El sistema de promoción hace más cara la continuidad en Segunda B que en otras categorías. La Gimnástica tiene como gran meta evitar no solo el descenso, sino también la fase de permanencia
Aser Falagán
Jueves, 23 de agosto 2018
La Gimnástica regresa a la categoría de bronce con ilusión, buenas sensaciones y su masa social reenganchada. Disfruta de una nueva comunión con Torrelavega, esperanzada en el ascenso de su equipo tras un lustro de exilio. Pero el buen ambiente no ha hecho perder la perspectiva a los blanquiazules.El objetivo es la permanencia, en torno a la que se ha articulado toda la planificación de este año, y más teniendo en cuenta un presupuesto modesto que lo es más por la amortización de la deuda que el club debe afrontar año tras año.
El objetivo es así evitar el descenso directo y la promoción. Como todos los años, esta temporada descienden los cuatro últimos clasificados y los cuatro equipos clasificados en el 16º puesto en los cuatro grupos disputan una doble eliminatoria entre ellos para dirimir la otra plaza de pérdida de categoría.
La estadística y la experiencia dicen que esta frontera está en los 45 o 46 puntos. Si bien excepcionalmente se ha descendido incluso con mejores guarismos, esos 46 puntos han resultado casi siempre suficientes para eludir incluso la fase de permanencia. De hecho, algunos equipos han llegado a mantenerse en la categoría con tres puntos menos, pero eso supone ya jugar con fuego en una competición siempre voluble.
Exigente
El caso es que una cuarta parte de los equipos de grupo pierden cada año la categoría o, en el mejor de los casos, se ven obligados a disputar la fase de permanencia. Y de ahí lo abultado de la cifra que más o menos garantiza –al margen de esas puntuales pero posibles excepciones– continuar en Segunda División B. Muchos más de lo que se exigen en competiciones como la Primera y Tercera División, en las que con solo tres descensos por temporada la frontera se suele marcar en los 42 puntos. Así se ha aceptado tradicionalmente y, de nuevo salvo puntuales excepciones, así se demuestran año tras año suficientes para evitar el descenso.
Este será el primer objetivo para una Gimnástica que se daría más que satisfecha con ello, aunque no por ello renuncia a obtener la mejor clasificación posible.
El club disputa este año la Copa como campeón de su grupo de Tercera. Para hacerlo el año que viene debería terminar entre los cinco primeros
El resto de objetivos que ofrece la categoría de bronce son mucho más complicados. Si los cuatro puestos que dan derecho a disputar la eliminatoria de ascenso no parecen al alcance de los torrelaveguenses, prácticamente la misma dificultad entraña clasificarse para disputar la próxima temporada la Copa, puesto que solo los cinco primeros clasificados de cada grupo obtienen en pasaporte para el torneo del KO.
Una buena ocasión
Los de Pablo Lago deberán aprovechar así la oportunidad que se les presenta esta temporada, en la que sí disputan la Copa en su condición de campeones de su grupo de Tercera División. No es en absoluto el objetivo, pero cada ronda que avanzará supondría un incentivo económico y una nueva dosis de ilusión para una masa social muy expectante.
Además, de superar la ronda previa entrará en esa curiosa lotería que se repite año a año: la de los clubes modestos que esperan la visita de un grande para llenar el estadio, cobrar derechos televisivos... El torneo del KO no condicionará la planificación ni es el objetivo primordial, pero Pablo Lago sí ha dejado claro que tampoco renunciará a él de partida, en un intento por superar al menos dos eliminatorias y buscar así el que sería un gran espaldarazo económico.
Pese al incremento de los ingresos derivados de la entrada de nuevos colaboradores y el ascenso de categoría y el pequeño alivio que han experimentado en los últimos años una economía en rojo y una tesorería estrangulada, en El Malecón se sigue viviendo, si no con una economía de guerra, al menos sí una autarquía.
Toda esa aventura comenzará cuando el domingo los blanquiazules salgan al césped del histórico estadio de Gal para enfrentarse al Real Unión. Una visita que dilatará un poco más el reencuentro en casa con la categoría de bronce. Para ello habré que esperar a la próxima semana, cuando se espera al Athletic B en El Malecón.
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