La Gimnástica negocia un patrocinio de hasta 600.000 euros en cuatro años

Al margen de posibles proyectos de futuro de una firma que ha enfocado su interés en Cantabria, la operación es especialmente significativa para la Gimnástica dado el ingreso que supondrá para las arcas blanquiazules en caso de que, como parece más que probable, se produzca la firma.

El principio de acuerdo contempla que la Gimnástica luzca publicidad de Distributalia en su camiseta y que el estadio de El Malecón lleve también el nombre de la firma en un modo que aún se debe determinar, puesto que se han hecho cambios en el borrador respecto a la propuesta original. Pero en cualquier caso se prevé que se mantenga la denominación histórica, de modo que el nombre comercial se incorpore sin borrar el anterior.

A cambio la Gimnástica recibirá, de cristalizar el acuerdo, 150.000 euros en cada una de las dos temporadas que contempla el contrato en su primera fase. En total, 300.000 euros para un club que la temporada pasada, en Segunda B, tuvo 600.000 euros de presupuesto. Este dato permite calibrar la dimensión del esfuerzo inversor que Bustamante aspira a cerrar en un momento especialmente importante para el club.

Además, el borrador de contrato contempla la posibilidad de que el acuerdo se prorrogue durante otros dos años con la misma contraprestación. En ese caso la Gimnástica recibiría, si se consolida su relación con la firma malagueña (Distributalia Expres) que sirve al grupo bielorruso como cabeza de playa de su desembarco en España y en Cantabria, 600.000 euros en cuatro temporadas. De nuevo por la publicidad en la camiseta e incluir el nombre comercial en El Malecón.

El borrador de contrato entre la Gimnástica y Distributalia Expres, al que ha tenido acceso El Diario, contempla ese plazo inicial de dos años naturales (del 1 de enero de 2020 al 31 de diciembre de 2021) prorrogable automáticamente por otros dos si ninguna de las dos partes muestra su rechazo al acuerdo. En cuanto al nombre concreto de las instalaciones, prevé en principio que el estadio se rebautice como Distributalia El Malecón, aunque este último extremo está aún pendiente de posibles modificaciones.

Para ello es necesario el permiso del Ayuntamiento de Torrelavega, y de hecho el documento señala que «la Gimnástica se compromete a colaborar en la obtención de cuantos permisos sean necesarios ante las autoridades al objeto de modificar los carteles existentes o proveer otros nuevos con el nombre asignado».

Contempla además la posibilidad de explorar otros soportes publicitarios y luminosos del estadio e incluso publicidad exterior, siempre condicionada a que se firme el acuerdo definitivo. Y es que la relación entre los gimnásticos y el que aspira a ser su patrocinador principal data ya de al menos dos temporadas, cuando se produjo una primera toma de contacto tras la que los dos actores no llegaron a un acuerdo definitivo. Todo hace indicar que esta vez sí habrá entendimiento entre el club de Mies de Vega y Distributalia Expres.

El documento se refiere incluso a las atribuciones del Ayuntamiento de Torrelavega en los eventos que se organicen en el estadio y más allá de la actividad habitual de la Gimnástica en un acuerdo que todas las partes confían en que se lleve a cabo en el tiempo más breve posible. Se reconocen así expresamente los derechos municipales en lo que se refiere a la organización de eventos no deportivos (incluida la explotación comercial) en un esfuerzo por no generar ningún desencuentro con la propiedad pública ni alterar el régimen de explotación de la Gimnástica, que tanto tardó en recepcionar formalmente el estadio, con el Consistorio.

El caso es que de prosperar la iniciativa el club recibirá una fuerte inyección de capital que le permitiría incluso, añadiendo las cantidades que le restan de cobrar de la Federación, amortizar completamente a medio plazo su deuda, que ya se ha visto significativamente reducida en los últimos tiempos.

De hecho, la deuda heredada fue uno de los principales condicionantes en la confección de la plantilla de la temporada pasada, en la que los de Mies de Vega regresaban a Segunda División B y tuvieron que dedicar aproximadamente una tercera parte de su presupuesto a sufragar el pasivo recibido de directivas anteriores, lo que condicionó el rendimiento deportivo del equipo. Ahora, de concretarse este acuerdo, la Gimnástica podrá consolidar su objetivo de regresar de inmediato a la categoría de bronce y poner fin a unos últimos años de autarquía.

Todo en un proceso en el que el Ayuntamiento de Torrelavega también tiene algo que decir. El alcalde, Javier López Estrada, ya está informado, como confirmaba ayer la Gimnástica, y ha mostrado su buena disposición.

Todo en un proceso que, si se quieren cumplir los plazos que ambas partes se han marcado como objetivos, debe finalizar este mismo mes, de modo que el contrato pueda entrar en vigor el 1 de enero de 2020, como señala el documento que se han intercambiado ambas partes y que, si todo marcha de acuerdo con la hoja de ruta que se han marcado, se debe rubricar esta misma semana. Un plazo optimista pero, dado el trabajo ya efectuado, factible.