El Malecón, sin control de accesos

La Gimnástica está atrapada en el tiempo, igual que esa película protagonizada por Bill Murray en la que se repetía una y otra vez el Día de la Marmota -ese método usado por los granjeros, de Estados Unidos y Canadá, para predecir el fin del invierno-. En Mies de Vega la reiteración no se debe a ninguna tradición sino a la continua problemática que sufre el club ante la imposibilidad de disponer de los tornos de acceso a El Malecón habilitados y útiles para el uso.

El domingo ante la UD Logroñés el club había anunciando que los accesos a las instalaciones deportivas iban a funcionar. El duelo ante los riojanos iba a servir de banco de pruebas para el uso de los tornos en El Malecón ya que se iba controlar la entrada de los espectadores al estadio. Pero los planes no salieron como estaban previstos. Los tornos situados en la zona de preferencia no funcionaron y en los accesos de tribuna, sí lo hicieron correctamente durante un tiempo, pero se crearon grandes colas debido a la lentitud con la que accedían los espectadores al estadio. Ante el ritmo pausado, se optó por abrir la barrera y controlar el acceso de forma manual. Desde el club, Tomás Bustamante, presidente, muestra su disgusto sobre la situación que están viviendo: «Lo que tenía que ser una ventaja para el club de tener unos controles de acceso se esta convirtiendo en una pesadilla».

Desde el principio de esta temporada se está trabajando en la resolución del problema por parte de la empresa responsable pero diversas circunstancias han dilatado el estreno de los accesos. Primero fue por la tardanza en el reparto de los carnés y, posteriormente, por incompatibilidades con el software.

Ahora, confirman desde la Gimnástica, «será la empresa responsable de los tornos, que se está encargando de su puesta a punto, la responsable de pulir los fallos» de los dispositivos.

La Gimnástica envió ayer la protesta formal al Comité Técnico de Árbitros tras considerar injustas varias decisiones arbitrales sufridas desde el comienzo de la Liga. La entidad torrelaveguense pretende «recibir un trato igualitario respecto a los demás clubes por parte del colectivo arbitral».

Los blanquiazules decidieron plantear esta queja ante el organismo federativo responsable de los colegiados tras el partido ante la UD Logroñés, cuando todos los estamentos del club estallaron después de un arbitraje perjudicial para el equipo torrelaveguense.