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Severiano Ballesteros golpea con el drive durante el Abierto de Francia en La Boulie Golf en Saint Cloud el 05 de julio de 1986
Severiano Ballesteros golpea con el drive durante el Abierto de Francia en La Boulie Golf en Saint Cloud el 05 de julio de 1986 AFP PHOTO

La magia del genio de Pedreña

Se cumplen cincuenta años del debut como profesional de Severiano Ballesteros, el cántabro que cambió para siempre el golf en España y en Europa

Leila Bensghaiyar

Santander

Domingo, 24 de marzo 2024, 07:29

Cuando Manuel Piñero abrió la puerta del vestuario del Club de Golf Sant Cugat el 25 de marzo de 1974, se encontró con un chaval de 17 años, flexible y fuerte, que sollozaba con la cabeza entre las manos. Piñero, que acababa de ganar el Campeonato de España de profesionales que se estaba celebrando, le preguntó al chico: «¿Qué te pasa? Te encuentro muy triste». Entonces el joven, que había debutado como profesional ese mismo día, dejó de llorar, levantó la cabeza y respondió muy serio: «Pues sí, porque yo he venido a ganar el campeonato y no lo he conseguido». Ese chico había viajado a Cataluña desde Cantabria y no era otro que Severiano Ballesteros (Pedreña, 1957).

Seve fue el golfista de los golpes inverosímiles. El campeón que levantó el orgullo del golf europeo y lo cambió para siempre. En España democratizó este deporte y su apuesta fue siempre acercarlo a la gente de la calle, borrando la pátina de elitismo que lo envolvía. Al fin y al cabo, nunca dejó de ser un chico de Pedreña. Ballesteros tiene uno de los mejores palmarés de nuestro deporte. Se hizo con cinco Majors, tres Open Británicos y dos Máster de Augusta, donde se convirtió en el jugador más joven en enfundarse en la chaqueta verde hasta que llegó Tiger Woods en 1997. También fue el hombre que convirtió la Ryder Cup en el exitoso torneo que es hoy día, porque hasta que él llegó, incluso a los americanos les aburría jugarlo. Ganaban siempre.

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Pero toda su ristra de victorias como profesional arrancó con una derrota. La de su debut como profesional en Sant Cugat, del que mañana se cumplen 50 años. Piñero, un reputado golfista que después forjó una buena amistad con Seve, quedó impresionado ese día por la personalidad de aquel chico de Pedreña con el que años más tarde formó pareja sobre el campo. En aquella a ocasión Seve solo pudo acabar en la vigésima plaza, pero eso no le bastaba: quería ser el primero desde el principio.

«'¡Ostra! Este tío tiene algo dentro', pensé», cuenta Piñero desde el Club de Golf Sotogrande. «Que un chaval que acaba de empezar te diese esa respuesta, la verdad es que me impresionó. Me dio la sensación de que tenía rabia dentro, tenía algo», admite escarbando entre sus recuerdos. Para Piñero eso fue un síntoma de que el joven que tenía enfrente quería ser el mejor, que no tenía miedo. «Él jugaba para ganar, pero claro, es muy difícil jugar el primer torneo de tu vida como profesional y ganarlo. No lo he visto nunca», cuenta Manolo Ballesteros, hermano de Seve y testigo cercano de sus logros, que también participó en aquel campeonato.

Que Seve se dedicara al golf estaba marcado casi desde su nacimiento. Su madre, Carmen, era hermana de Ramón Sota, el jugador español más destacado hasta la irrupción de su aventajado sobrino, y todos sus hermanos -Baldomero, Manuel y Vicente- fueron profesionales. Lo que quizá nadie podía adivinar es que el chaval llegase tan arriba y tan deprisa. En realidad, sí hubo alguien. «Su madre ya dijo: 'Seve será el número uno del mundo», rememora la periodista especializada en golf Nuria Pastor. Nuria siguió a Ballesteros por todo el mundo y tuvo el privilegio de ser testigo de sus cinco victorias grandes. Triunfos revestidos de un mérito increíble, porque él nunca fue a clases de golf. Aprendió a base de observar y de práctica.

