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Virginia Díaz y Aina Cid ya están en semifinales. Aunque con más dificultades de los previsto, consiguieron dejar atrás a otra piragua en su serie para asegurarse el pase a las semifinales en una regata de menos a más y con un guion muy claro. Por una parte, el abrumador dominio de Nueva Zelanda. Por otro, la extraordinaria remontada española. Díaz y Cid llegaron a marchar descolgadas en la cuarta y última posición, pero apenas tres o cuatro paladas para superar en la champa final a Dinamarca y ser segundas después de protagonizar unos enormes últimos 500 metros. Aun así, el objetivo, que no era otro que superar esta primera serie está ya conseguido.
Como siempre con la cántabra en popa, a las españolas les tocó la calle 1, justo al lado de las neozelandesas Gowler y Prendergast, grandes favoritas que cumplieron con los pronósticos para imponerse con solvencia. No les sirvió de demasiado a las española la referencia austral, más centradas en la lucha con Dinamarca e Irlanda, situadas respectivamente en las calles 3 y 4, donde en la práctica iba a estar el verdadero duelo.
También como es norma entre las españolas, hicieron una regata de menos a más.Ya en la primera fase de la regata se quedaban ligeramente descolgadas pese a marcar un ritmo de 40 paladas, sobre todo de una Nueva Zelanda que bogaba a 38 y que con una gran potencia apostaba por un ritmo más lento que le iba a dar un gran resultado (terminarían a un ritmo de 32).
Cántabra y catalana llegaban a los 500 metros bastante descolgadas en la cuarta posición, a 5.13 de Nueva Zelanda, 3.23 de Dinamarca y 2.00 de Irlanda, pero no se dejaron ir pese a que camino de los mil metros seguía la misma tónica, con Virginia Díaz obligada a corregir rumbo en una evidencia de que a la pareja española le estaba costando acompasarse como suele.
Al paso por los mil metros Nueva Zelanda estaba ya lejos, muy lejos, no solo de España, sino de todos sus adversarios. Las oceánicas pasaban con cinco segundos de renta sobre Dinamarca, 7.34 sobre Irlanda y 9.03 sobre España.
Perdida la estela oceánica, el objetivo era la plaza en semifinales, para lo que era necesario alcanzar a Crowley y Dukasrka para asegurarse la tercera plaza y con ella el pase antes de atacar la posición de Rasmussen yErichen, que comenzaban a acusar el esfuerzo, en una meta muy complicada pero que se iba a confirmar como posible
A los 1.500 el duelo entre tres (Nueva Zelanda bogaba otra regata) estaba en los tres segundos que separaban por este orden a Dinamarca, Irlanda y España, aún con la pareja cántabro-catalana como colista. Y allí se llegó el punto de inflexión. Una primera aceleración española a 39 paladas permitía atrapar a las irlandesas, y ya en plena champa final se metían en un intensísimo duelo con Dinamarca para rozar la segunda plaza, pero al final unas extenuadas Díaz y Cid tenían que conformarse con el tercer puesto por tan solo 28 centésimas tras nada menos que 2.000 metros. Quizá una pequeña decepción, pero suficiente para pasar a semifinales, que al final era el primer gran objetivo con el que viajaron a Tokio.
Pese a la evidente superioridad neozelandesa, las españolas no acudirán como comparsas a la semifinal, y si muestran su mejor versión y consiguen acompasarse pueden aspirar a la final. Prueba de su gran final es que terminaron a 4.16 de las australes, de las que habían llegado a estar a más de nueve segundos, si bien Prendergast y Gowler pudieron bajar su ritmo en la última fase, tras comprobar que ningún rival las inquietaba.
Ya en los Juegos de Río de Janeiro Aina Cid consiguió ser finalista, aunque en aquella ocasión acompañada por Anna Boada y no por la cántabra, que debuta en una cita olímpica. Ahora, superada ya la primera criba tratará de repetir con una astillerense como compañera a la popa.
No corrieron la misma suerte los otros representantes españoles; sevillanos Jaime Canalejo y Javi García en la categoría masculina, pues tras concluir en la cuarta plaza de su serie no lograron el acceso directo a las semifinales y deberán esperar a la repesca para seguir con vida en el torneo olímpico.
Aunque su clasificación de ayer fue algo más apurada de lo que se esperaba en un principio, Virginia Díaz yAina Cid buscarán dentro de tres días el pase a la final. Las tres veces medallistas en los tres últimos campeonatos de Europa remarán una plaza en la final olímpica en la madrugada del lunes al martes, de nuevo en el Canal Sea Forest.
Ya se hicieron con el bronce en el Campeonato de Europa de abril y fueron quintas en el último Mundial, de modo que están en condiciones de buscar la sorpresa.
Su gran final, demostrado de nuevo ayer, las avala, pero para afrontar un objetivo tan ambicioso deberán mejorar su rendimiento en la primera fase de la regata. Hoy se disputará una jornada de repesca que las españolas han conseguido evitar, por lo que dispondrán un valioso día más de descanso.
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Ana del Castillo
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