La marea daña la contaminada sede de la vela en Guanabara

Una de las rampas de la instalación olímpica que acogerá las competiciones de vela en los Juegos de Río 2016 fue dañada por el agua de la Bahía de Guanabara. La rampa instalada provisionalmente en la Marina de Gloria, que será el principal acceso para las embarcaciones durante las pruebas olímpicas, se derrumbó parcialmente «como consecuencia de la marea», según anunció a la agencia AFP un portavoz de la organización de los primeros Juegos Olímpicos de Sudamérica. «La empresa responsable por la construcción ya fue avisada y está procediendo a su reparación», añadieron los organizadores. Los regatistas que se entrenaron en el lugar en la mañana del sábado lo hicieron normalmente pese al desperfecto, utilizando otra rampa, especificó el portavoz.

La Marina da Gloria, en la espectacular bahía de Guanabara, cerca de Copacabana, recibirá las competiciones de regatas y windsurf. La principal preocupación de estas modalidades sigue siendo la contaminación de las aguas, que han recibido durante décadas toneladas de basura y aguas residuales. Aunque las autoridades abandonaron la meta de descontaminar totalmente la bahía, aseguran que no existen riesgos para la salud de los competidores.

Los daños en la rampa de la Marina «serán arreglados». «Esto también pasó en ediciones anteriores de los Juegos», minimizó el presidente del Comité Olímpico Brasileño. Carlos Arthur Nuzman, consultado por la prensa al concluir la reunión del Comité Olímpico Internacional (COI) en Río.

Los Juegos Olímpicos se inaugurarán oficialmente el 5 de agosto y se extenderán hasta el 21 del mismo mes. «La previsión es que a tres, cuatro o cinco días (del inicio) muchas cosas sean corregidas», afirmó Nuzman, según la web deportiva Globoesporte.

Un discurso similar fue esbozado por los organizadores la semana pasada, cuando la delegación australiana denunció que los apartamentos donde se hospedarían en la Villa Olímpica no estaban concluidos y resultaban «inhabitables» debido a que había cables sueltos, tuberías tapadas y olor a gas, entre otros fallos. Un ejército de trabajadores fue contratado de inmediato por las autoridades para reparar los desperfectos y que los deportistas pudieran volver a sus cuartos.