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Marco García Vidart
Jueves, 18 de agosto 2016, 20:33
Su marca, esos 20,50 metros exactos que le dieron el pase a estos Juegos Olímpicos de Río, era la número 31 entre los 34 participantes en la calificación de peso. Y para pasar a la final se pedían 20,65 o terminar entre ... los 12 mejores. A priori la empresa se planteaba muy complicada para el castreño Carlos Tobalina. Pero el cántabro plantó cara en el concurso en los Juegos de Río, su primera experiencia olímpica. El lanzador de peso cántabro se fue hasta los 19,98 metros, lo que le valió la decimoséptima plaza de esa calificación. El jamaicano ODayne Richards, con 20,40, fue el que marcó el corte para la final. El otro español presente en la calificación, el malagueño Borja Vivas, tampoco se pudo meter en la final, con un mejor tiro de 20,25 metros.
El castreño estaba encuadrado en el grupo B de la competición y tiraba en la sexta plaza. Antes que él, el lanzador norteamericano Ryan Crouser dejaba bien a las claras quién mandaría en el concurso. En su primer tiro, la bola se fue hasta los 21,59 metros. Ya no le hacía falta más. A la postre sería el mejor registro de toda la mañana. En ese grupo, otros dos atletas el neozelandés Tomas Walsh y el brasileño Darlan Romani también se metían en la final en su primer intento.
El primer lanzamiento de Carlos Tobalina iba a ser el mejor de todos. El castreño debutaba en unos Juegos Olímpicos con un tiro de 19,98 metros. Tras el tiro, pulgar derecho hacia la cámara. Las sensaciones habían sido buenas. Y tras la primera ronda en los dos grupos, las noticias no podían ser mejores. Tobalina era el octavo mejor registro. Por entonces, tenía plaza de finalista.
Las prestaciones del castreño bajaron un poco en el segundo lanzamiento. Tobalina envió la bola a 19,81 metros, pero la clasificación empezaba a complicarse en exceso. La lógica decía que muchos lanzadores tenían que aumentar su nivel para plantarse en la final. Y las marcas que llevaban directamente a ese último concurso o que eran mejores que las del cántabro empezaron a sucederse. Así, en la segunda ronda de lanzamientos, Tobalina bajó a la decimocuarta plaza. El otro español en el concurso, Borja Vivas, era uno de los que le adelantaba al lanzar 20,25 metros.
El castreño se despidió definitivamente de la final del concurso de peso tras su tercer y último tiro. Un lanzamiento nulo que ya de facto le condenaba a quedarse fuera. Aún así, se clasificó en esa calificación en una posición mucho más adelantada decimoséptimo de lo que la marca con la que llegaba a Río auguraba.
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