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Sin goles no hay permanencia

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Luis Palomeque
Fútbol | Gimnástica

Sin goles no hay permanencia

La Gimnástica más ofensiva de toda la temporada cae ante el Tudelano al no conseguir materializar ninguna ocasión

Adela Sanz

Torrelavega

Domingo, 27 de enero 2019, 07:54

No basta con jugar bien. No es suficiente dominar al rival, pisar el área y chutar un puñado de veces a puerta. En el fútbol no se gana por méritos, no se tienen en cuenta los minutos de posesión, los kilómetros recorridos, la energía derrochada ni los balones recuperados. Solo cuenta el gol. Es así de implacable y a un tiempo sencillo. ¿Justo? Tal vez no, pero eso importa poco en un deporte en el que cuenta marcar más que el rival.

Gimnástica

Álex Ruiz, Luis Alberto, Fermín (Salas, m. 84), Camus, Ramiro, Alberto, Vitienes, Palazuelos, Primo (Nacho Rodríguez, m. 68), Víctor (Rozas, m. 74) y Leandro.

0

-

1

Tudelano

Pagola, Delgado, Royo, Meseguer, Lalaguna, Lázaro, Soto (Iñaki, m. 82), Rúper, Gabarre (Zamorano, m. 90), Bravo (Salinas, m. 86) y Ardanaz.

  • Goles 0-1 minuto 63, Gabarre.

  • árbitro Martínez Santos. Amonestó a los locales Alberto, Rozas y a los visitantes Bravo.

  • incidencias El Malecón con 2.500 espectadores. Se guardó un minuto de silencio por la jugadora de baloncesto torrelaveguense Carlota Egusquiza que falleció esta semana tras una larga enfermedad.

  • el detalle El centro de Fermín al área del Tudelano, con el marcador todavía empatado a cero, que el debutante Leandro no llegó a rematar al fondo de las redes navarras por escasos centímetros.

Después de varias jornadas apostando por el esquema con tres centrales,

Una apuesta por el futbol de ataque la del asturiano, que confía en la seguridad atrás de su equipo, pero que sabe que con defenderse no va a ser suficiente para conseguir la salvación. Los empates no son malos resultados, pero

Salió fuerte la Gimnástica, que arrancó con ganas, centrada y dispuesta a imponer un ritmo alto desde el principio. En ocasiones esa primera impresión es importante, porque demuestra que se está dispuesto a conseguir aquello que se persigue. Sin aguardar a ver qué postura tomaba el oponente, los blanquiazules se fueron arriba y en los primeros cinco minutos atacaron varias veces por la banda, sobretodo por la derecha, y forzaron el primer saque de esquina. Los de Tudela, al principio superados por la voluntad de los torrelaveguenses, se repusieron de su inicio algo indolente y dispusieron de su primera oportunidad a balón parado. Lázaro, en un libre directo, superó la barrera de defensores, pero envió el balón fuera. La jugada se quedó en un aviso, pero sirvió de toque de atención.

Hacia la media hora el juego se equilibró, con los dos equipos empeñados en su tarea, batallando en el centro del campo y sin apenas llegadas al área. En la disputa por la posesión lo que se resintió fue el juego ofensivo, y la única acción peligrosa, si es que puede denominarse así, al rechace que recogió Rúper en la frontal del área y su disparo fuera apenas hizo revolverse en sus butacas a los aficionados, más expectantes que preocupados.

La mejor ocasión de gol de la primera parte llegó varios minutos después y fue para la Gimnástica. Las jugadas a balón parado son uno de sus puntos fuertes, como volvió a demostrar en esta ocasión Luis Alberto, que cabeceó fuera un saque de falta. Se le escapó por muy poco la oportunidad de marcar al central, que de haberlo logrado habría dejado encauzado el partido, pero no lo consiguió y eso es lo que cuenta.

La segunda mitad comenzó también a buen ritmo, con los dos rivales decididos a romper el equilibrio pero sin lograrlo. La voluntad puede superar casi cualquier obstáculo, pero no los puede todos, y tanto unos como otros querían, pero no podían. El juego, cargado de emoción en la zona media, se desdibujaba en los metros finales, donde los delanteros no atinaban en la definición. Así le sucedió a Primo quien, en un uno contra uno frente al portero, dispuso de una opción muy clara, la mejor sin duda hasta ese momento, pero se fue al suelo en el instante decisivo.

La Gimnástica no tenía mal aspecto. Parecía más entera que el Tudelano. Si hubiera que apostar por un ganador, no cabía duda, ese sería el conjunto de Torrelavega. Pero merecer algo no es lo mismo que lograrlo, como poco después tuvo ocasión de comprobar, para su desgracia. Gabarre, solo en el segundo palo, cabeceó a gol un centro y

Solo restaba rehacerse. Casi media hora por delante es el capital del que disponía la Gimnástica para lograr, al menos, el tanto del empate. Hasta ese momento peleaba por el triunfo, ahora debía hacerlo por evitar el desastre. El tanto de los de Tudela parecía un castigo excesivo para un equipo que había hecho méritos para sumar al menos un punto. La justicia, muda otra vez más, nada tiene que decir en un partido de fútbol, donde lo que cuenta es aprovechar las ocasiones que se presentan.

Lo cierto es que el gol fue una losa para los futbolistas de Pablo Lago, que decidió mover el banquillo con el objetivo de darle otro aire a su equipo. Nacho Rodríguez, primero, y Rozas y Dani Salas, después, fueron las apuestas del asturiano. No obstante, apenas dispuso de ocasiones para lograr lo que cada vez parecía más complicado. La imagen de Primo en el suelo tras driblar a Pagola en la primera parte cobraba en esos instantes todo su sentido.

El Tudelano, que hasta ahora no había ganado fuera de casa, lo consiguió en el campo de la Gimnástica. Los navarros celebraron su triunfo como si se tratara de una final. No fue una reacción excesiva. Sabían de la importancia de lograr esos tres puntos que han podido salvarles la vida. En Torrelavega, entretanto, queda agarrarse a la esperanza. Confiar en que su juego, que es mejor de lo que dan a entender los resultados de los blanquiazules, al final dé los frutos esperados.

Tres puntos no dejan de ser tres puntos, pero en ocasiones su valor va más allá de los números. Eso es lo que parece suceder ... en este caso, en el que una victoria de la Gimnástica sobre el Tudelano (El Malecón, a las 17.00 horas), puede suponer la diferencia entre alcanzar la rama salvadora o hundirse un poco más en ese pantano de arenas movedizas que es la lucha por eludir el descenso. El conjunto navarro es el primero de los duelos que los blanquiazules tendrán frente a rivales directos en las tres próximas semanas, y el único que se disputará en Torrelavega, de ahí la relevancia del choque, que se antoja, si no vital, al menos muy importante. Dos puntos separan a los blanquiazules de su oponente de esta tarde y, por tanto, en caso de vencer, lo superaría en la clasificación. No es algo que le salve la vida a los de Pablo Lago, pero sería un gran paso adelante, sin duda.

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