ciclo, el duelo frente al Amorebieta era la última bala en el cargador del técnico asturiano y el disparo fue al pie. Un año y tres meses después de llegar a la Gimnástica, Pablo Lago deja el banquillo de Mies de Vega con un equipo hundido en la tabla –penúltimo con 19 puntos–y que no parece encontrar solución a sus problemas, sobre todo ofensivos. El debut del entrenador de Vegadeo en Segunda B no fue el esperado y tras una brillante trayectoria en Tercera, que culminó como el deseado ascenso a la división de bronce del fútbol nacional tras cinco temporadas.
Ahora, la necesidad de conseguir la permanencia en la categoría y el enfrentarse al reto de ganar ocho partidos de los catorce que restan –unos 24 puntos más para alcanzar el objetivo– ha llevado a la junta directiva de la Gimnástica a tomar una decisión que se venía fraguando desde hace al menos dos meses. Los blanquiazules no acababan de encontrar su juego, Lago probó todo lo que se le ocurrió desde el banquillo, llevando al equipo a un continuo cambio de esquemas, jugadores y propuestas de juego. Pero ninguna de esas opciones dio los resultados esperados.
Decía el dramaturgo alemán Friedrich Hebbel que el asunto es el problema y la forma, la solución. Tomás Bustamante, presidente de la Gimnástica, encontró en la destitución de Pablo Lago la solución a una situación enquistada que parecía abocada a un descenso a Tercera División. «Desde hacía un par de meses nos habíamos marcado el partido de Amorebieta como límite», reconoce. Después de tres duelos contra rivales directos y los pobres resultados cosechados –sólo un punto de los nueve posibles– «creíamos que tampoco la decisión podía esperar más, ya que se acaba el margen para un punto de inflexión y una posible reacción» que acabe consiguiendo el objetivo de la permanencia. Pablo Lago «sabía que necesitábamos algo más para el equipo en forma de puntos, pero él no sabía que la destitución iba a ser hoy –por ayer–», reconoce el máximo mandatario blanquiazul.
La cronología de los hechos se resume rápidamente: «Se le llamó al mediodía para hablar con él antes del entrenamiento y es allí cuando se lo hemos comunicado», relata Bustamante. Sobre la cantidad económica que finiquitará el contrato entre el asturiano y la Gimnástica todavía no hay detalles. «Ese tema no se ha tratado en la reunión», añade el presidente. «Me imagino que tendremos que negociar económicamente con él».
Tras la rescisión de contrato «le comentamos la situación al resto del cuerpo técnico y Carlos decidió irse, supongo que por solidaridad y por sentirse partícipe del trabajo que llevaba a cabo Pablo Lago», continúa Tomás Bustamante. A partir de ahora, «se busca un cambio en la dinámica del grupo, que es lo mas importante, y encontrar un entrenador que, además, sea un motivador. Así como el año pasado la tranquilidad llegó con la labor de Pablo Lago tras su llegada a la Gimnástica, en este momento necesitamos otro cambio de sentido», concluye el presidente de la Gimnástica.
En los despachos de Mies de Vega se sigue trabajando para que el sustituto del asturiano «con su experiencia sepa canalizar la situación para salvar la categoría» y dejar al equipo en Segunda B.
Hay que remontarse hasta el mes de diciembre para encontrar en el calendario la última victoria de la Gimnástica. Fue en Mareo ante el Sporting B y por un mínimo 0 a 1. Desde entonces la caída libre de la Gimnástica no conoce límite. La forma de poner punto final a esta racha ha sido buscar un punto de inflexión con un cambio en el banquillo. Un revulsivo. El mismo gran cambio que produjo la llegada del asturiano en octubre de 2017 para ocupar el hueco que dejó la dimisión de Chiri. Los blanquiazules necesitan ahora exactamente lo que Lago hizo al llegar a Torrelavega: ganar partidos para cambiar la dinámica en la que está inmerso el equipo.
El de Vegadeo lo hizo muy bien en aquel momento y consiguió que su filosofía de juego armase un equipo campeón. Lago llegó para enderezar el rumbo de un vestuario desorientado y para clasificarlo para la fase de ascenso que los catapultara a Segunda B. Ambos objetivos los consiguió, y además logró llevarse el título de Tercera de una manera brillante, remontando en la tabla a base de fortaleza defensiva y acierto goleador.
Ahora comienzan las quinielas para acertar el nombre del nuevo inquilino del banquillo blanquiazul y quién formará parte de su cuerpo técnico tras la salida del segundo al mando. En principio las dudas se resolverán esta tarde, según aseguran tanto Chalana como Tomás Bustamante. Los jugadores volverán a los entrenamientos hoy a partir de las 18.45 horas y se espera que esa cita sirva también para hacer las presentaciones entre el nuevo entrenador y sus jugadores.
