La cántabra Jimena Pérez, eliminada en los 1.500

Le tocó en suerte en la cuarta serie, muy rápida, una de las grandes favorita para el oro: la italiana Simona Quadarella, en una difícil clasificatoria en la que tenía un objetivo muy claro: bajar de los 16 minutos en su debut olímpico y buscar así una plaza en la final. Mucho, porque significaba bajar en ocho segundos su plusmarca personal. Demasiado porque generosa en el esfuerzo terminó algo desfondada y lejos de esa plusmarca que necesitaba batir. Desde la calle 8, tenía como referencia más cercana a la china Bingjie Li, otra dura adversaria que le podía haber servido de referencia, pero si no se tienen buenas sensaciones de nada sirve quién acompañe.

La carrera comenzó con Kirpichnikova como sorprendente líder por delante de Quadarella, mientras que Li no conseguía seguir el ritmo de las mejores. Algo muy bueno para Jimena Pérez, una nadadora acostumbrada a progresar confirme avanzan los minutos. La santanderina se quedaba ligeramente descolgada como colista, pero mantenía la estela de la china en unos 1.500 que exigen una gran fortaleza física y mental; en condiciones de entrar en carrera con parciales de 32.2 y 32.3.

Conforme avanzaba la carrera Erica Sullivan se colocó líder, con su posición amenazada por Quadarella, mientras que la cántabra comenzaba a acusar el esfuerzo y se quedaba, esta vez ya sí, descolgada en el último puesto. Al final, un digno pero insuficiente 16.15.99 frente a los mejores del mundo.

El jueves, en los 800

Pese a quedar eliminada en los 1.500, la santanderina seguirá concentrada en Tokio, porque el jueves, y de nuevo al igual que Belmonte, tiene otra cita con la piscina, en este caso con las series clasificatorias de los 800, la primera especialidad para la que se aseguró la mínima. Y de nuevo buscará una plaza en la final que le asegure el diploma olímpico.