Todo comenzó con un Hierro 3 que le regaló su hermano Manolo. Seve hacía de caddie con 15 años para sacarse unas propinillas, pero de usar el campo de golf de Pedreña ni hablar. Por eso, se buscaba la vida para colarse en el campo en las noches de luna llena o se iba a la playa de Somo. Allí anudaba un pañuelo a una vara de arbusto para simular la bandera en el green y cavaba hoyos en la arena con el palo e introducía una lata de tomate a modo de agujero. Con ese Hierro 3 inventaba golpes imposibles. «Al no tener otro tenía que usar ese palo para un golpe largo, para uno corto, para el búnker... Las sacaba del búnker con el Hierro 3 y las dejaba cerca de la bandera», relata el autor del regalo.

Después de ese primer torneo en Sant Cugat llegaron muchos otros. Su destreza y su carisma pronto le hicieron vencer y destacar por encima del resto. «Ganó muchísimos torneos. Muchísimos, muchísimos. Un amigo doctor decía: 'Es que es extraterrestre'. Por lo bien que jugaba», recuerda Manolo. El nombre de SeverianoBallesteros empezaba a ser reconocible en los circuitos de golf. En 1976 quedó segundo en el Open Británico y tras eso ganó en Holanda su primer torneo. Terminó primero del ránking europeo y con Manuel Piñero como pareja se hizo con la Copa del Mundo para España.

Manuel Piñero: «Era el más largo del circuito»

Salida desde el tee

Manuel Piñero: «Era el más largo del circuito»

El joven Seve contaba tan solo con diecinueve años, pero su estilo de juego era inconfundible. «Era muy potente y agresivo, y en aquella época se salía un poco de la norma. Arriesgaba muchísimo en todos los golpes porque iba a por todas, era muy valiente», desempolva Nuria. «Era probablemente el más largo que había en el circuito europeo. El que más distancia pegaba con el drive. Y era bastante preciso. Era bueno en general en todo», admite Piñero, que además de ganar con Seve la Copa del Mundo fue también su pareja en la Ryder Cup de 1985, la primera en la que se impuso el equipo europeo. «Era muy muy completo y tremendamente habilidoso ejecutando golpes con efecto, con distintos efectos. No se ganan cosas como las que ganó él si no eres muy completo», señala.

Salida desde el Tee

El golpeo con el driver a una bola colocada en un

soporte permite alcanzar los golpes más largos.

Hay tres tipos de golpe. Recto: la bola vuela en

línea recta. Hook: bola cerrada con giro a la

izquierda. Slice: bola abierta con giro a la derecha

Recto

Hook

Slice

Palos: Drive y maderas

Seve era valiente y agresivo y por eso se ha alimentado la leyenda de que era errático desde el tee; pero es falso. Ningún jugador podría alcanzar su palmarés si no golpea

bien el drive

Drive

Inclinación:

10º

Alcance:

220 m.

Madera

Inclinación:

20º

Alcance:

175-200 m.

Flexibilidad

La ligereza en el agarre del palo y la elasticidad

de su cuerpo proporcionan gran fluidez a sus

desplazamientos

Potencia

Era alto y fuerte. Su

potencia con el drive

le convertía en el

jugador más largo

de todo el circuito

La perfecta coordinación del movimiento

hace que se ejerza la fuerza con

todo el cuerpo

Salida desde el Tee

El golpeo con el driver a una bola colocada en un soporte

permite alcanzar los golpes más largos. Hay tres tipos de golpe

Recto: la bola vuela en línea recta. Hook: bola cerrada con giro

a la izquierda. Slice: bola abierta con giro a la derecha

Recto

Hook

Slice

Palos: Drive y maderas

Seve era valiente y agresivo y por eso se ha alimentado la

leyenda de que era errático desde el tee; pero es falso.

Ningún jugador podría alcanzar su palmarés si no golpea

bien el drive

Drive

Inclinación:

10º

Alcance:

220 m.

Madera

Inclinación:

20º

Alcance:

175-200 m.

Flexibilidad

La ligereza en el agarre del palo y la elasticidad de su cuerpo

proporcionan gran fluidez a sus desplazamientos

Potencia

Era alto y fuerte. Su

potencia con el drive le

convertía en el jugador

más largo de todo

el circuito

Giro de pie

producido

por la inercia

de golpear la

bola con

violencia

La perfecta coordinación del movimiento hace que se

ejerza la fuerza con todo el cuerpo

Salida desde el Tee

El golpeo con el driver a una bola colocada en un soporte permite

alcanzar los golpes más largos. Hay tres tipos de golpe: Recto, Hook y Slice

Recta:

la bola vuela en línea recta

Hook:

bola cerrada

con giro a la izquierda

Slice:

bola abierta

con giro a la derecha

Palos: Drive y maderas

Drive

Inclinación:

10º

Alcance:

220 m.