«Para mí ha sido una situación delicada decir a Pablo que estaba destituido. Hablaba con él casi a diario y por eso me fastidia. Además fui yo quien lo trajo, pero tenemos el derecho de revertir la situación contratando a otro entrenador y que sea lo que Dios quiera», dijo Carlos Chalana en declaraciones a El Diario Montañés tras el despido del preparador asturiano.
Aunque no desveló nombre alguno, afirmó que «las conversaciones que se están llevando son para que a partir de mañana –por hoy– otro entrenador se haga cargo del equipo, aunque no lo tenemos decidido, ya que son dos técnicos de fuera de Cantabria y cuentan con experiencia en Segunda B». Pero ahora mismo, comenta Chalana, «lo que vale es que sea psicólogo. Nos hace falta que sea un motivador, porque ahora sólo nos sirve ganar; el juego bonito es lo que menos nos importa», explicó el secretario técnico. Así todo, «hablar de Viadero, Paco Fernández o Terrazas, es picar muy alto», añadió Chalana.
Preguntado por la falta de experiencia en la división de bronce de Pablo Lago, aseguró que el exentrenador y Tomás Bustamante mantuvieron «una charla informal antes de los encuentros frente al Vitoria y Amorebieta» en la que llegaron a un acuerdo en el que si los resultados no eran los esperados sería mejor rescindir el contrato. «Creo que experiencia nos ha faltado a todos, pero eso no es una excusa. Teníamos que cambiar la dinámica del equipo y la solución ha pasado por destituir a Pablo hoy –por ayer– o ya no se hacía. La decisión ha sido jodida, pero al final creemos que la solución que hemos adoptado es la mejor para tratar de salvar al equipo», concluyó.
Nombres se barajan muchos y desde el club no pueden negar el interés que mostraron en entrenadores como Ángel Viadero, con el que «se habló pero no se llegó a negociar», según Bustamante. Tampoco se «picó muy alto» hacia candidatos como Paco Fernández o Terrazas, pero lo que sí han tenido claro en la orilla del Besaya es que necesitan a alguien con experiencia en la categoría. Un nuevo capitán de barco que sepa dar un golpe de timón hacia el rumbo correcto, ya que no hay margen de error. Otro de los nombre que ha sonado ha sido el del exblanquiazul Jimmy Álvarez, aunque el club niega que el cántabro vaya a ocupar el banquillo.
De momento lo único seguro es que el próximo domingo a las 17.00 horas ante el Leioa, Lago no caminará por la banda de El Malecón rumbo al banquillo y que será otro quien lo haga. Un técnico que tendrá mucho que encauzar para conseguir un objetivo que, en principio, es complejo; no obstante aparecen en el horizonte algunos datos que invitan a un moderado optimismo. La Gimnástica empezó tan mal la primera vuelta como lo está haciendo en la segunda, pero posteriormente logró asentarse y llegó a situarse fuera de los puestos de descenso tras ganarle al Gernika y encadenar unas semanas más tarde cuatro partidos en los que sumó ocho puntos.
Partidos jugados: 28
Partidos ganados: 23
Partidos empatados: 4
Partidos perdidos: 1
Goles a favor: 64
Goles en contra: 12
Puntos: 73
Puesto: 1º
La defensa
Pablo Lago cimentó el éxito blanquiazul en la solidez defensiva. Sólo en un encuentro encajó más de un gol y llegó a encadenar diez partidos sin recibir un solo tanto.
Victorias
Antes de su llegada, la Gimnástica no había enlazado dos triunfos y con él en el banquillo logró dos rachas de siete victorias consecutivas y 25 partidos sin perder.
Continuidad
Lago asentó la base de su equipo en un esquema 4-4-2 que mantuvo de principio a fin y creó un once reconocible, apostando por una alineación prácticamente invariable jornada tras jornada.
Partidos jugados: 24
Partidos ganados: 4
Partidos empatados: 7
Partidos perdidos: 13
Goles a favor: 12
Goles en contra: 25
Puntos: 19
Puesto: 19º
Sin gol
La falta de acierto arriba es la causa principal que ha condenado al equipo a la penúltima plaza. Los doce goles colocan a la Gimnástica con los peores números de Segunda B.
Dudas
Lago no ha encontrado un esquema táctico fiable, acumulando hasta cinco dibujos diferentes, desde el 5-4-1 al 4-4-2, sin que ninguno le haya aportado los resultados deseados.
El Malecón
La Gimnástica no ha logrado sentirse cómoda en casa y de los doce encuentros jugados allí ha perdido la mitad y sólo ha ganado dos, marcando solamente seis goles y sumando diez puntos.
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