Estados Unidos tumba a España en el duelo de poderosas

Las estadounidenses ganaron a España en la final de los Juegos de Londres 2012 (8-5) y, más recientemente, en junio, en la final de la Liga Mundial (13-9), que las norteamericanas se adjudicaron por décima vez.

Un gol de Musselman al medio minuto de juego anticipó el dominio incuestionable de las jugadoras de Adam Krikorian en el primer parcial (1-4). Las españolas no consiguieron levantar una defensa que detuviese el ataque demoledor de sus rivales. López Ventosa logró parar algún contraataque y Tarragó fue de las pocas que se abrió hueco para tirar de cerca, aunque tan incómoda que Johnson no pasó ningún apuro.

Espar engañó a la portera americana con un amago de gran clase en el único gol de España en el primer cuarto, que se cerró con un 1-6 irrecuperable para las de Miki Oca. Estados Unidos es la vigente campeona olímpica y mundial y el único equipo que ha subido al podio en las cuatro ediciones disputadas desde que el waterpolo femenino es olímpico.

Clark, Neushul y la portera Johnson fueron una máquina de robar balones en el segundo parcial, mientras Fattal, Mathewson y Fischer de penalti ampliaban el botín hasta los 7 tantos. Ortiz Muñoz, en un contraataque por fin productivo, dio a España el único gol de ese cuarto (2-7).

Maica García Godoy, tras un inteligente pase de Tarragó, abrió el tanteo del tercer tiempo, en el que la portería española cambió a las manos de Patricia Herrera.

Neusul y la benjamina Paula Leiton (16 años) protagonizaron apasionadas luchas por el balón, con ventaja estadounidense. Repitió tanto en el último minuto García Godoy, pero la inspiración de la jugadora del CN Sabadell no se tradujo en una reducción de las distancias, se mantuvieron antes del último descanso, 4-9.

Mathewson, aprovechando una superioridad, y Clark a medio minuto del final sellaron la contundente victoria de Estados Unidos, que en su estreno en los Juegos dejó clara su intención de prolongar su racha en el podio. Su técnico, Adam Krikorian, dirigió el partido recién llegado a Río después de haber tenido que regresar a casa por la muerte de su hermano.