El tren se perdió hace tiempo
Iván Ballesteros
Viernes, 3 de noviembre 2023, 07:54
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Iván Ballesteros
Viernes, 3 de noviembre 2023, 07:54
El PP rechazó la semana pasada la moción presentada por el PRC para rebautizar el Campo de Golf de Mataleñas con el nombre de Severiano Ballesteros. Esto ha generado un debate que, dada la falta de información, merece una reflexión más profunda sobre el potencial ... no aprovechado en Santander y Cantabria a lo largo de los años.
Seve fue el mejor jugador de golf del mundo durante tres décadas (desde los setenta hasta los noventa) y trascendió las fronteras del deporte para convertirse en icono global.
Tuve la fortuna de trabajar con él desde temprana edad y durante muchos años, hasta su fallecimiento, y tengo amplia información de primera mano sobre su historia. Gracias a él conozco el negocio del golf prácticamente en todas sus facetas y continúo inmerso en esta industria.
Supongo que, con mi pequeña experiencia, puedo decir que coincido con las palabras de la alcaldesa de Santander, ya que Mataleñas dista mucho de ser un campo de golf. Un campo sobre el que el mismo Ayuntamiento ha hecho recientemente unas reformas, cuando el lugar plantea algo a otra escala, con profesionales con experiencia internacional.
Yo iría algo más allá que la alcaldesa. En 1983 y 1984 Seve, junto a su equipo de diseño Trajectory (hoy desaparecido), liderado en su día por su hermano mayor, mi padre Baldomero, propuso crear un campo de primer nivel mundial en la privilegiada zona de Mataleñas. Poca atención pusieron quienes gestionaban la ciudad en aquellos tiempos, dando lugar a lo que Mataleñas es hoy.
Aquella decisión hubiera supuesto que tuviéramos en la ciudad un extraordinario campo de golf con un gran hotel que rendiría homenaje a Seve y que atraería a multitud de jugadores de todo el mundo. Incluso podía haber albergado torneos internacionales, incluida, por qué no, la Ryder Cup, uno de los eventos deportivos más importantes del planeta y a la que Seve aportó gran parte de lo que es hoy.
En 2007, tres años antes de que Seve falleciera, mientras gestionaba la ciudad de Santander Íñigo de la Serna, presencié cómo Seve y Trajectory trabajaron de nuevo sobre un campo de golf de primera en la zona de Cueto, que, al igual que en el pasado, quedó en nada. En ambos casos, una pérdida de tiempo y esfuerzo y una lástima para la ciudad.
Estas situaciones reflejan la falta de conocimiento y visión de muchos políticos, y en este caso la incapacidad de aprovechar el legado de quien fue, es y será icono mundial. Santander; torpe gestión a lo largo de los años. El tren ya se fue para todos. Llegáis tarde. Las oportunidades son para quienes las saben aprovechar y, sobre todo, para quienes escuchan al que sabe.
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