Una luz en la oscuridad

Varios son los males que han aquejado al conjunto del Besaya en este primer tercio de curso en Segunda Federación. Las once caras nuevas con las que afrontaba el equipo la temporada hicieron que al anterior técnico, Fran Martín, se le hiciese casi imposible el dar con la tecla para dar con el resultado deseado. Además de la dificultad de acoplar a tantas novedades, los blanquiazules echan de menos a algunos de los que se fueron. Sobre todo a dos. El centrocampista y cerebro del equipo el curso pasado, Basurto, se fue a la SD Logroñés, y también cambió de aires (en este caso, al Sabadell) el que fuera el jugador más decisivo y máximo goleador del equipo, Javi Delgado.

Las variaciones tácticas se han ido sucediendo, tanto con Martín como con su sustituto, Jaime Álvarez, hasta que en el duelo del pasado domingo ante el Laredo han cristalizado. Un 4-2-3-1 en el que el sistema encajó como un guante en el perfil de los jugadores para cada uno de esos puestos.

A la Gimnástica también le ha pesado lo anímico. Salvo en el encuentro ante el Bergantiños (1-3), el equipo ha competido en muchos de los partidos e incluso ha ido por delante en el marcador. Pero tras igualar el equipo contrario, los blanquiazules o solo han logrado firmar tablas o, directamente, han perdido el encuentro.

«Está claro que el arranque no ha sido bueno y que la balanza de errores y aciertos es negativa y eso hace estar en la posición que estamos a estas alturas. Creo que en algunos partidos, pequeños detalles y falta de acierto en determinadas jugadas nos han penalizado mucho», señala el presidente blanquiazul, Siro del Barrio. «Para mejorar hay que hacer autocrítica y detectar los errores y a su vez ponerlos remedio. El último partido sí fuimos más consistentes en ambas áreas y eso, junto con la calidad, nos llevó a ganar y a ser muy solventes durante los 90 minutos. Ahora tenemos que seguir esa línea y ser consistentes durante todos los minutos y de ese modo esperamos poder remontar». El presidente blanquiazul da con la clave para ascender desde la última plaza. Perseverar en lo mostrado en San Lorenzo ante el Charles. La primera victoria. Un poco de luz en una temporada demasiado oscura para la Gimnástica.