Un día duro, pero con Nadal
El jugador cántabro de la selección española de hockey narra desde Río de Janeiro su día a día en los Juegos Olímpicos
Mario Fernández
Jueves, 4 de agosto 2016, 20:18
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Mario Fernández
Jueves, 4 de agosto 2016, 20:18
Otra vez que me he despertado a las siete de la mañana. Antes de nuestra hora oficial. Me da que esta rutina no se me va a quitar durante todos los Juegos. Tras el desayuno, me fui con un par de compañeros de equipo a ... la sala de recreativos que hay en la Villa Olímpica. A mi compañero de habitación, Álvaro Iglesias, le gané. Antes de la comida nos hicimos una de las fotos oficiales que se está haciendo todo el mundo en la villa, junto a unos enormes aros olímpicos y el emblema de Río 2016. Una villa en la que, por cierto, no nos hemos encontrado ningún problema.
Un equipo de Televisión Española vino a grabarnos al comedor. En él hay un montón de opciones. Hay zonas de pasta, de pizza, de arroz, de ensaladas, de carne... También hay comida internacional, como por ejemplo la asiática. Nosotros ya sabemos lo que tenemos que comer y no podemos abusar de cosas picantes o con mucha grasa. Aunque en algún momento nos damos un pequeño capricho.
Lo de día duro viene por lo que nos tocó por la tarde. Tuvimos una sesión de entrenamiento muy buena, pero muy intensa. Nuestro debut en estos Juegos está a la vuelta de la esquina, el sábado día 6 ante los anfitriones, Brasil. Por eso hay que prepararlo todo con mimo. Y eso nos dejó a todos muy cansados, así que tras cenar, nos fuimos derechos a la cama. Por suerte, a sobrellevar esas sesiones de entrenamiento está ayudando la temperatura. Aunque en teoría estos Juegos son de verano, aquí en Río es invierno. Pero al ser una ciudad tropical, la temperatura ahora es muy buena, la ideal para hacer deporte y un poco de ejercicio por la villa olímpica. Correr en primer lugar y después una sesión de abdominales en la zona de la piscina.
La primera gran alegría vino a la hora de comer. Nos encontramos al que será nuestro abanderado en Río, Rafa Nadal. Ahí te das cuenta de lo que realmente son los Juegos Olímpicos; puedes convivir con deportistas a los que es muy difícil ver en otras ocasiones. Después de comer, llegó la hora de esa gran costumbre española, la siesta, para luego completar un entrenamiento en el estadio principal que acogerá el hockey en estos Juegos.
Tras la cena, una partida al Mario Kart sirvió para entretener a unos cuantos del equipo. Toda ayuda es poca para estirar lo más posible el día, adaptarnos pronto al horario de Brasil y olvidarnos ya definitivamente, o eso espero, de ese maldito jet lag.
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