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La Gimnástica se trae oro molido
Fútbol | Gimnástica

La Gimnástica se trae oro molido

Los blanquiazules se estrenan a domicilio en un campo casi inexpugnable y prolongan su mejor racha de la temporada

Sábado, 10 de noviembre 2018

No sólo había oro en Las Indias, también en Guecho y si no que se lo pregunten a la Gimnástica que se llevó un lingote con tres puntos de su visita al inexpugnable campo de Gobela –tan solo había ganado el Izarra, el resto todo victorias locales– y de paso se quitó

Arenas

Carrio; Jordan, Gayoso, Alberto, Gonzalo (Dani López, min 70), Azkue, Aitor Ramos, Uche (Zamorano, min. 86), Etxaniz, Uranga y Urkiza (Güemes, min 76).

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Gimnástica

Álex Ruiz; Fer, Bardanca, Luis Alberto, Camus; Palazuelos, Cusi; Vitienes (Alberto, min. 85), Víctor (Rozas, min 70), Fermín; Barbero (Cagigas, min 76)

  • Goles 0-1: Vitienes (minuto 75).

  • árbitro Leo Ollo (Comité Navarro).

  • Incidencias Campo de hierba artificial. La lluvia favoreció que el terreno de juego estuviera rápido.

  • El detalle Primera victoria de la Gimnástica a domicilio en lo que va de temporada. Con el triunfo suma siete de los últimos nueve puntos y sale de la zona de promoción de descenso.

  • El público Alrededor de mil espectadores, casi lleno el estadio de Gobela. Cerca de 200 seguidores de la Gimnástica en las gradas.

Pablo Lago parapetó a su equipo tras un sistema que prioriza no encajar y luego se adaptó perfectamente al fútbol gris y vertical que obliga Gobela. Es probable que con tanto disgusto inesperado en el arranque de Liga el asturiano dijera

Cuando la pelota tiene alas, lo más normal es que tienda a volar. Eso fue lo que le ocurrió en la primera parte a la que rodó por el estadio de Gobela. Y es que en ese estadio al cuero tanto ir por el aire le termina por salir hélice. Alguna vez hasta bajó con nieve. Y entre sus despegues inauditos y sus aterrizajes forzosos se pasó la primera mitad sin que nadie le pusiera cascabel al ... balón. Entre

La Gimnástica salió con la lección aprendida de otras tardes en las que arriesgando un poco lo perdieron todo. Se ordenaron y al lío. El Arenas, por su parte, quizás por vergüenza torera,

Tanto voló el balón, que como es lógico, a más de uno aún le dolerá la cabeza o el cuello todavía de mirar para arriba. Terminaron de deslucir la tarde las constantes interrupciones del árbitro que se veía obligado a parar el juego cada poco con tanta intensidad y tan poco fútbol. No extrañó que los espectadores ni tan siquiera esperaran a que el trencilla pitase el descanso para acudir al ambigú a por el cafelito de siempre. De camino al bar, los comentarios versaban en torno a la alineación del Athletic de Bilbao en el Metropolitano. Sirva el comentario para ilustrar lo visto hasta el intermedio.

Y es que la pizarra de Pablo Lago estaba pintada con rotulador permanente. Ni un cambio hasta el minuto 70. La primera parte fue un trámite. No es que la de su colega en el Arenas de Getxo, Pablo Ballesteros, fuera una obra de arte. Ni mucho menos. Si hubiesen pactado quitar las porterías más de uno se lo hubiese agradecido. Sin embargo a los locales ese fútbol les va. Esa forma de jugar se comió el año pasado sin ir más lejos a un Racing candidato al ascenso (3-1) por no saber cambiar el registro. Lago tuvo claro que a él se le podía escapar el partido, pero no por no saber qué era lo que había que hacer.

Y es que cuando existe recelo, es complicado exponerse.

Lago plantó a Palazuelos y Cusi, su doble pivote fetiche, y a partir de ellos cimentó el orden táctico, con una defensa de cuatro hombres o de cinco, según se mire o se terciara. Y

Pero al salir de la caseta, como si no hubiera pasado nada. Los dos equipos se colocaron en su sitio, en el mismo, parecía que se lo habían marcado con spray. Ni un pase entrelíneas, ni un cambio de orientación ni tan siquiera una internada con maldad. Todo por arriba y directo. Sin atajos. La única fuga incontrolada que la Gimnástica no acertó del todo a controlar fue su banda derecha, donde

Se fue la lluvia, cayó la noche y la vida seguía igual. Hasta el minuto 70 nadie quiso que cambiara. Fue entonces cuando Lago sentó a Víctor y metió a Rozas. No cambió el dibujo, pero sí las ganas. El chaval se colocó en punta con la misión de bajar el balón con cierto sentido y cinco minutos después llegó el premio. Un balón que el mismo peleaba acabó en Barbero, que a la media vuelta habilitó a Vitienes. Con ocasión y media, el equipo torrelaveguense se adelantaba en el marcador.

En el fútbol sólo los goles dan la razón en todo. Por eso Lago decidió darle continuidad al asunto una vez que Vitienes puso a su equipo en franquicia. Movió el banquillo y dio entrada a Cagigas para volver a jugar a lo mismo pero con frescura. Salió ganando. Y cuando ya el Arenas se desmelenó y jugó sin mirar atrás reforzó el centro del campo con Alberto. Retrasó a Cusi como central adelantado y terminó jugando con una especie de trivote para hacerse más fuerte todavía. El Arenas ya no disimuló y empezó a tirar pelotazos en busca de un empate que no hubiera firmado antes de empezar el partido, pero que en los últimos diez minutos hubiera hasta pagado por ello.

Pero la Gimnástica jugaba ya a favor de obra y eso no admite sobornos. Lago sabía que su equipo había hecho lo más difícil, ponerse por delante en el marcador, y con la defensa de su rival en el centro del campo sólo esperaba rematar la faena con el

El triunfo de refrenda la idea de que la Gimnástica es otra; se ha hecho fuerte en defensa y a partir de ahí busca adaptarse de la mejor manera al medio. Ayer fue a un fútbol vertical e incómodo; ante el Mirandés a uno combinativo y más efectivo... Ha sumado siete de los nueve últimos puntos disputados y todo parece distinto. La dinámica que vive se explica al ver la última jugada del partido:Dani López, delantero del Arenas, remata a las manos de Álex Ruiz la mejor ocasión de su equipo. Con el tiempo cumplido. Ver para creer.

Después de sumar cuatro puntos en las dos últimas jornadas, la Gimnástica quiere prolongar su buena racha en Gobela (este sábado a las 17.00 horas), donde la aguarda un difícil duelo contra el Arenas, quinto clasificado. El empate en Zubieta (0-0) ... y, sobre todo, la victoria ante el Mirandés (1-0) han dado un respiro al equipo blanquiazul, que ha abandonado los puestos de descenso. Pero sobre todo han representado una inyección de ánimo y confianza en sus posibilidades. Así, cargados de energía positiva, los torrelaveguenses afrontan su visita a Getxo.

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