Madera

Inclinación:

20º

 

Alcance:

175-200 m.

Si se combina un carácter feroz y competitivo con una perfecta

ejecución del swing tendrá lugar un jugador, como Seve, preparado para rendir

bajo presión en cualquier faceta del juego

Flexibilidad

La ligereza en el

agarre del palo y la

elasticidad de su

cuerpo proporcionan

gran fluidez a sus

desplazamientos

Potencia

Era alto y fuerte. Su

potencia con el drive le

convertía en el jugador

más largo de todo

el circuito

La perfecta

coordinación del

movimiento hace

que se ejerza la

fuerza con todo

el cuerpo

Posición

‘finish’ en

forma de

C

Giro de pie

producido por la

inercia de golpear

la bola con gran

violencia

Seve era valiente y agresivo y por eso se ha alimentado la leyenda de que era errático

desde el tee; pero es falso. Ningún jugador podría alcanzar su palmarés si no golpea

bien el drive

Salida desde el Tee

El golpeo con el driver a una bola colocada en un soporte permite

alcanzar los golpes más largos. Hay tres tipos de golpe: Recto, Hook y Slice

Recta:

la bola vuela en línea recta

Hook:

bola cerrada

con giro a la izquierda

Slice:

bola abierta

con giro a la derecha

Palos: Drive y maderas

10º

20º

Alcance:

220 m.

Alcance:

175-200 m.

Madera

Drive

Seve era valiente y agresivo y por eso se ha alimentado la leyenda de que era errático desde el

tee; pero es falso. Ningún jugador podría alcanzar su palmarés si no golpea bien el drive

Flexibilidad

La ligereza en el

agarre del palo y la

elasticidad de su

cuerpo proporcionan

gran fluidez a sus

desplazamientos

Potencia

Era alto y fuerte. Su

potencia con el drive le

convertía en el jugador más largo de todo

el circuito

La perfecta

coordinación del

movimiento hace

que se ejerza la

fuerza con todo

el cuerpo

Posición

‘finish’ en

forma de

C

Giro de pie

producido por la

inercia de golpear

la bola con gran

violencia

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Swing: posición de brazos y manos

La tensión frena la velocidad. Seve mantiene los brazos y codos relajados al sujetar el palo. Esto favorece el movimiento en el swing. Así gana capacidad de giro en las muñecas en el backswing, lo que genera mayor velocidad

Colocación del palo en el backswing

Aquí vemos la primera ventaja de buscar una posición relajada. Seve puede sujetar el palo con las muñecas, mientras empieza a girar la parte superior de su cuerpo en dirección opuesta a la pelota

Posición de hombros y caderas

Gira hacia arriba y hacia atrás con los hombros y mantiene una flexión con las caderas. No se pone de pie en el backswing, lo que evita golpeos erróneos como el top (parte superior de la bola) o el chunk/duff (golpe al suelo)

Ritmo preciso en el downswing

Su posición es ladeada en comparación con el jugador moderno. Mantiene una ligera flexión en el codo derecho, situándolo cerca de su cadera derecha. Así puede rotar a la vez los hombros, los brazos y la parte inferior del cuerpo

Hombros y pies en el impacto

Mientras dirige el palo hacia abajo, el pie derecho se levanta del suelo, llevando su peso hacia su lado izquierdo. Los hombros todavía están inclinados manteniendo el derecho hacia abajo. Así es como comprime la pelota

Finish: figura clásica en 'C'

Seve mantiene el ángulo de su columna a la perfección, anulando el hombro derecho alto. Mantener el hombro derecho hacia abajo, como él hace, ofrece cierto control sobre el vuelo de la bola, de izquierda a derecha

AUX STEP FOR JS

Manuel Ballesteros: «No he visto a otro como mi hermano»

Juego corto

Manuel Ballesteros: «No he visto a otro como mi hermano»

Nada de mandar la bola a la calle, luego al green y meter el putt. No. Seve era anárquico en ese aspecto. Se iba por las zarzas, se escapaba por los árboles… pero luego sacaba unos golpes maravillosos. «Tenía una gran fuerza mental. No daba nunca ningún hoyo por perdido. Se creía capaz de realizar cualquier golpe y sabía cómo ejecutarlos, incluso los más complicados», comenta Nuria, que se quedaba fascinada viendo cómo Seve estudiaba los golpes. «Pensabas que nadie sacaría la bola de ahí y él sabía sacarla. Ver su cara, cómo lo analizaba... Era realmente toda una lección», dice con añoranza.

