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José Compostizo
TORRELAVEGA.
Jueves, 15 de noviembre 2018, 07:59
Javier Melchor (Laredo, 1982) ama el fútbol y la portería. Se desvive cada día por formarse y formar en un mundo que le apasiona. En ... su currículum el pejino presume de una formación más que especializada como entrenador de porteros de la Federación Cántabra, la Federación Española y la UEFA. Este verano prolongó su contrato con la Gimnástica para seguir en el cuerpo técnico blanquiazul en Segunda B después de tres años inmejorables en Tercera, con tres campeonatos consecutivos: dos con el Laredo y el último con la Gimnástica. Lo de la soledad de portero se lo sabe bien. Y lo que significa ser guardameta de un equipo modesto. Doce años como arquero del Colindres le doctoraron.
–Dice el refrán 'Ser cocinero antes que fraile'. ¿Qué es más difícil, ser portero o entrenador de porteros?
–La responsabilidad de estar en la portería, bajo palos, y ayudar a tu equipo es muy enorme. Y más con los conceptos que se manejan ahora mismo. La responsabilidad como entrenador también es mucha, porque de la información que les des a tus porteros en el día a día y semana a semana depende que estén en las mejores condiciones en cada partido. Cuando jugaba, si por un error mío encajábamos un gol me iba a casa fastidiado.Ahora me pasa lo mismo.Aunque no sea yo el que comete el error o el que lo sufre en el campo, sí he estado toda la semana trabajando para que eso no suceda.Y te implicas con tus jugadores. Las dos situaciones son tan complicadas como bonitas.
–¿La altura importa?
–A día de hoy sí. Hace unos años quizá menos; se veían porteros de menor estatura. Hoy en día se acepta que un portero alto tiene es más eficaz.
–¿Influyen las modas en los tipos de entrenamientos que realizan los porteros como, por ejemplo, puede ser con el juego de pies?
–Más que de modas, yo hablaría de estilos de juego. Lógicamente en un equipo asociativo el porcentaje de tiempo que un entrenador de porteros va a emplear en el juego de pies será mayor que en uno que no sea tan combinativo. Lo que influye es ese estilo de juego, porque el rol del portero y los aspectos que tiene que dominar será distintos según juegue el equipo. Pero más allá de eso se debe buscar construir un portero lo más completo posible, trabajando todos los aspectos técnico-tácticos.
–¿El portero tiene que ser el jugador más fuerte del equipo?
–Mentalmente debe de serlo. El delantero tiene una responsabilidad e incidencia directa en el resultado, pero con empate a cero, si falla el goleador se empata el partido.Sin embargo, con el error del portero lo pierdes. Él lo sabe y se acostumbra a vivir con ello. Sus respuestas son decisivas durante el partido; las más determinantes. No vale con tres acciones buenas y una mala. El portero debe convivir con el error y saber gestionarlo psicológicamente, porque sabe que tarde o temprano va a fallar y debe estar preparado para seguir compitiendo.
–¿La Gimnástica ha sublimado ese tipo de porteros?
–Absolutamente. El perfil de los porteros que he entrenado la temporada pasada y en lo que llevamos de esta en la Gimnástica es ese. Evolucionan en el dominio del juego, de la implicación en el sistema. Cada uno con sus características, en un aspecto global, fueron porteros fuertes la temporada pasada, y este año es igual. Nuestros porteros saben convivir con sus errores y los aceptan como sus aciertos.
–Álex Ruiz se ha convertido en un puntal de equipo.Su mayor virtud y su mayor defecto son...
–El año pasado completó una temporada excelente y esta temporada está volviendo a demostrar su calidad. Álex demuestra confianza y tranquilidad, y aporta experiencia al equipo. Como aspecto a mejorar, estamos trabajando para que sea un guardameta más agresivo. Ahora mismo hablar de Álex es hablar de seguridad en la portería de la Gimnástica. Sin lugar a dudas uno de los mejores porteros de nuestro grupo.
–¿Y de Adrián Peón?
–Es un portero muy sobrio, trabajador y con mucha presencia física. Debe seguir trabajando para, cuando le llegue la oportunidad de jugar, aprovecharla.
Ayer la primera plantilla de la Gimnástica volvió a entrenar tras la jornada de descanso del lunes ya con la vista puesta en el partido ante elIzarra (ElMalecón, domingo a las 17.00 horas). El grupo trabajó en El Malecón sin el lesionado Nacho Rodríguez, que sigue convaleciente de su problema muscular en su gemelo externo de su rodilla derecha y continúa con el protocolo establecido tras sufrir la dolencia.Ayer trabajó en el gimnasio en una sesión de recuperación con el fisioterapeuta del club. Sus compañeros –todos, ya que actualmente no hay más lesionados–, comenzaron la sesión con un circuito preventivo para proseguir con trabajo táctico y de estrategia.
Los blanquiazules esperan un partido físico, ya que en frente estará un equipo que arrancó de forma espectacular la Liga. En los cinco primeros encuentros sumó tres victorias y dos empates –uno ante el Racing, provocando una colosal bronca de Iván Ania a sus futbolistas–, pero en los últimos siete que ha disputado solo ha sumado dos puntos. Para poder seguir preparando la cita ante el Izarra Lago tiene por delante dos sesiones más: la que de hoy y la del sábado.
–¿Cómo es su relación con ellos?
–El preparador de porteros nunca es la niña bonita del cuerpo técnico. Eres un colaborador del entrenador principal y el mensaje debe ir enfocado para una situación concreta o para un determinado rival porque todo está estudiado. Por ejemplo, si en lugar de tirarte tienes que estar más adelantado para evitar un pase interior.
–Da la sensación de que con Pablo Lago es algo más que el hermano pequeño del cuerpo técnico...
–Estoy muy contento con mi función en el equipo. Conozco a los dos porteros, a Álex del año pasado y a Adrián de su etapa en el Racing. Pablo quiere también aprender cada día y esa es una postura importante para el grupo.
–¿Cómo es esta nueva Gimnástica por dentro?
–Un cañón. Yo me amoldo a donde esté, y para mi son tan importantes los utilleros como el resto de miembros del club. Guardo un gran recuerdo del Laredo, pero me llamó Chalana y aquí estoy, intentando aportar.
–¿Cómo vive los partidos un entrenador de porteros?
–De forma diferente, ya que un error de un portero es un gol casi seguro. Yo los vivo con nervios, y si las cosas no han ido como se esperaban analizo y apunto aspectos a mejorar para incidir en ellos en los entrenamientos.
–¿Se siente participe de que la Gimnástica en los últimos cuatro partidos tan solo le hayan anotado un gol?
–Estoy muy contento del rendimiento que esta dando Álex en los últimos partidos y todos nos debemos sentir partícipes tanto de los buenos como de los malos momentos. Cuerpo técnico y jugadores trabajamos juntos por un mismo objetivo y solo esa unión conseguirá que el equipo tenga buenos resultados.
–Eso de que los porteros están un poco locos...
–Los porteros deben ser los más cuerdos del equipo. Es un puesto de tremenda responsabilidad. Si tiene verdadera confianza el portero es capaz de sentir cosas que desde fuera dan miedo.Es como el paracaidista o el que hace puenting. Los ves y dices: 'Están chalados', pero no es así; lo que pasa es que el portero vive el riesgo con naturalidad.
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