Nadal, Gasol y compañía

La excusa, el Desafío. Así, con mayúscula, porque así se bautizó la competición entre los amigos de los dos cabezas de cartel; capitán y capitana. De rojo Santander, Botín, que ganó su partido. De blanco Wimbledon, Nadal, que no ha publicado en ninguna de sus cuentas cómo le fue, aunque tuvo problemas en el hoyo 7. Al final, después de seis emparejamientos, todos ellos puntuables, ganaron los rojos, aunque aquello no fuera lo más destacable del día.

Los socios a los que les tocó jugar por detrás de ellos charlaban desde la distancia. Picaba la curiosidad por saber cuál era aquella cuadrilla al completo. Además, no todos los días se comparte césped con un tipo que ha ganado 22 Gran Slam y otro que atesora dos anillos de la NBA, por citar solo algunos de sus entorchados.

Tanta cara conocida no podía pasar inadvertida. Y no porque la organización no lo intentara. Ni siquiera la foto de familia, que hacerse se hizo, se ha publicado o distribuido. Algo así como una fiesta íntima, aunque con muchos invitados que ya se barruntaban en el sábado por la noche, pese a la absoluta discreción con que se trató de llevar a cabo el evento.

Lo que por la mañana del domingo ya se había convertido en obvio, pocas horas antes había sido un runrún. Movimiento; ajetreo. También a última hora del sábado en Parayas. Un rumor: Pau Gasol estaba jugando al golf en Pedreña. Otro: Rafa Nadal también rondaba por la zona.

En realidad, tenía una reserva en el Palacio de Helguera, cerca de Puente Viesgo, a donde llegó a última hora de la tarde. El propio hotel lo publicó en sus redes con un llamativo mensaje: «Estamos preparando otra habitación para un gran huésped». Y tan grande: 2,13 metros de estatura. Los de Gasol.

A pocos kilómetros, el Real Golf de Pedreña amanecía también con un decorado diferente. Seguridad en el acceso y bastante expectación. Todo para el torneo amistoso que se había organizado para ese domingo por la mañana: amigos de Ana Botín contra amigos de Rafa Nadal. Nada menos. Muchas caras conocidas. También la de Álvaro Morata, que jugó el sábado con el Atlético de Madrid y se incorporó a última hora. No para coger los palos, sino para disfrutar de la reunión posterior. Además de eso, alguna baja de última hora respecto al plan inicial y buen tiempo en la bahía. Quizá algo de bochorno, pero nada comparable a lo de días atrás.

Al menos eso pudieron comprobar quienes lo vieron; ese puñado de socios de Pedreña que tuvieron la oportunidad de compartir campo. La organización había dado instrucciones claras: nada de convocatorias, prensa ni cazautógrafos. Solo tranquilidad al sur de la bahía. Y se siguió la consigna a rajatabla.

Por el camino quedaron, eso sí, rastros: el reel del Palacio de Helguera, las caras conocidas en el aeropuerto de Parayas en una frenética excursión... Los invitados llegaron el sábado, algunos de ellos por la noche, y se marcharon el mismo domingo. Poco después de las nueve de la mañana ya estaban jugando, más allá de las dos habían concluído el recorrido y les esperaba la comida y muy poco después el grueso de la tropa marchaba ya de vuelta; a por la conexión aérea, ya fuera vía Madrid o Barcelona, pero siempre desde el Seve Ballesteros.

La foto de familia, que se hizo, tampoco se compartió, pero de dejar constancia de la mañana dominical se encargó el propio Nadal, que subió su fotografía del campo en el que labró su leyenda el mejor golfista europeo de todos los tiempos. Dos figuras separadas en el tiempo pero unidas en el simbolismo de una imagen.

Algunos miembros de la Fundación Pau Gasol se pudieron tomar con más calma la jornada. Seguirá algún día más en Cantabria y puede que vuelvan a repetir recorrido mientras su presidente esté ya volando de regreso a Estados Unidos.

Lo que sí es probable es que la cita tenga continuidad, así que si el año que viene alguien observa algo más de revuelo de lo habitual, no será ya descabellado pensar que hay muchas celebridades, y no solo deportistas, jugando al golf en Pedreña. Las de Gasol y Nadal eran las caras más conocidas en la hoja de inscripción, pero no las únicas. Habrá que estar atentos a la próxima convocatoria.