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José Compostizo
Torrelavega
Domingo, 8 de diciembre 2024, 15:17
La Gimnástica sumó tres puntos de oro al vencer al Compostela (2-0), en un partido que resultó más cómodo de lo previsto para el conjunto blanquiazu,l que se mostró muy superior al cuadro visitante y que incluso mereció un mejor resultado.
Son esas cosas que tiene el fútbol y que no tienen fácil explicación, por muchas vueltas que se le puedan dar. Lo que está claro es que el equipo blanquiazul es otro. Tiene confianza en lo que hace, las cabezas de los jugadores están totalmente liberadas y la suerte, que tanto cuenta y que la tenían en contra, ahora ha cambiado y está a su favor. Pues con eso le llega para ser un equipo fiable y que compite cara a cara con cualquiera de la categoría, que para un equipo que había tocado fondo es mucho decir.
Gimnástica
Miguel Sanz (Luis Palomeque, m.74), Puras, Goñi, Gándara, Alberto Gómez, Unai, Diego Campo, Dani Gómez (Santamaría, m.69), Primo (Edu Bedia, m.90+2), Chus Ruiz, Iago Parga.
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Compostela
Rabanillo, Manu Rivas (Soto, m.53), Casas, Crespo, Diego González (Antas, m.53), Barreiro (Matos, m.70), Ocaña, Samu (Cinta, m.53), Selasi (Giuliano, m.62), Santi de Prado, Fer Cano.
Goles: 1-0: m.2, Primo; 2-0: m.30, Chus Ruiz.
Árbitro: Altuna Paguey (C. Vasco). Amonestó a los locales Dani Gómez, Diego Campo, Chus Ruiz, Gándara, Goñi y Unai. Por parte visitante a Samu, Antas, Cinta y Selasi. Expulsó a Casas.
Ante el Compostela, otra nueva muestra. Además, Jaime Álvarez debió salir satisfecho del rendimiento del once frente al Valladolid Promesas y este domingo dispuso el mismo equipo frente al cuadro gallego, la segunda vez en los once partidos que ya lleva dirigidos el técnico asturiano. Desde el pitido inicial quedó muy claro quién ponía toda la carne en el asador y ese equipo era el blanquiazule. Y a los dos minutos la Gimnástica tuvo premio. Llegada hasta la línea de fondo de Chus Ruiz y tras un centro al área, Primo recibió el balón de espaldas y lo resolvió con tremenda clase al conectar un remate de espuela que dejó totalmente sorprendido al meta Rabanillo, que se lanzó al césped cuando el balón ya le había sobrepasado. Partido de cara, nada más comenzar.
El guion para la Gimnástica era más favorable, con más dominio y posesión sobre su rival. La imagen en El Malecón empieza a ser diferente, con una afición que se estaba encargando de mantener a los pupilos de Jaime Álvarez enchufados en un partido sin demasiadas ocasiones. El equipo siguió insistiendo y cerca estuvo de marcar el segundo en un remate desde el interior del área que el meta visitante detuvo con seguridad.
Con el paso de los minutos el Compostela buscaba reaccionar, pero la defensa blanquiazul abortaba cualquier llegada visitante. Así mismo, la Gimnástica seguía apretando el acelerador y en el minuto 30 Chus Ruiz, con un lanzamiento desde fuera del área que se coló por la escuadra de Rabanillo, puso el 2-0 en el marcador.
El único remate a puerta de los primeros 45 minutos del cuadro gallego fue un flojo remate de cabeza de Barreiro, tras un saque de falta que paró Miguel Sanz sin mayores apuros. Pobre bagaje para un Compostela que llevaba siete partidos sin conocer la derrota. Enfrente, una Gimnástica que con el marcador a favor no tenía necesidad de exponer y sí de estar muy viva, centrada y con ayudas para no pasar ningún tipo de apuro.
Se esperaba una reacción visitante en la reanudación, ahora con el viento a favor, pero no llegó. Y la Gimnástica salió otra vez enchufada y con la idea de hacer un tercer gol. Y a punto estuvo de lograrlo en tres claras ocasiones casi consecutivas. En la primera el remate de Dani Gómez lo desvió un defensa; posteriormente, el lanzamiento cruzado de Alberto Gómez se fue rozando el poste; y finalmente, el disparo de Chus Ruiz lo despejó el meta Rabanillo.
Al filo del minuto 75, el técnico blanquiazul se vio obligado a realizar un cambio. El meta Miguel Sanz se lesionó y dio entrada en el terreno de juego al juvenil Luis Palomeque. Algo que no amilanó a los de Mies de Vega. Al contrario. Santamaría, recién entrado en el terreno de juego, dispuso de una clara ocasión, pero su remate se fue pegado al poste.
El Compostela, por su parte, intentó reducir la ventaja en el marcador. Y lo pudo conseguir tras un remate de cabeza de Crespo, pero Luis Palomeque, en un alarde de reflejos, detuvo el esférico. Fue el preludio de la euforia que explotó con el pitido final.
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