La Gimnástica y sus razones para creer

Queda sólo una jornada, y todos los aficionados ya echan cuentas sobre qué necesitan sus equipos para salvarse en la Segunda RFEF. Con cinco equipos en la lucha, es hora de hacer cábalas sobre todo lo que puede ocurrir. Uno de los implicados es la Gimnástica, que llega a la última jornada de Liga –ante el Coruxo– con el reto de terminar la tarea de una permanencia por la que lleva peleando toda la temporada. Los blanquiazules tienen un buen número de motivos para creer que es posible.

Los de Mies de Vega se presentan el episodio del desenlace en la decimosegunda posición –fuera del descenso–, la mejor de las últimas cuatro jornadas justo cuando el torneo llega al final. Sería una desgracia caer dos peldaños en una sola jornada.

Lo mejor que le ha podido pasar a la Gimnástica es llegar a la última jornada sin tener que ponerse en manos de otros equipos. Si hace los deberes en el terreno del Coruxo, estará salvada con independencia de lo que hagan las otras cuatro escuadras que también pretenden eludir la plaza de descenso y play off de permanencia que aún no tienen dueño.

El equipo de Fran Martín aspira a la victoria en el estadio Do Vao. Sería la mejor manera de cumplir la misión. Pero en caso de no lograrla le basta con una igualada para no descender directamente. Incluso puede salvarse hasta con una derrota, siempre y cuando los dos perseguidores –Racing Villalbés y Marino de Luanco– tampoco ganen.

Además, si empata y aunque gane el Marino de Luanco, que superaría a la Gimnástica, pero pierde el Avilés el empate sería a 41 puntos con los avilesinos. Este resultado llevaría al puesto de play off de permanencia al cuadro asturiano. Otro de los resultados que pueden darse el domingo alrededor de las dos de la tarde es que si hay un triple empate a 40 puntos, descendería el Racing Villalbés y el Marino de Luanco se jugaría su continuidad en esa eliminatoria.

El equipo encara el duelo definitivo del campeonato con la autoestima en su pico más elevado después de doblegar al Guijuelo y arribar al último capítulo con el objetivo en sus manos. La plantilla está preparando el partido a conciencia, sin confiarse para tratar de evitar complicaciones. Los jugadores saben que es el día de ofrecer su versión más solvente en el plano colectivo y en el individual.

La Gimnástica debe imprimir intensidad desde el pitido inicial para no dejarse sorprender por un Coruxo que ya hizo sus deberes –es noveno en la clasificación con 42 puntos–, aunque querrá despedirse de su afición con un triunfo.

Las opciones de éxito de la Gimnástica ante el Coruxo pasan sobre todo por un férreo entramado defensivo, sin renunciar al ataque. La ventaja es que el equipo blanquiazul no tiene que volcarse desde el principio. Es capital no cometer errores y extender la concentración hasta el pitido final. Si los torrelaveguenses dejan la portería a cero, todo podría estar prácticamente resuelto ya que el descenso directo se habría salvado.

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