Atacado un autobús lleno de periodistas en Río

La presencia militar se ha notado más en las calles de Río, sobre todo tras el incidente que vivieron ayer varios periodistas internacionales que sufrió uno de los autobuses que trasladan a los periodistas de un lado a otro de la Villa Olímpica.

Así lo contó Gastón Saiz, enviado especial del periódico argentino de La Nación: "A los 20 minutos del trayecto entre la sede de Deodoro y el centro de prensa de los Juegos de Río 2016 sentimos al lado derecho del ómnibus dos fuertes impactos; el desconcierto dio paso a una reacción inmediata de los 11 periodistas que estábamos arriba del vehículo: todos cuerpos a tierra. La mano derecha de un representante de la prensa de Bielorrusia comenzó a sangrar, mientras que los vidrios de los ventanales del ómnibus empezaban a caerse. Justo atravesábamos la Avenida Transolímpica y pasábamos por la zona de Curiciba".

Según France Presse, los periodistas se arrojaron al suelo y la policía los protegió hasta el destino final del trayecto. Además se ha sabido que otros dos periodistas están levemente heridos después de que una bala perdida atravesara la marquesina de una sala de prensa situada al norte de Río de Janeiro.

El Comité organizador ha abierto una investigación para determinar las circunstancias del asalto. El pasado sábado, un disparo impactó en la sala de prensa del centro de hípica de los Juegos, también en Diodoro, sin provocar heridos. El disparo se produjo fuera de la sala de prensa, perforó la lona de la instalación y la bala fue recogida en el suelo en el interior de recinto. Fue una «bala perdida que no tiene nada que ver con los Juegos Olímpicos o la familia o la prensa. La zona no era un objetivo», subrayó entonces un portavoz de la organización