Juego corto

Cuando el green está a tiro, se recurre

a golpes menos amplios en los que

la precisión es aún más importante

Palos: Hierros y wedges

Su juego versátil y sus golpes inverosímiles le

llevaron a ser el ganador más joven del siglo

Hierros largos

25º

Alcance:

180 m.

Hierros medios

30º

Alcance:

150 m.

Hierros cortos

42º

Alcance:

120 m.

Wedge

52º

Alcance:

75 m.

Era muy completo y dominaba todas las facetas

del juego, pero en el juego corto es donde

sacaba la creatividad con golpes memorables

desde lugares imposibles

Alineación

Habilidoso

ejecutando

golpes con

efecto y muy

bueno cerca

del green

Rodillas

flexionadas,

acompañando el

movimiento del

cuerpo

Movía pies y muñecas antes de golpear

para evitar mantenerse rígido

Juego corto

Juego corto

Cuando el green está a tiro, se recurre a golpes menos amplios

en los que la precisión es aún más importante

Palos: Hierros y wedges

Su juego versátil y sus golpes inverosímiles le llevaron

a ser el ganador más joven del siglo

Hierros largos

25º

Alcance:

180 m.

Hierros medios

30º

Alcance:

150 m.

Hierros cortos

42º

Alcance:

80 m.

Wedge

52º

Alcance:

75 m.

Era muy completo y dominaba todas las facetas del juego,

pero en el juego corto es donde sacaba la creatividad con

golpes memorables desde lugares imposibles

Alineación

Habilidoso

ejecutando

golpes con

efecto y muy

bueno cerca

del green

Rodillas

flexionadas,

acompañando el

movimiento del

cuerpo

Movía pies y

muñecas antes de

golpear para evitar

mantenerse rígido

Su gran fuerza mental le impedía dar

por perdido ningún golpe o un hoyo

Juego corto

Cuando el green está a tiro, se recurre a golpes menos amplios en los que

la precisión es aún más importante

Palos: Hierros y wedges

Su juego versátil y sus golpes inverosímiles le llevaron a ser el ganador más joven del siglo

Hierros largos

25º

Alcance:

180 m.

Hierros medios

30º

Alcance:

150 m.

Hierros cortos

42º

Alcance:

80 m.

Wedge

52º

Alcance:

75 m.

Era muy completo y dominaba todas las facetas del juego, pero en el juego corto es

donde sacaba la creatividad con golpes memorables desde lugares imposibles

Alineación

Su destreza para leer

el campo y ver los

‘gaps’ (huecos) le

convertían en un

maestro de los

golpes de

recuperación

Habilidoso

ejecutando golpes

con efecto y muy

bueno cerca del

green

Movía pies y muñecas

antes de golpear para

evitar mantenerse

rígido

Rodillas flexionadas,

acompañando el

movimiento del

cuerpo

Su gran fuerza mental le impedía dar

por perdido ningún golpe o un hoyo

Juego corto

Cuando el green está a tiro, se recurre a golpes menos amplios en los que la precisión

es aún más importante

Palos: Hierros y wedges

Su juego versátil y sus golpes inverosímiles le llevaron a ser el ganador más joven del siglo

Hierros largos

Hierros medios

25º

30º

Alcance:

180 m.

Alcance:

150 m.

Hierros cortos

Wedge

42º

52º

Alcance:

120 m.

Alcance:

75 m.

Era muy completo y dominaba todas las facetas del juego, pero en el juego corto es

