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J. Compostizo
TORRELAVEGA.
Viernes, 29 de junio 2018, 07:29
La Gimnástica anunció que ayer realizaría el pago de los 128.215 euros de deuda que mantiene con la Asociación de Futbolistas Españoles, pero finalmente no fue así. La entidad torrelaveguense espera saldar su deber hoy, en una jornada en la que ... tiene como plazo hasta el mediodía -según confirmó ayer la Federación Cántabra- si quiere mantener la plaza conseguida sobre el césped para jugar en Segunda División B. De lo contrario, volvería a caer a la Tercera División cántabra. A través de un comunicado, el club torrelaveguense dio ayer por hecho que jugará en Segunda División B, tras anunciar que ha llegado a un acuerdo con un nuevo patrocinador y que esa circunstancia permitirá el abono de la deuda. El mecenas se presentará hoy, según anunció el club, con poco tiempo ya para hacer el abono.
Es el día límite. Ya no hay más margen. Es un requisito indispensable estar al día con el sindicato de futbolistas para optar al ascenso. La entidad de Mies de Vega tiene apenas unas horas para realizar la trasferencia bancaria que dé sentido al ascenso. Sin duda, está en manos de la Gimnástica el volver a la categoría de bronce. El problema radica ahora en conseguir los casi 130.000 euros que le deben a la AFE, de los cuales unos 13.000 irán destinados al Fondo de Garantía Salarial (Fogasa). Todo en una deuda generada hace cinco temporadas.
El presidente, Tomás Bustamante, anunció en su momento que los miembros de la junta directiva y empresarios locales adelantarían la cantidad. Y esta misma semana confirmó que el pago se haría el jueves -ayer-, pero que hasta hoy mismo no se sabrá si la operación finalmente llega a buen puerto.
Cinco años es el tiempo que ha pasado desde que en mayo de 2013 el club de Torrelavega jugó su último encuentro en Segunda B. Aquella fecha abrió un paréntesis en las apariciones del conjunto gimnástico por la categoría de bronce, un periodo demasiado largo y con esta nueva temporada que comenzará el club espera dar por «cerrado por largos años», como dijo el máximo mandatario de la entidad.
Aquel descenso de 2013 le vino generado a la Gimnástica por no poder hacer frente a las deudas contraídas con los jugadores, ya que el conjunto blanquiazul consiguió la permanencia deportiva. Pero finalmente, la situación económica y la inestabilidad institucional del club, que estuvo regido durante seis meses por una junta gestora, supuso un lastre insalvable para la entidad torrelaveguense, que confirmó el temido descenso administrativo.
La noticia cayó como una losa sobre la entidad y la ciudad. Los seguidores eran conscientes de que la herencia económica del club había condenado al equipo a volver al fútbol regional, a pesar de los esfuerzos realizados durante los últimos días. Muchos socios y aficionados acudieron a retirar anticipadamente sus abonos con el propósito de recaudar los 273.000 euros necesarios para solventar la situación. Pero las 21 denuncias interpuestas ante la AFE por parte de los jugadores fueron un lastre demasiado grande.
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