donde sacaba la creatividad con golpes memorables desde lugares imposibles

Alineación

Su destreza para leer

el campo y ver los

‘gaps’ (huecos) le

convertían en un

maestro de los

golpes de

recuperación

Habilidoso

ejecutando golpes

con efecto y muy

bueno cerca del

green

Movía pies y muñecas

antes de golpear para

evitar mantenerse

rígido

Rodillas flexionadas,

acompañando el

movimiento del

cuerpo

Su gran fuerza mental le impedía dar

por perdido ningún golpe o un hoyo

Y un buen ejemplo de esto que explica Nuria es lo que ocurrió cuando ganó su primer Open Británico en 1979, con el famoso 'birdie del aparcamiento'. Manuel Piñero estuvo allí, porque él también jugaba ese torneo. «En el hoyo 16, par 4. El viento venía de izquierda a derecha, casi favorable, con unos greenes duros donde estaba la posición de la bandera desde el centro de la calle. No era fácil dejarla hacia la bandera», narra viajando en el tiempo. «El último día el rough está muy pisado y la bola se queda casi siempre bien. Severiano pegó el drive a la derecha, sabiendo desde el Tee que si fallaba por la derecha tenía golpe claro al green». Lo que pasó después dejó con la boca abierta a golfistas, jueces, periodistas y público. Había un parking a la derecha y la bola se fue allí. «Tuvieron que quitar los coches y él jugó. Hizo birdie en ese hoyo, la dejó muy cerca de donde estaba la bandera.La tenía perfecta». Un chico de pueblo había ganado el torneo más importante del mundo. El primer Major de su carrera. El golf en España ya no sería lo mismo.

Los americanos le dieron el calificativo de 'El campeón del párking'. «Entonces fue cuando él, un poco enrabietado, les dijo: ' Pues ahora lo vais a ver'», confiesa Nuria, que compartió horas y torneos con 'El Matador'. Y Seve fue fiel a su palabra. Un año después, en 1980, se hizo también con su primer Masters de Augusta y se trajo a Cantabria la primera chaqueta verde del golf español, que fue también la primera para el golf europeo. Su ascensión era imparable.

Nuria Pastor: «Tenía unas manos mágicas»

En el green

Nuria Pastor: «Tenía unas manos mágicas»

Si alguien lo conocía bien, era su hermano Manolo. Con él comenzó a ir a los torneos y jugaban juntos muy a menudo. «He sido su caddie muchas veces», dice mientras una sonrisa asoma en su rostro. Sentado en el Club de Golf de Pedreña, dirige la mirada hacia la casa de Seve, que se ve desde allí. «El juego corto, yo no he visto a otro. No lo digo porque fuese mi hermano. No, no. Es que no he visto otro», dice mientras mueve la cabeza con convencimiento. «Era muy habilidoso. Tenía un toque especial». Es cierto. Todos los que tuvieron oportunidad de verlo dicen lo mismo. «Tenía unas manos mágicas», añade Nuria. «Él decía siempre que para el putt tenías que tener mucho cuidado. Cogerlo como si fuese un pajarito, sin apretarlo mucho para no ahogarlo, pero lo suficiente para que no se te escape. Pateaba muy bien», revive la cronista. Y eso es algo que tienen en común todos los grandes campeones: cuando tienen que ejecutar un golpe importante, lo hacen.

En el green

Zona de césped especialmente cuidado en el que

la bola se golpea para que se deslice hasta el hoyo.

Se utiliza un palo específico, el putter, con el que

se hace rodar la bola

Era único en la lectura del green. Interpretaba

como nadie sus caídas, sin necesidad

de caddie

Putter

Varilla

Cabeza

Grip Vardon

(Superponiendo

índice izquierdo

y meñique derecho)

es la forma más

común de sujetar

el palo

No apretaba

demasiado el palo

para controlar

mejor la velocidad

del golpeo

Pies

perpendiculares

a los hombros

En el putt era implacable. Cuando tenía que

meter la bola para ganar, embocaba

En el green

Zona de césped especialmente cuidado en el que la bola

se golpea para que se deslice hasta el hoyo.

Se utiliza un palo específico, el putter,

con el que se hace rodar la bola

Era único en la lectura del green. Interpretaba como nadie

sus caídas, sin necesidad de caddie

Putter

Varilla

Cabeza

Grip Vardon

(Superponiendo

índice izquierdo y

meñique derecho)

es la forma más

común de sujetar

el palo

Su efectividad en el

golpeo residía en el

grip. No apretaba

demasiado el palo

para controlar

mejor la velocidad

del golpeo

Pies

perpendiculares

a los hombros

En el putt era implacable. Cuando tenía que meter la bola

para ganar, embocaba

En el green

Zona de césped especialmente cuidado en el que la bola se golpea para que

se deslice hasta el hoyo. Se utiliza un palo específico, el putter, con el que se hace

rodar la bola

Era único en la lectura del green. Interpretaba como nadie

sus caídas, sin necesidad de caddie

Putter

Varilla

Cabeza

Grip Vardon (Superponiendo índice

izquierdo y meñique

derecho) es la forma

más común de sujetar

el palo

Su efectividad en el

golpeo residía en el

grip. No apretaba

demasiado el palo

para controlar mejor

la velocidad del

golpeo

Pies

perpendiculares

a los hombros

En el putt era

implacable. Cuando

tenía que meter la bola

para ganar, embocaba

En el green

Zona de césped especialmente cuidado en el que la bola se golpea para que

se deslice hasta el hoyo. Se utiliza un palo específico, el putter, con el que se hace

rodar la bola

Era único en la lectura del green. Interpretaba como nadie

sus caídas, sin necesidad de caddie

Putter

Varilla

Cabeza

Grip Vardon (Superponiendo índice

izquierdo y meñique

derecho) es la forma

más común de sujetar

el palo

Su efectividad en el

golpeo residía en el

grip. No apretaba

demasiado el palo

para controlar mejor

la velocidad del

golpeo

Pies

perpendiculares

a los hombros

Putter

En el putt era

implacable. Cuando

tenía que meter la bola

para ganar, embocaba

Cualquier actuación de Ballesteros, en cualquier campo de golf del mundo, siempre era seguida por una auténtica legión de aficionados ávidos de contemplar esa concepción distinta del golf, alejada de la ortodoxia, pero caracterizada por su extraordinaria belleza y espectacularidad. Querían ver los golpes que los demás golfistas solo podían imaginar. «Seve tenía una cosa que no la tiene nadie. Atraía al público. Era un imán», asevera Manolo Ballesteros, que tiene mil anécdotas junto a su hermano. Todo el mundo giraba sus ojos hacia Seve. Hasta los agentes secretos. «En La Moraleja yo le hacía de caddie. Habíamos acabado, fui al servicio y a mi izquierda se coloca un señor, y me dice: 'Manuel, he estado viendo a tu hermano y no me ha saludado'. ¿Sabéis quién era? ¡El famoso James Bond! El primero, ¡Sean Connery!», dice alzando los brazos.

Seve era un personaje muy carismático. «Le ponía tanta alma que lo transmitía», señala Piñero. Un día esa pasión alcanzó su cenit. Fue una tarde de julio de 1984, cuando conquistó su segunda jarra del Open Británico en Saint Andrews. El brillo de sus ojos, la intensidad de su mirada mientras blandía una y otra vez el puño y repetía: '¡La metí, la metí, la metí!', tras embocar el putt de birdie que le aseguraba la victoria, no deja margen de duda. Quizá fue el día más feliz de su vida deportiva.Pero también había una cara B, como confiesa Manolo. «Me dijo que hay que pagar un precio. Y yo lo entendí. Se debía mucho a los periodistas, a los aficionados, a estar bien con todos... Si pones una mala cara ya eres un antipático. Decía: 'Si hasta cuando voy a hacer pis me están observando'. Eso les pasa a todos los grandes». No hay duda de que él lo era. Severiano Ballesteros, el chico de Pedreña que deslumbró al mundo. El único español en ganar cinco grandes. El genio de un artista que era capaz de dar golpes mágicos, unos golpes que ya serán difíciles de ver y de repetir.

El único español en ganar cinco grandes

Palmarés

El único español en ganar cinco grandes

Ballesteros se mantuvo 33 años en la máxima competición con 94 victorias como profesional. Fue el único español en ganar cinco grandes. El encargado de levantar el orgullo del golf europeo que le debe prácticamente todo. Su figura se engrandece por encima de todos sus títulos individuales y colectivos cuando se revisa todo su trabajo en favor del golf en nuestro país. Suyo es parte del mérito de que España cuente con ese número tan significativo de federados y que se pueda practicar en más de 400 campos, un 10% públicos. Su apuesta siempre fue acercar el golf a la gente de la calle. Cuando Seve debutó como profesional en 1974 había en España 9.045 licencias. Hoy, en 2024, su número asciende a 298.959. Consiguió lo que no había logrado nadie dentro y fuera del campo.

Créditos

  • Texto Leila Bensghaiyar

  • Gráficos e ilustraciones David Vázquez Mata

  • Narrativa web Marc González, Pilar Chato y Leticia Mena

  • Edición gráfica Miguel de las Cuevas y Javier Cotera

  • Edición de sonido Héctor Díaz

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